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Nubes sobre el Mar

Nubes sobre el Mar
Cuadro pintado por mi hija pequeña

viernes, 31 de enero de 2014

Máster chef y similares

Reconozco que no sigo ese programa porque a mí el formato reality no me va, pero por lo poco que he podido ver no entiendo el éxito que tiene. Será porque a mí los experimentos en la cocina tampoco me gustan. Donde esté una buena tortilla de patatas... Eso de las raciones minimalistas y los precios desorbitados me parece una tomadura de pelo. El otro día estaba viendo el programa Se hace saber y había un sketch muy gracioso sobre eso con una especie de Chicote pero que entraba en la cocina y le ponía a todo panceta porque decía que eso da sabor y lo demás son tonterías. Y el restaurante tenía mucho más éxito después.

No es que sea yo muy partidaria de la grasa de cerdo pero desde luego las pocas veces que tengo ocasión de comer fuera prefiero un guiso tradicional bien elaborado y en cantidad que todos los nombres raros que me puedan ofrecer. Además no me parece bien cuando ponen niños a competir entre ellos en los programas de cocina porque pienso que los niños deben ser niños y no deben complicarse la vida con temas que no les corresponden, que luego se hacen ilusiones y lo pasan mal si no les funciona. No todo vale a la hora de ganar audiencia en televisión. aunque ya se sabe que el público es el que manda.

jueves, 30 de enero de 2014

Cumpleaños

Cumplo cuarenta y ocho años. Eso significa que hace treinta años que cumplí los dieciocho. Parece muy obvio pero yo a veces me sigo sintiendo como si tuviera esa edad. Me identifico mucho con los jóvenes. Tal vez eso implica que soy inmadura, no lo sé. El otro día una seguidora nueva me dijo que le recordaba a ella misma y vi en su blog que era una adolescente, cosa que me llamó la atención. En cierto modo, psicológicamente hablando yo recuerdo y comprendo tan bien los dieciocho que realmente me parece mentira pensar que ha pasado tanto tiempo. Aunque físicamente en cambio me siento más cerca de los cincuenta, debido a mis muchas molestias.

No sé si es algo que le sucede a todo el mundo. Puede que se deba a que yo no trabajo fuera de casa y la mayoría de las mujeres de mi generación sí que lo hacen, de modo que me he quedado un poco descolgada de mi propia edad y me relaciono más con jóvenes o gente mayor que yo. En mi clase de inglés la mayoría son menores y en la de gimnasia mayores. El hecho de estar estudiando supongo que también influye. Pero me decía mi madre que ella tampoco se hace a la idea de la edad que tiene, así que espero que no sea como una especie de herencia familiar eso de no encajar en tu verdadera edad, porque realmente creo que es importante para ser feliz.

miércoles, 29 de enero de 2014

Las cualidades del hombre

Últimamente en los medios de comunicación cuando se habla de hombres siempre es por violencia de género, discriminación laboral o algo similar. Esto les ha llevado a pensar a algunas mujeres que los hombres son una fuente de problemas y eso es muy injusto. Ya he explicado alguna vez en este blog que la posición dominante que han tenido los hombres en la historia de la humanidad se debe a su rol de proveedores y defensores de su familia. Esto tendría sus ventajas pero también suponía una serie de obligaciones ineludibles que no eran nada envidiables, como tener que trabajar de sol a sol o ir a la guerra cada vez que les llamaran.

En contrapartida las leyes favorecían a los hombres, tenían mayor acceso a la educación y mayor libertad de movimiento. No tiene sentido verlo desde nuestra perspectiva. Hasta hace apenas cincuenta años vivíamos en un mundo inseguro donde una mujer sola estaba desamparada y por eso necesitaba del apoyo de su padre o su marido. Las cosas han cambiado radicalmente en muy poco tiempo. Ahora muchas mujeres tienen ingresos propios y la peligrosidad social ha bajado mucho. Aun así yo sigo pensando que un hombre responsable y protector resulta más atractivo. Pero lo que no puede ser es que se inculpe a todos por las culpas de unos pocos.

martes, 28 de enero de 2014

Pediasure o como dimitir de madre

Existen en el mercado varios complementos alimenticios pensados para niños que no comen bien, para que no les falten nutrientes esenciales. Puede ser que en algún caso concreto de malnutrición por alergias alimentarias o algo parecido sean recomendables estos productos, pero me temo que volvemos a lo de siempre: se trata de quitarles trabajo a los padres. Porque tener un niño inapetente es un latazo y más aún si es de los que no quieren ni oler la verdura. Y los padres que trabajan no tienen tiempo ni ganas para pasarse delante del plato intentando dar de comer a sus hijos. Si yo lo comprendo, pero forma parte del hecho de ser padres.

