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Nubes sobre el Mar

Nubes sobre el Mar
Cuadro pintado por mi hija pequeña

lunes, 30 de abril de 2012

El exótico hotel Marigold

Ayer fui a ver esta película y me gustó, aunque es un poco lenta. Tiene un mensaje positivo sobre aprovechar las segundas oportunidades, incluso en el otoño de tu vida. Hay una frase del protagonista que me gustó mucho y tiene que ver con el post de ayer:

Al final todo tiene solución y si no la tiene es que no es el final

Entre el cielo y la tierra

Hay veces que me siento tan cerca del cielo que podría extender la mano y tocarlo. Estoy en paz con el mundo y conmigo misma y nada ni nadie me puede afectar. Hay otras en que parece que he perdido el toque mágico, que nada tiene sentido y pienso que mi vida no va a dejar ninguna huella sobre la tierra. Me gustaría mantenerme en un punto intermedio pero parece que no es posible para mi. Hay días en que todo se tuerce, y temas que nunca encuentran solución y personas que no cambian, les digas lo que les digas. Parece que la inercia mantiene todo en su sitio y por más que empujes te va a dar igual, que no vas a poder mover las cosas ni un centímetro. Es bastante descorazonador.

Entonces respiro hondo y espero a que pase, a que la esperanza vuelva a adueñarse del panorama, pienso que la Gracia sólo se manifiesta si la dejas actuar, y me acuerdo de tantas ocasiones anteriores en que he sentido lo mismo. Pero esperar y tener paciencia es una de las actitudes más duras que existen. Resulta más llevadero pelear, salir a la calle o buscar otra ocupación, que quedarse en casa esperando que el río vuelva a su cauce. Por eso muchos optan por volcarse en una idea, culpar a alguien o huir hacia adelante embarcándose en alguna aventura; mejor que tener que confiar ciegamente en que el tiempo lo vuelva a poner todo en su sitio. Pero esos caminos no llevan a ninguna parte.

sábado, 28 de abril de 2012

Complicándome la vida

A pesar de que yo quería tener un blog tranquilo y sosegado, no puedo evitar meterme de vez en cuando en alguna polémica, porque las personas somos así y siempre hay quien se molesta o se mete a pinchar a propósito para pasar el rato. El caso es que yo me había propuesto no entrar en el juego, porque creo que no está bien. Pero tengo que reconocer que esas situaciones le añaden un poco de picante al guiso y además atraen mucho más público que el que pueda acudir al reclamo de buenas palabras. Asi que de vez en cuando pico y sigo la discusión aún sabiendo que sólo lo hacen para molestar, que por desgracia no voy a convencer a nadie y que al final siempre me harto.

Pero supongo que me va la marcha, por ese puntillo alocado que tengo, que cualquier día me voy a meter en un lío, pero bueno, nunca me ha parado eso. A todo se acostumbra una, también a las amenazas. Como si no hubiera nada más importante que hacer en la vida que perseguir a un ama de casa con demasiadas ideas en la cabeza... En fin, allá cada uno lo que hace con su tiempo libre. El caso es que una parte de mi sigue tirando hacia el sosiego y la calma, pero tengo otro lado peleón al que le gusta argumentar con el contrario y meterse en camisa de once varas. Tengo una personalidad contradictoria, qué le vamos a hacer. Supongo que ya es tarde para cambiar, pero la verdad es que hoy me siento un poco culpable...

viernes, 27 de abril de 2012

Para relajarse

Otra preciosa canción de Sergio Dalma. Náufragos.

Por las malas soy muy buena

Hace mucho tiempo en un lejano blog me acuerdo que escribí un post que acabaron entendiendo después. Decía que yo parezco una persona suave, y de hecho lo soy, pero también soy una leona a la hora de defender a los míos. Creo que por eso me gusta tanto mi gato, porque yo también soy como un felino. Debajo del pelo tengo garras. Fue la primera vez que me dijeron que tenía agallas. Después me lo han dicho más veces. No sé si es una virtud o un defecto, pero soy incapaz de dar un paso atrás en mis principios básicos. Cerré ese blog y después he cerrado los comentarios en otros, pero de momento sigo aquí al pie del cañón sin disparar, porque yo nunca tiro sin bala.

