Significa que ha llegado el momento de que algo suceda o llegue a su fin. Por ejemplo, ya va siendo hora de que deje de tomar las pastillas para la depresión, que llevo cuatro años, pero no me atrevo. Ya va siendo hora también de que termine esta tanda de dichos y expresiones, y estoy en ello. Esta semana salen ya los últimos. Después publicaré otro libro que no comprará nadie más que yo como de costumbre y así se repite la historia. Casi todas las cosas tienen un principio y un fin y no conviene demorarlo. La verdad es que aún tenía posts para unos meses más pero cuando llega el momento no sirve de nada negarlo.
Aunque lo cierto es que estos últimos meses el blog ha tenido un buen aumento en el número de visitas, las cuales espero que me sigan en mi nueva andadura. Supongo que se debe especialmente a los artículos de política y a la situación española, pero algún mérito tendré también, espero. De manera que se podría pensar que no es el momento más oportuno para dejarlo pero la verdad es que ya no tengo fuerzas ni ganas para seguir luchando contra los elementos. Prefiero relajarme una temporada y dejar que las cosas sigan su curso (otra expresión). Nadie es imprescindible y yo menos todavía.
La verdad es que estoy desanimada últimamente sobre si de verdad merece la pena seguir con los blogs.
ResponderEliminarComo te digo siempre, a veces no es cuestión de si merece o no la pena sino de si te sientes bien haciéndolo o no. Besos!!!
ResponderEliminarEscribiendo sí pero publicando a veces no tanto. Un beso.
EliminarEntonces puedes guardar lo que escribas y publicarlo posteriormente, cuando te sientas cómoda haciéndolo.
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