Para educar bien a los hijos y asegurarse de que tienen costumbres saludables que benefician su estado físico es imprescindible conseguir que coman un poco de todo, aunque sea poco. Cuando los niños se acostumbran desde pequeños a distintos sabores es más fácil que los acepten que si se alimentan de pasta y croquetas, porque es lo más les gusta. Un niño que no come bien será el día de mañana un adulto que siga sin comer bien lo cual perjudicará a su salud. Por eso el deber de una madre, o un padre, es perder el tiempo que sea necesario enseñándoles todos los sabores. Hay pocas cosas en la vida más importantes que una buena alimentación.

lunes, 27 de enero de 2014

Hola

Tenía ganas de escribir algo más personal hoy. Hace más de un mes que empecé otra vez a tomar antidepresivos. Las navidades y la falta de mi padre fueron demasiado para mi inestable psique. Así que ahora me encuentro mejor, estoy otra vez en marcha, aunque no me gusta nada tener que depender de las pastillas para hacer vida normal. He recuperado las ganas de salir, de comer y de escribir. Ahora sólo espero que mi madre siga bien una temporada. Así que estoy yendo a clases de inglés y de tai chi, y he hecho firme propósito de no faltar más, porque la verdad es que sobretodo la gimnasia siempre encontraba una excusa para no hacerla.

Además he abierto un nuevo blog que se llama porelderechoanacer.blogspot.com y, como su nombre indica es monotemático dedicado a la defensa de los niños concebidos no nacidos y contra el aborto. De momento no me ha entrado mucha gente. Tengo que promocionarlo. Así que si alguno está de acuerdo y quiere poner el enlace en su blog, se lo agradezco mucho. Ahora que el tema está en discusión creo que es un buen momento para argumentar sobre ello. A mí la ley de supuestos me parece suficiente, pero sobretodo creo que hay que promocionar la maternidad y la paternidad porque España tiene un gran problema demográfico por la baja natalidad.

sábado, 25 de enero de 2014

Liebster award













Es un premio que he cogido de la página de Matt.
Viene con cuestionario:
1. ¿Por qué ese nombre para el blog?
Porque lo abrí en un momento en que realmente deseaba desconectar de todo lo anterior, aunque realmente no se puede volver a empezar tan radicalmente.
2. ¿Cuánto tiempo inviertes en el blog diariamente?
Aproximadamente una hora.
3. ¿Miras el blog antes de acostarte y al despertarte?
Lo suelo mirar a media mañana y media tarde.
4. ¿Que opinas de las redes sociales?
Los blogs me gustan, pero otras cosas no me acaban de convencer.
5. Si pudieras tomarte un café con la persona que eligieras, ¿quién sería?.
No tengo preferencias. Cualquier persona normal me vale.
6. ¿Qué opinas sobre que los bebés se críen con mascotas?.
Los bebés ya dan mucho trabajo para tener mascotas, pero a los niños creo que les viene muy bien.
7. Un deseo.
Que todos fuésemos mejores personas. Ya sé que es mucho pedir.
8. Si tuvieras el poder de cambiar lo que quisieras, ¿que cambiarías?.
Eliminaría el aborto y la eutanasia del mundo.
9. ¿Qué esperas de tu blog?
Que sea un espacio de encuentro y de diálogo.
10. El momento de tu vida.....
Mi boda creo que me cambió completamente la vida para bien.
11. Nunca más....
Creo que a mi edad ya es muy difícil cambiar.
Paso el premio a todo el que pase por aquí y quiera recogerlo.

viernes, 24 de enero de 2014

Quien no se aventura, no pasa la mar.