Desde que tomé la decisión de no contestar en principio a los comentarios desagradables, ando mordiéndome la lengua y me voy a envenenar. El problema es que, cuando uno tiene empatía para saber lo que los demás necesitan oír, también la tiene para lo contrario, para meter el dedo en la llaga. Pero yo intento ser una buena persona y eso descarta ponerme al nivel de los que me critican. Así que, a veces, contesto mordazmente y se queda para mí, porque no publico la contestación, ni generalmente el comentario. El sarcasmo es un arte que no me gusta dominar, sobretodo cuando, lo que yo considero un juego, otros se lo están tomando en serio. No soy un robot, soy una persona. Me equivoco, me enfado y me entristezco, y también sé defenderme cuando hace falta.


jueves, 26 de abril de 2012

Esclavos de la tecnología punta

Esos aparatitos que, en teoría, nos facilitan la vida, realmente nos están convirtiendo en unos inútiles. Los jóvenes que han crecido con ellos son ya incapaces de encontrar un lugar sin el Google maps, porque no saben cómo consultar un mapa de papel. De aquí a diez años calculo que ya no seremos capaces de ir al colegio de los niños sin el Gps (es broma, por si alguien lo toma a mal). Por no hablar de salir a la calle sin el móvil, que parece que nos faltara una pierna... Estar comunicado todo el tiempo se ha convertido en una necesidad, especialmente para los que utilizan redes sociales, hasta tal punto que sólo les falta informarnos de cuándo van al baño. Dicen que ese afán de protagonismo oculta problemas psicológicos y no me extraña.

Hubo un tiempo en que los expertos afirmaban que las videoconsolas eran buenas para desarrollar habilidades cerebrales. Ahora ya empiezan a advertir de las deficiencias que producen a nivel de comunicación oral y relaciones sociales. Como pasa con todo, usado con moderación puede ser positivo, pero el abuso es negativo. También esas nuevas maneras de practicar deporte sin salir del salón; resulta que provocan más lesiones que el deporte real; y además fomentan el aislamiento de los individuos. Aunque últimamente la publicidad intente mostrar esas consolas como nexo de unión para la familia, no hay que dejarse engañar. La realidad es que tecnología generalmente es una actividad individual y además corremos el riesgo de no poder pasarnos ya sin ella.

miércoles, 25 de abril de 2012

Jóvenes encapsulados

He leído un artículo muy interesante en La Farola sobre el papel de la familia en la crisis que estamos pasando. Cómo muchos hijos e incluso nietos han pasado a depender de los abuelos; no sólo económicamente, sino también en las tareas cotidianas como recoger a los niños del colegio, darles de comer..., hasta tal punto que a veces los abuelos hacen el papel de padres sustitutivos. Esto, a menudo acaba minando su salud y su calidad de vida. Además, está el problema de los jóvenes encapsulados, que se encuentran sobreprotegidos por padres y abuelos en un sistema que se conoce como cuatro más dos más uno, en el cual el uno representa al nieto, que ni estudia ni trabaja porque ya tiene todo lo que necesita.

Lo malo es cuando esta situación se alarga en el tiempo, ya que corremos el riesgo de ver una generación de adultos incapaces de valerse por si mismos, tras haber perdido a sus mayores. De hecho, yo ya conozco varios casos. Y no me vale la excusa del paro, porque está claro que no consigue trabajo quien no se prepara ni quien no lo busca. Por otra parte, la proporción de divorcios y familias monoparentales no hace más que complicar el problema económico, ya que son dos hogares que mantener en lugar de uno, aparte de las secuelas psicológicas que suelen arrastrar los hijos. De modo que la familia tradicional ha sido hasta ahora el mejor colchón para atenuar las consecuencias de la crisis; pero es muy posible que ya no lo sea en el futuro.

martes, 24 de abril de 2012

Mito o realidad

A veces oigo gente que dice que nunca se ha enfadado con su pareja, con sus hijos o sus hermanos o amigos. Supongo que tendrán sus razones para decir eso. Como aquellos que afirman que todo les va bien, aunque tú sepas de sobra que tienen problemas como todos. Hay personas a las que les gusta dar una imagen de sí mismos de color de rosa y no reconocen ni reconocerán nunca sus problemas. Me imagino que en el fondo se trata de reafirmarse a sí mismo, pero nos hacen quedar mal al resto. Yo he reñido alguna vez con mis padres, con mi marido, mis hijos, mis hermanos y mis amigos y, la verdad no creo ser un bicho raro. Creo que es lo normal en todas las relaciones.

Lo que me parece increíble es que se pueda pasar, horas, días y años con alguien y no tener ninguna desavenencia. No hablo de temas realmente graves, sino de pequeñas cosas, roces y malentendidos que acaban conduciendo a una gran discusión. Dicen que en los países nórdicos la gente es más fría y no se pelean nunca. Será de puertas para fuera, pero dentro seguro que sí, y los japoneses aunque sean tan moderados, y los árabes, aunque en la calle no hablen hombres y mujeres. Todo ser humano por si tiene opiniones y actitudes propias que le hacen chocar con otros. Quien diga lo contrario o miente o se engaña a sí mismo. Otra cosa sería que no se relacionan en absoluto con nadie.

lunes, 23 de abril de 2012

Sólo para ti

Meto otro post porque tengo mis dudas sobre si funcionan los comentarios. Una canción que siempre me ha encantado, de Sergio Dalma. Qué jovencito estaba... (Tengo el disco).

Niños saharauis en España

Hace demasiado tiempo, en un blog que cerré, escribí un post con este tema. Pensaba que tenía todos copiados, pero éste es uno de los que se perdió. En Madrid existe una asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, los cuales, entre otras cosas organizan algo llamado Vacaciones en paz. Consiste en traerse niños de los campos de refugiados a España a pasar el verano. En principio parecería una buena idea pero a mí me parece una atrocidad. Hay quien tiene el concepto erróneo de que la felicidad consiste en tener una alimentación variada, calefacción en invierno, ir a la piscina, comprar ropa y conocer mundo. Pero por suerte hay mucha gente que sabe ser feliz sin todo eso.

En los países del tercer mundo la felicidad supone estar con los tuyos, tener algo que comer y, en el caso de los saharauis, un techo donde cobijarse por la noche, un pozo de agua, ganado y poco más. Así han vivido los beduínos durante siglos y ahora lo siguen haciendo en los campamentos, con más comodidades realmente que antes. Pero cuando traen esos niños a España conocen otra realidad de la que no tenían ni idea y un mundo sin trabajo infantil, lleno de estímulos innecesarios y con otros valores. Luego los devuelven a su pueblo y ya no pueden ser felices como antes. Algunos no se adaptan y tienen que volver a España con sus familias de acogida.

Conozco mucho de este tema por diferentes fuentes, por la propia asociación, por mi profesor de árabe que había vivido en varios países musulmanes, porque estuve en Marruecos de viaje de novios... Los saharauis nos caen bien en España, igual que los cubanos, por razones sentimentales, pero no hay que olvidar que su ideario es socialista radical, que llevan décadas dedicados al terrorismo (primero contra españoles, luego contra marroquíes) y que ellos han elegido la forma de vida que tienen y no debemos interferir.

sábado, 21 de abril de 2012

Día de la tierra 2012

Se celebra mañana 22 de abril. El problema de hablar de nuestro planeta hoy en día, es que parece que estás dándole la razón a Al Gore y sus teorías fatalistas sobre el futuro del planeta. Yo pienso que ha exagerado mucho en sus datos y que ha sacado un beneficio desmesurado personal de esa campaña, lo cual ya me hace dudar de sus intenciones. La Tierra se está calentando lentamente pero creo que es un proceso natural porque el sol está más activo, cosa que sucede de forma cíclica desde que el mundo es mundo. Todos recordamos las grandes glaciaciones del pasado y las épocas de sequías. La contaminación no es tan importante como para afectar de forma significativa al planeta.

Otras cosas sí le afectan más, como la deforestación. El gobierno de Brasil, en nombre del desarrollo de su país está deforestando a gran velocidad la Amazonía sin que nadie diga una palabra para impedirselo, porque se supone que el bienestar de la población está por encima de todo; no contando con el de los indígenas que habitaban en la selva. Parece ser que en medio del mar flota una inmensa isla de basura que todos hemos ayudado a generar y a ningún organismo internacional se le ha ocurrido todavía que es responsabilidad de todo ayudar a eliminar eso; pero, claro, no lo vemos. El problema es que algunas organizaciones que se dicen ecologistas sólo atienden a intereses políticos.

viernes, 20 de abril de 2012

Como en la montaña rusa

Nunca he sido capaz de subir a esa clase de atracciones; todo lo más a las infantiles. Me mareo y sufro vértigos. Sin embargo, me gusta la sensación de caer para luego recuperarte. Es la adrenalina que te pone las pilas cuando te hacen falta. Luego está la serotonina que sientes, por ejemplo, cuando te duchas en un día de calor, cuando comes con hambre, bebes con sed o te vas a la cama muerto de sueño. Porque el caso es que muchas veces comes o bebes por costumbre, te duchas en dos minutos o te acuestas sin ganas de dormir. Del mismo modo, hay días en que cumples tus tareas como un robot sin fijarte y te quedas con una sensación de vacío provocada por la rutina.