Como la vida es tan complicada, los refranes lo son también, a menudo contradictorios; por eso algunos te animan a esperar a que cambien las cosas y otros en cambio te incitan a cambiar. Es el caso de este refrán. Lo difícil es saber cuándo tienes que aplicar un consejo u otro. Cuando hay que lanzarse a la piscina y cuando es mejor tener paciencia y confiar en que todo se acabe resolviendo por sí mismo. En general yo suelo elegir la segunda opción, pero hay veces en que no queda más remedio que tomar una decisión drástica aunque suponga el riesgo de ganar o perder, porque el resultado vale la pena y es la única manera de lograrlo.

Yo me casé cuando no llevaba ni dos años de noviazgo. Me pareció que la apuesta valía la pena y acerté. No tenía sentido esperar cuando ambos éramos adultos con trabajo. Teníamos muy claro lo que queríamos y no teníamos por qué esperar más, ya que contábamos con los medios necesarios. Bien es verdad que nos fuimos a vivir alquilados a un apartamento de dos habitaciones, pero estábamos encantados. Cuando decidí dejar de trabajar también fue una decisión arriesgada y sin embargo no me arrepiento de haberla tomado. Hay veces que la vida te coloca en una disyuntiva y hay que armarse de valor para dar el siguiente paso.

jueves, 23 de enero de 2014

Nunca es tarde si la dicha es buena.

Hay cosas que se hacen esperar, mucho, pero luego se disfrutan más. Como yo no trabajo, vivir con un sólo sueldo cinco personas ha resultado difícil y durante muchos años no llegábamos a fin de mes, lo cual era una preocupación constante. Ahora que por fin ha mejorado un poco nuestra situación me he quitado un peso de encima de tener que estar siempre pendiente de los gastos, y se agradece. Me hubiera gustado tener una economía estable desde el principio, pero si quería quedarme en casa con los niños era incompatible y hay veces que no te queda más remedio que hacer una elección y afrontar las consecuencias.

Hay deseos que tienes en la vida que se hacen mucho esperar, como cuando quieres que tus hijos terminen los estudios bien y acaben esa etapa. Yo ya tengo a la pequeña en bachillerato y ya me queda poco de colegio. Luego supongo que lo echaré un poco de menos pero también será un alivio haber pasado ese trance. El otro día me decía mi marido que la casa está hecha un caos y es cierto, y yo le contesté que, cuando se vayan nuestros hijos estará todo ordenado, pero entonces nos dará lástima de no tener más desorden por todas partes. Las cosas buenas muchas veces tardan más y por eso hay que intentar disfrutar de los tiempos intermedios.

miércoles, 22 de enero de 2014

Primero es la obligación que la devoción.

No sé si existe un gen de ser responsable, pero desde luego algunos nacen con esa capacidad y otros parece que no. Yo tengo un par de hijas hiperresponsables como su padre y un hijo que me temo que sale a mí y se toma las cosas con más calma, con mucha más calma que yo, de hecho. Porque yo puedo remolonear más o menos pero acabo haciéndolo todo. Sin embargo, a veces me siento como si hubiera nacido en el país equivocado porque no entiendo por ejemplo cómo puede haber gente que no cumple con su trabajo, sabiendo que hay otros que esperan los resultados. Yo creo que cuando alguien cobra por una labor tiene obligación de hacerlo lo mejor posible.

Tengo mentalidad alemana y mi marido también. Luego en casa somos más relajados y el orden no es nuestro fuerte, aunque más o menos sabemos dónde están las cosas. Pero cuando se trata de obligaciones no nos saltamos ninguna, incluso las de tipo moral como visitar a la familia. A veces me gustaría ser menos estricta conmigo misma pero soy incapaz. Me remuerde la conciencia enseguida. Otros parece que la tienen desconectada. Lo que importa es la intención de hacer bien las cosas; luego los resultados ya no dependen tanto de ti. Pero si ni siquiera te sientes obligado a hacer bien las cosas, entonces es difícil que funcionen.

martes, 21 de enero de 2014

Nunca llueve a gusto de todos.