Por eso es mejor realmente vivir en una montaña rusa; aunque a veces quieras bajarte porque estás harto de dar vueltas. Pues las caídas te recuerdan que siempre puedes estar peor y las subidas te dan la ilusión de estar avanzando; y de ese modo, cuando te mantienes horizontal realmente lo disfrutas, porque ahora es una novedad y no lo de siempre. Lo importante es que la maquinaria no se estropee. Y aunque yo muchas veces refunfuño y me agobio por las dificultades cotidianas, sé que tengo que hacer un esfuerzo por no perder la visión del conjunto. Que quejarse o amargarse no soluciona nada, y, al contrario, complica más las cosas. Ante todo hay que confiar en el diseñador universal.

jueves, 19 de abril de 2012

Madre de repuesto

Yo pienso que a los hijos hay que mantenerlos controlados hasta los quince años aproximadamente. Después, ya ha que ir dejandoles terreno para explorar y asumir sus responsabilidades. Así que mi hija mayor dice que soy una madre muy blanda y, de algún modo, ella ha asumido el papel de madre de repuesto en casa. Los otros la llaman Mamá dos. Ella ha sacado más el carácter a mi suegra, mientras que los otros son más parecidos a mi. Incluso nos riñe a sus padres cuando no cumplimos con nuestras propias normas. Creo que está bien que la chica tenga carácter siempre que no se le suba el mando a la cabeza. A veces hay que frenarla un poco. Pero reconozco que me viene bien tener una madre suplente y así relajarme y no tener que estar todo el día repitiendo las mismas cosas.

Yo, en cambio, ejerzo como la madre adoptiva de mi gatito. Como lo separamos de su familia con tres meses, se pasó mucho tiempo durmiendo en mis brazos. Ahora también duerme con mis hijas y en la mecedora, donde le puse un tigre de peluche por parecido con su madre, que tiene rayas. El caso es que el gato es un animal muy sensible y tiene un comportamiento diferente con cada miembro de la familia. Conmigo es muy mimoso y viene a saludarme cuando entro por la puerta. Con mi hija mayor se refugia por la noche. Con la pequeña juega como si fuera otro gatito y del chico más bien huye porque es un poco brusco con él. En cambio, le gusta retar a mi marido haciendo cosas que no le dejamos hacer. Pero, si no le hacemos caso, también se deprime como las personas. Necesita atención y cariño como un niño.

miércoles, 18 de abril de 2012

Monarquía española

Aunque esto no es un blog de política, de vez en cuando hay temas que necesito tocar. Últimamente se está hablando mucho y mal de la familia real española. No seré yo quien justifique que el rey vaya a cazar elefantes a Botswana, primero porque no me gusta la caza, segundo porque son animales protegidos y tercero porque eso cuesta un dineral (aunque se supone que le han invitado). Tampoco voy a intentar justificar los trapicheos económicos de Urdangarín, si es que se demuestran, porque hay que respetar la presunción de inocencia. Por otra parte, nunca me ha parecido bien que se pasaran los inviernos esquiando y los veranos navegando a costa del contribuyente.

Pero una vez dicho esto, sigo pensando que la monarquía es el mejor sistema político para España. En primer lugar, porque históricamente hemos sido casi siempre una monarquía y es cuando mejor nos han ido las cosas. En segundo lugar, porque el rey es una de las pocas instituciones que la mayoría de los españoles respeta y reconoce. En tercer lugar, porque la alternativa de la república me trae malos recuerdos, no tanto míos sino de historia del pasado reciente narrada por familiares directos. En conclusión, pienso que la campaña que se está realizando contra la familia real no tiene tanta base real como ideológica y que lo único que se pretende es volver a un pasado que deberíamos haber dejado atrás.

martes, 17 de abril de 2012

En la farmacia

Cuando voy a la farmacia, que es casi todos los días, no me siento tanto en un establecimiento público, sino entre amigos. Esto se debe a que dos de las farmacéuticas (la dueña y otra), son vecinas de mi casa y madres de dos amigos de mis hijos. Así que, cuando a ellas les toca el turno paso más tiempo charlando que comprando. Además resulta que tienen opiniones muy afines con las mías, de manera que nos lo pasamos en grande arreglando el mundo, hasta que entra algún cliente y tenemos que dejarlo para otra ocasión. El caso es que mi marido y yo tenemos ya tantos achaques que raro es el día en que no hace falta algo que comprar en la farmacia, y en cierto modo es una suerte.