Es extraño pensar como una misma situación puede parecerle a distintas personas buena, mala o regular, dependiendo de su propia visión del asunto. Teóricamente la realidad es sólo una y su interpretación debería ser una también. Lo cierto es que cada persona es un mundo y nunca se sabe como va a reaccionar. Es cierto que hay gente que tiende a estar contento con todo, a ver el vaso medio lleno, y otros que somos más críticos y vemos el vaso medio vacío la mayoría de las veces. El caso es que resulta absolutamente imposible contentar a todos y el que lo intenta acaba por no contentar a nadie, como sucede con algunos políticos.

Yo de jovencita, como era bastante ingenua, siempre intentaba quedar bien con todo el mundo. Cuando trabajaba era un problema porque me ofrecía a hacer varias cosas al mismo tiempo y luego encima se quejaban si no lo terminaba. Así que aprendí por propia experiencia, como suele ser, que es mejor preocuparse de tus propios intereses porque por más que lo intentes no podrás contentar a todos. Especialmente hay personas que son "incontentables", tal vez porque tienen problemas propios que se reflejan en su relación con los demás. Con esa clase de gente lo mejor es intentar guardar las distancias todo lo posible.




lunes, 20 de enero de 2014

Nadie escarmienta en cabeza ajena.

Cuando tienes hijos te hartas de dar consejos y, cuando crees que les has convencido y te van a hacer caso, resulta que hacen todo lo contrario. Da igual que tengas mil argumentos, mil anécdotas para ilustrar tu opinión, acabarán haciendo lo que les parezca. Es lo malo que tiene la falta de memoria en la infancia, que la mayoría de lo que crees que les has enseñado se les olvida al llegar a la adolescencia. Así que acaban cayendo en todos los errores sobre los que ya les habías advertido. Supongo que a nosotros también nos pasó lo mismo en su momento. La experiencia de otros no sirve para evitar los problemas futuros.

Realmente es una pena que se desperdicie de esa manera el capital de conocimientos de los mayores, pero es algo que ha ocurrido siempre y siempre ocurrirá. A veces pienso en un mundo ideal donde los hijos hicieran caso de sus padres y no tuvieran que pasar por tantas situaciones comprometidas. Pero luego me doy cuenta de que tal vez no aprenderían nada tampoco, porque se aprende mucho de la experiencia propia, más que de los libros o lo que te cuenten. Supongo que es necesario que cada generación vuelva a cometer sus propios errores, pero resulta bastante desesperante cuando los perjudicados son tus propios hijos.

viernes, 17 de enero de 2014

El que mucho habla, mucho yerra.

Como ya soy veterana en el mundo de los blogs, se puede decir que he tenido toda clase de experiencias positivas y negativas. Cuando uno escribe en un medio público se supone que está dando permiso a los demás para opinar. Lo difícil es delimitar donde acaba la libertad de expresión y empieza el respeto. Por que al fin y al cabo un blog sigue siendo un espacio particular aunque esté abierto a comentarios. Durante mucho tiempo yo lo he entendido de ese modo y permitía opiniones anónimas confiando en que sabrían moderarse en los límites de la educación, pero la verdad es que no era así en la mayoría de los casos.

Internet es un lugar donde sale a relucir todo lo bueno y lo malo de las personas con la ventaja de no tener que dar la cara, lo cual favorece situaciones incómodas. Así que tuve que quitar la opción de anónimos y me bajaron las visitas. Es el precio que hay que pagar. Volviendo al refrán, creo que las redes sociales favorecen la verborrea que luego acaba provocando muchos problemas. Por eso yo no quiero tener twitter ni whassap, porque me parece que escribir tan rápido, sin tener tiempo para pensárselo bien es una equivocación. Una vez que le das al botón de enviar ya no tiene remedio. Es mejor practicar la virtud de la prudencia.

jueves, 16 de enero de 2014

El que algo quiere, algo le cuesta.

La cultura del esfuerzo es eso que teníamos antes que nos decía que para conseguir algo había que poner de tu parte. No sé cuándo ni cómo esa mentalidad desapareció y ahora se supone que tenemos derecho a todo sin pedir nada a cambio. Pero la vida no funciona así. Lo cierto es que lo normal es que, quien tiene casa, coche y demás, sea porque se lo ha trabajado duramente. Luego están las excepciones, pero si no es el nieto será el abuelo el que ha conseguido el dinero necesario. Lo que está claro es que pocas cosas se consiguen sin esfuerzo. Incluso en las relaciones de amistad y de pareja hay que trabajarlo.