Los clientes de la farmacia también dan para un post. Están las personas mayores que aparecen con un montón de recetas de la Seguridad Social y tienen que recortarles los códigos de las cajas. Luego están los inmigrantes generalmente que preguntan el precio primero porque van con el dinero muy justo. Además hay gente que intenta informarse sobre temas médicos muy específicos en lugar de acudir al doctor, y pretenden que las farmacéuticas les proporcionen algún remedio mágico para dolencias muy extrañas; las cuales además no tienen escrúpulos en explicar delante del resto de los clientes. Hay veces que pienso que hay gente que sólo va para pasar un rato con gente agradable.

lunes, 16 de abril de 2012

Un año

En el mes de mayo del año pasado, si no recuerdo mal, empecé mi tratamiento con antidepresivos y ansiolíticos, debido al ingreso de mi madre en el hospital, entre otros motivos. El ansiolítico ya lo he dejado pero el antidepresivo debía tomarlo un año que se va a cumplir el mes que viene. Tengo miedo. Porque gracias a las pastillas pasé de ser un fantasma perdido entre las brumas de mi vida a recuperarme a mi misma con toda mi alegría de vivir, mi perseverancia y mi dedicación a las grandes causas. Me preocupa que al dejar las pastillas definitivamente las circunstancias se vuelvan a adueñar de mi voluntad, dejándome como un juguete roto entre la tristeza y la melancolía.

No debería ser así porque la persona que soy ahora es la que he sido siempre. La otra Susana era una enferma. Sin embargo, ahora ya no lloro con las películas, cosa que he hecho toda la vida. Tampoco me enfado tanto con las críticas hasta el punto de darle vueltas y vueltas, como hacía antes. En cierto modo las pastillas me han domado, me han estabilizado y me gusta esa nueva sensación de no estar fluctuando en mis emociones. Por otra parte, lo cierto es que la tristeza y la pasión también forman parte de mi carácter, y vivir así es un poco como llevar una existencia sedada. Así que, ya veremos si os gusta mi nuevo yo, o el antiguo, o ambos...
Me recuerda a una película que vi el otro día, Todos los días de mi vida, una película bonita para románticos empedernidos.

sábado, 14 de abril de 2012

Máster en la vida

Criar a los niños supone tener un máster en resistencia física. Meses enteros sin dormir, días sin parar y desplazarse con media casa a cuestas cada vez que vas a la vuelta de la esquina. Tener adolescentes es un máster en paciencia. Hay que ver lo que pueden llegar a protestar, a rezongar y a lamentarse unas criaturas que están en la flor de la vida. Convivir con adultos es un máster en resignación, porque ya no te queda mucho que puedas decir para evitar que caigan en sus propios errores. Cuidar de ancianos es un máster en amor, porque realmente es eso lo principal que necesitan, que les escuchen, les comprendan y les animen. Poco más se puede hacer ya para aliviarlos.

Así que, cuando muchas veces me dicen que no sé nada, porque no he estudiado en la universidad o porque no tengo una cultura muy amplia, yo siempre me respondo que sé lo que necesito saber, que es lo más importante, lo que te enseña la propia vida. Si además lees, te informas, te comunicas y te relacionas, no hay razón para que no puedas tener una opinión bien fundada sobre cualquier tema. El problema es que esa clase de conocimiento sólo lo proporcionan los años y, aquellos que no los han cumplido, a menudo no comprenden que no necesites la Wikipedia o un tratado especializado para saber perfectamente de lo que hablas; porque lo has vivido.

viernes, 13 de abril de 2012

Apariencias y modos de vida

Cuando ojeo revistas del corazón me llaman mucho la atención los iconos actuales de la moda y de la belleza. Hace tiempo escribí un post sobre Victoria Beckham que no gustó demasiado. Tal vez porque estaba en una revista femenina precisamente. Hace ya tiempo que los gestos, poses y actitudes de esta señora son ya motivo de mofa en privado, pero en público sigue siendo alguien aceptada y requerida para todo tipo de eventos. Luego está por ejemplo Kate Moss, una modelo cuya carrera casi se arruina por culpa de las drogas y todo tipo de excesos. Y, sin embargo, ahora vuelve a estar de moda. Sin ir más lejos protagoniza una campaña publicitaria en televisión, donde posa con una mueca despectiva y aspecto enfermizo.

En algunas series de Disney, trabajan actrices adolescentes que no deben pesar ni cincuenta kilos. Tanto es así que parece que tienen más cabeza que cuerpo. Luego, al hacerse adultas, es habitual que sufran problemas de alimentación y lleven una vida impropia para su edad y su trayectoria profesional. Se convierten en iconos negativos para nuestros hijos. Yo creo que la prensa y la televisión tienen una responsabilidad social, sin llegar a ser educativa, y que deberían al menos evitar dar malos ejemplos y encumbrar a personas con escasos méritos. Existen otras muchas que sí son dignas de consideración y pasan desapercibidas; tal vez precisamente porque no les interesa la fama.

jueves, 12 de abril de 2012

En el supermercado

Visto el éxito del café voy a escribir sobre otro de mis lugares de referencia: el supermercado. ;) Tengo la suerte de contar con su centro comercial cerca de mi casa. Sin embargo, voy con el coche porque las plazas de aparcamiento son muy cómodas y casi siempre vuelvo cargando peso. Se trata de una cadena comercial conocida donde venden un poco de todo y suelo ir una vez a la semana a hacer una compra grande que me traen a domicilio. Sólo tengo una queja sobre este supermercado: en la zona refrigerada hace realmente frío; tanto que en verano tengo que llevarme una chaqueta para no acabar con un resfriado. Deberían cerrar los mostradores y no desperdiciar tanta energía.