Luego, aparte del esfuerzo está la suerte o la habilidad que tenga cada uno que marcan la diferencia. Por ejemplo, en el blog yo he conseguido mantener un número de lectores más o menos estable pero no lo incremento, tal vez porque mi temática no es muy popular, o porque no tengo el don necesario. Lo que ocurre es que, como necesito escribir y tengo poca inspiración, aprovecho los refranes para sacar un tema de conversación. De ese modo mantengo el blog vivo sin que me cueste demasiado. En otras épocas le he dedicado mucho más esfuerzo y he conseguido mucha más difusión que ahora, pero cada uno sabe hasta qué punto le compensa la dedicación en cada momento.

miércoles, 15 de enero de 2014

De donde no hay, no se puede sacar.

Esto me recuerda otro refrán: donde hay madera sale barco, que viene a ser justo lo contrario. El problema está en saber cuándo hay madera, o cuando vale la pena seguir intentando algo o sólo estás consiguiendo desmoralizarte sin remedio. El libro de la vida es toda una incógnita. Por no saber, no sabemos ni cuántas páginas nos quedan por leer. Así que una de las incertidumbres más duras que existen es precisamente la de no saber cuándo una lucha sirve para algo o sólo es un desgaste innecesario más en tu vida. Ojalá las causas necesarias tuvieran alguna clase de señal que nos indicara el camino a seguir.

Yo solía ser muy optimista de joven, aunque nadie lo diría. Siempre intentaba ver el lado positivo. Me temo que la vida me ha ido haciendo muy excéptica. Ahora pienso que hay gente que no tiene remedio y pensamientos o ideologías que no tienen un lado bueno, por mucho que te esfuerces en buscarlo; o que sus contras superan con mucho a sus pros. De manera que ya no estoy dispuesta a apostar por cualquier causa. De hecho ya no me comprometo con nada. Supongo que es una pena haber perdido ese precioso idealismo de la juventud, pero es una coraza que intenta impedir que me hagan más daño, aunque no siempre lo consiga.

martes, 14 de enero de 2014

Cree el ladrón que todos son de su condición.

Otro refrán con un gran fondo de verdad. Es curioso pero la gente que tiene por costumbre mentir, por ejemplo, se creen que todos mentimos, así que se vuelven muy desconfiados. Así pasa con la gente que comete pequeñas infracciones, como aparcar en segunda fila, defraudar a Hacienda, etc. Supongo que lo consideran algo tan natural que les choca saber que hay gente que no lo hace. Pensarán que somos tontos los demás, me imagino. Sin embargo, cada cual tiene su escala de valores y lo que a uno le parece tan normal a otro le puede parecer intolerable. Es como quien es siempre puntual, y quien siempre llega tarde.

En ese sentido yo nací muy inocente, por no decir tonta, y me costó años darme cuenta de que no todo el mundo actúa con buena fe. Ahora me he pasado al otro extremo y veo malas intenciones por todas partes, pero qué le vamos a hacer. Es lo que sucede cuando te han decepcionado demasiadas veces. Creo realmente que la gente que nace con pocos escrúpulos tienen una ventaja evolutiva. Ser tan sensible y delicada como yo no me ha traído más que disgustos. Así que me hubiera gustado ser más ladrón y menos buen samaritano. Está feo que lo diga, pero ya sabéis que ando muy negativa últimamente. A ver si se me pasa.

lunes, 13 de enero de 2014

El hábito no hace al monje.

Este refrán invita a no fiarse de las apariencias. Además se refiere especialmente a las personas con un aspecto irreprochable, como los monjes. Generalmente cuando vemos a alguien con aspecto formal tendemos a pensar que se trata de una persona responsable y la verdad es que suele ser lo cierto, mientras que los que llevan un aspecto más descuidado suelen ser gente más informal. Sin embargo, no por el hecho de llevar una ropa determinada o pertenecer a un estamento esto garantiza, por desgracia, el buen comportamiento. De todo hay en la viña del Señor. Hay quien se arregla o desarregla por distintos motivos.