Pero lo que más me ha llamado la atención en los últimos años es la cantidad de hombres que hacen la compra por la mañana; señal supongo de que están en el paro. Hombres de todas las edades. También, que ahora los reponedores también son españoles, en lugar de todos extranjeros. En el supermercado se palpa la situación social española. Al llegar a la caja, hay hombres que compran para la familia, pero la mayoría llevan compra individual; probablemente están divorciados, o son solteros. Las cosas que compran me llaman la atención porque no suelen ser muy habituales; lo que me hace suponer que no comen en su casa. Así que en el supermercado también se sacan muchas conclusiones para un post.

miércoles, 11 de abril de 2012

Mi gran secreto de la felicidad

Hace tiempo anuncié que tenía un libro en Amazón pero de hecho no estaba todavía disponible. Ahora sí lo está por un precio simbólico del cual me imagino que yo me llevaría unos diez céntimos. Pero bueno, no se trata tanto de hacer negocio sino de darlo a conocer. Se llama Mi gran secreto de la felicidad y lo he publicado con Bubok.es. Tengo otros cinco libros en la misma página que están a la venta en papel y en formato digital. Además estoy preparando otro con los artículos de este blog que estará preparado probablemente para el verano. Lo dejaré unos meses en descarga gratuita como suelo hacer con todas mis publicaciones, para que no digan que sólo quiero hacer negocio. (Lo dirán igual)

El caso es que, si esa fue la idea en algún momento, no ha funcionado. Así que, cuando me preguntan qué hacer para vender libros por internet, me temo que yo no sé la respuesta a esa pregunta. El caso es que lo sigo intentando más que nada porque no tengo nada que perder, y porque yo misma me quedo con un ejemplar de recuerdo. El libro de Mi gran secreto de la felicidad es inédito. Nunca ha sido publicado en un blog. Los demás son recopilaciones de artículos antiguos agrupadas por temas o por fechas desde hace ya casi seis años. Más o menos a un libro por año. Son pequeños y delgados y caben en cualquier sitio. Además tienen bonitas portadas. A ver si alguien se anima...

martes, 10 de abril de 2012

En el café

Esta mañana en la cafetería estuve fijándome en cuánta gente vamos a tomar el café solos. Algunos incluso se cogen el periódico y pasan allí una hora, porque se ve que nadie les espera en casa. A mí tampoco me esperan ya hasta mediodía. Lo malo que tienen las vacaciones es que se terminan y se ve que a mí me ha sentado mal la "vuelta al cole". Ya sé que alguno pensará que exagero, que hay gente que está sola siempre, pero así es como me siento yo ahora. Acostumbrada a estar con mi marido y mis hijas todo el día, ahora no sé que hacer con mi tiempo, aunque no me falten tareas pendientes, pero lo que me faltan son ganas de ponerme a ello sin el aliciente de estar acompañada.

A veces voy a tomar café sólo por estar rodeada de gente durante un rato y no soy la única. Será por eso que siempre he admirado la labor de los camareros, que pasan horas y horas atendiendo pedidos de pie y, casi siempre, que una sonrisa y una palabra amable en la boca. El café y los camareros forman una parte importante en mi rutina cotidiana. Hay días que sin eso no podría arrancar, como hoy. Pero naturalmente pienso que es mejor que mis hijas estén en clase y mi marido en el trabajo. Lo malo sería que no tuvieran donde ir. He intentado convencer a mi hijo de que trabaje por las mañanas, de camarero, por ejemplo, pero no hay manera, y tampoco es que estudie mucho...

lunes, 9 de abril de 2012

Una misión en la vida

He visto una película preciosa: El inolvidable Simon Birch. Trata sobre un niño enano que piensa que ha nacido para ser un héroe, y nadie le cree. Su fe es lo que le mantiene frente a las dificultades y las burlas de los demás. También, la amistad de un niño que, como él, se siente diferente ya que es hijo de madre soltera. Hoy en día el enanismo tiene tratamiento, pero es muy largo y duro. Supongo que los padres a los que diagnostican esa anomalía fetal prefieren abortar al niño. Tampoco hay muchos hijos de madre soltera. Me da por pensar en la cantidad de grandes hombres y mujeres que nunca hubieran existido de haber podido optar sus mares por el aborto. Científicos, escritores, músicos, artistas y muchas buenas gentes anónimas.

Nunca se sabe hasta dónde puede llegar una persona en la vida. Pero además no existe sólo una clase de éxito. La gente suele medir la valía personal por el nivel laboral alcanzado, pero cada persona es importante. Un buen jardinero, carpintero o fresador también tiene méritos propios. O alguien que se limita a cuidar de su casa. Lo importante es encontrar tu lugar. Yo también quiero creer que todos tenemos una misión en la vida, aunque pueda parecer insignificante. Tal vez sólo sea estar ahí en el momento correcto en el lugar adecuado, como Simon Birch. Tal vez sea servir de modelo y de mal ejemplo. Tal vez sólo permitir que la vida siga su curso. Como no vemos el futuro ni controlamos las consecuencias de nuestros actos, probablemente nunca sabremos hasta qué punto somos necesarios.

sábado, 7 de abril de 2012

La soledad de María

Estuve en Guadalajara en la procesión del Viernes Santo. Es un procesión castellana en silencio con ocho pasos. Había cuatro cofradías, varios crucifijos y Vírgenes y un Santo Sepulcro. Todo acompañado por multitud de cofrades, penitentes y público en todo el recorrido durante las tres horas que duró la procesión. Fue impresionante. Pero la figura que más me llamó la atención fue la última: la Virgen de la Soledad. Una María que se encuentra sola después de haber enterrado a su hijo sin saber qué va a ser de su vida en adelante. María que todavía no sabe que Jesús va a resucitar entre los muertos y podrá volverle a ver, y piensa que ha llegado el final. María que no sabe cómo afrontar el mañana sin la persona que daba sentido a su vida y espera en vano que vuelva a entrar por la puerta.

No podía evitar pensar en mi suegra y mi tía al día siguiente de perder a sus hijos. Porque lo peor no es tanto el momento, sino cuando llega la noche y al día siguiente, al despertar, te das cuenta de que no ha sido un mal sueño. Y ese dolor punzante, que parece que realmente tienes un agujero en el corazón y te cuesta respirar. Cuando pierdes a un ser querido, aún teniendo Fe, lo más duro es pensar que no volverás a ver su cuerpo, a tocarlo, a hablar con él. La soledad de María nos recuerda que el dolor más grande que existe es perder a un hijo, más aún si ha sido asesinado, peor aún siendo inocente de toda culpa. Esa María doliente es el reflejo de todos nosotros en la incomprensión ante la muerte, en el vacío de la despedida; pero pronto se transformará en un mensaje de esperanza, cuando los ángeles les digan: Por qué buscáis entre los muertos al que vive. Ha resucitado.

viernes, 6 de abril de 2012

Cristianos y musulmanes

Hay gente que no sabe que judíos, cristianos y musulmanes compartimos el Antiguo Testamento. Luego los musulmanes también reconocen a Cristo como profeta y por tanto aceptan el Nuevo Testamento. Las tres religiones adoran a un mismo Dios con diferentes nombres. A partir de ahí hay unas diferencias importantes y la principal es que el cristianismo ha sabido adaptarse bastante bien al curso de los tiempos. De hecho, hay quien dice que es un religión inmovilista, pero es todo lo contrario. Para quien haya leído la  parábola de los talentos, queda claro que Dios premia a aquellos que desarrollan sus capacidades, mientras los que no evolucionan acaban perdiendo lo poco que tienen.

Sin embargo, los musulmanes viven anclados en su Inshalláh, es decir Dios lo quiere así, es la voluntad de Dios. Por tanto, no tratan de cambiar las cosas para mejor sino que se conforman con todo como viene. Es una actitud que tiene un lado positivo y otro muy negativo, que explica por qué viven todavía en la Edad Media. Por supuesto, entre tantos millones de personas hay de todo, como entre los cristianos. Pero, cuando oigo decir que el cristianismo tiene la culpa de los males de nuestra generación, me gustaría recordar que los mayoría de los científicos que ha habido eran cristianos, algunos incluso religiosos. Que si el saber antiguo se conservó fue gracias a los monasterios, y que los países de origen cristiano son precisamente los más avanzados. Por algo será.

jueves, 5 de abril de 2012

I simply love you more than I love life itself

Elton John me parece un gran artista, aunque no esté de acuerdo con su decisión de adoptar niños con su pareja homosexual. Esta canción (Guess that's why they call this the blues) en particular siempre me ha encantado y esa frase es importante: simplemente te amo más de lo que amo la vida misma. No se me ocurre un mejor mensaje de Jueves Santo. Resume toda la vida y la misión de Jesucristo: amar al prójimo más que a ti mismo.

A Jesús no le detuvieron en contra de su voluntad. Él mismo entró en Jerusalem en loor de multitudes para que lo mataran cuando llegó el momento. Llevaba ya tiempo provocando en cierto modo a los judíos con sus palabras en el templo; aunque siempre tuvo la posibilidad de rectificar o retirarse, pero no lo hizo porque sabía que su misión era precisamente ser crucificado: entregar su vida voluntariamente por amor a todos.

miércoles, 4 de abril de 2012

Los frikis

Hoy quiero recomendar la película John Carter, para pasar un buen rato y salir contento del cine.
Friki. Este término designa a las personas que se salen de lo corriente, de lo que se lleva. Generalmente son gente que viste raro, con gafas, gordos o muy delgados. En general todo el que se sale de la norma no escrita de la sociedad. En las películas o las series como Big Bang un friki generalmente es un chico normalillo, pero más inteligente de lo normal, que tiene gustos extraños como la ciencia ficción, el manga o los juegos de roll. Naturalmente, los frikis son bastante diferentes entre sí y nada fáciles de clasificar tampoco. Hay quien adora las matemáticas, la literatura, escucha música clásica, o se interesa por el arte moderno; también se considera así a los que juegan al ajedrez o a los que seguimos yendo a misa.

Por tanto, al final resulta que en la categoría de frikis entramos mucha gente. En el colegio es donde se suele pasar fatal con esta clase de motes, pero luego acabas comprendiendo que cada cual es como es. Como se da el caso de que estos chicos son precisamente los que suelen estudiar más, los clásicos empollones y los que demuestran interés por la lectura y las artes; no es de extrañar que al convertirse en adultos les vayan mejor las cosas que a los clásicos "populares" de la clase, que estaban muy ocupados dejándose adular. De modo que (me dirijo especialmente a los jóvenes que "siguen" este blog): trata bien a los frikis que conoces: probablemente acaben siendo tus jefes el día de mañana.

martes, 3 de abril de 2012

Volver a lo natural

En este enlace podéis leer un artículo de Carme Chaparro que me ha llamado mucho la atención: http://www.hoymujer.com/Hoy/entre-nosotras/pena-Carme-Chaparro-670360032012.html . Hablando de la liberación de la mujer, no solemos pensar en las africanas y las musulmanas, que viven en condiciones pésimas, sino de las ejecutivas españolas que siempre van reclamando más derechos, renunciando a menudo a la maternidad, para poder alcanzar los mismos niveles de compromiso laboral que los hombres. En esta columna, la periodista narra cómo ha sido la experiencia de cuidar de su bebé durante cuatro meses y a continuación tener que regresar al trabajo.

En otros países en teoría más liberados, como los del norte de Europa, las mujeres pueden coger un año de baja maternal y a continuación varios años de reducción de jornada para atender a sus hijos pequeños. Así sí que es compatible el trabajo fuera de casa con el del hogar. Obligar a una madre a dejar a su hijos en otras manos tras dieciseis semanas siempre me ha parecido una crueldad. Y aunque el padre también tiene que comprometerse en el cuidado del niño, la relación madre hijo es insustituible. Luego está el tema del artículo, que trata de cómo una mujer tiene que renunciar a estar cómoda y tranquila para volver a ser una esclava de su imagen cuando regresa a la oficina. ¿Eso es liberación?.

lunes, 2 de abril de 2012

Pequeños placeres

No es ninguna tontería cuando se dice que la felicidad está en las pequeñas cosas. Son la que echas de menos cuando viajas, o cuando estás enfermo. La pausa de media mañana, un rayo de sol en un día nublado, la lluvia tras la sequía...Simplemente estar en casa, cuando las obligaciones no te dejan parar. Volver a ver a tus seres queridos mientras todavía es posible. Acariciar a un animal de compañía. Escuchar los cantos de los pájaros. Andar sin rumbo fijo y sin prisa. Escuchar música poniendo los cinco sentidos. Hablar con personas amables y sencillas. Acabar una tarea y ver el resultado. Disfrutar de los éxitos ajenos. Aprender algo nuevo. Perderse en la naturaleza.

Todas esas cosas que no tienen precio y son mucho más valiosas que todo lo demás. Te das cuenta cuando las pierdes y entonces ya suele ser tarde. No echas de menos los lujos, comprar compulsivamente, tomar comidas exquisitas o tener el último gadget. No se siente nostalgia del agobio del trabajo, de las discusiones con los allegados o de los atascos de tráfico. Lo que realmente necesitas son las cosas que te hacen feliz, las que te facilitan la vida y no te la complican más. Lo único que importa es seguir vivo un día más, poder demostrar a los demás que los quieres, tener la salud necesaria, el dinero indispensable y sobretodo mucho tiempo para soñar.