Tomando literalmente el refrán, en este blog estoy acostumbrada a recibir críticas a la Iglesia Católica, algunas realmente surrealistas, por cierto. No puedo negar que hay gente que no es digna de vestir hábitos, pero lo raro sería que todos fueran incuestionables. Estamos hablando de personas como los demás, con unos votos determinados, pero no de santos en vida. Así que es inevitable que algunos fallen a veces gravemente. Sin embargo yo sigo defendiendo que la inmensa mayoría tienen un comportamiento ejemplar y, por tanto, compensan sobradamente las malas costumbres que puedan tener unos pocos, aunque eso no les disculpe.

viernes, 10 de enero de 2014

Cada maestrillo tiene su librillo.

Siguiendo con los maestros, es fácil dar consejos sobre todo pero no es tan fácil seguirlos. La experiencia vital de dos personas nunca es igual y por eso tomamos diferentes decisiones ante los mismos problemas. De ahí viene que cada cual es su propio maestro. Eso no significa que todas las fórmulas funcionen igual de bien. Hay múltiples factores por medio. Sin embargo, no se puede negar que existen fórmulas que han demostrado ya sobradamente su inutilidad. Me refiero al comunismo y a otros extremismos de tipo religioso o similar. De vez en cuando, algún lider intenta resucitar el viejo invento con nuevas palabras pero en el fondo es lo mismo.

Yo huyo del populismo y de los regímenes personalistas. Me parecen un grave error. No hay más que ver lo que sucedió con Berlusconi en Italia.. Cuando alguien deja de ser famoso por su trabajo y empieza a ser un personaje público en sí es fácil que acaben con desmanes y excesos hasta caer en la corrupción. Yo creo que lo de tener ideas propias está bien hasta cierto punto, siempre que uno se deje guiar y aconsejar por la historia de lo que otros han hecho antes y por el ejemplo de lo que están haciendo en otros lugares. Querer ser autodidacta tiene el peligro de errar totalmente, sobretodo cuando uno se siente una especie de mesías a salvo de todo fallo humano.

jueves, 9 de enero de 2014

Aprendiz de todo, maestro de nada.

Esto es algo que nos podemos aplicar casi todos. Incluso cuando crees que ya lo sabes todo sobre algún tema, surge algo nuevo que te hace dudar. Supongo que ahí está la gracia precisamente de la vida; si ya lo supiéramos todo tendría pocos alicientes. Este refrán creo que se aplica más bien a la gente que no está especializada en ninguna labor y pretende saber de todo. Son los típicos que pontifican sobre cualquier tema que surja en una conversación. Resulta bastante molesto. Pero bueno, si a ellos les hace felices pensar que saben realmente de todo, es mejor seguirles la corriente que andar intentando romper sus certidumbres. Aparte de que no es nada fácil porque suelen tener sus argumentos fuertemente entrelazados.

Se refiere también a personas inconstantes que cada mes emprenden una nueva labor y siempre lo dejan todo a medias. Luego está el caso contrario. Por ejemplo, el otro día me tocó cita con una doctora que resulta desagradable porque está tan convencida de todo que ni siquiera te deja expresar tus inquietudes o contarle tus propios síntomas, que se supone que los conoces mejor que ella. No dudo de que sea un gran médico, pero un poco de humanidad ayudaría mucho en el trato con el paciente y creo que sería positivo para aclarar bien las circunstancias. A veces vas a la consulta y te hacen sentir invisible. En todo tiene que haber un término medio.

miércoles, 8 de enero de 2014

Quien tiene boca se equivoca.

Y quien habla de más, más todavía. El otro día en la peluquería me tocó escuchar a mi pesar a la clásica señora bien que se dedica a contarle sus cuitas a las empleadas, las cuales, pobrecillas, no tienen más remedio que seguirle la corriente porque para eso las pagan. Estuvo casi una hora despotricando contra un centro comercial por un error que había cometido con la talla de una chaqueta Versace, por supuesto, que se había comprado. Por suerte las palabras no matan o estaría el establecimiento ya lleno de cadáveres. Parece mentira como hay gente a la que le gusta tanto llamar la atención a cualquier coste.

Ni el tema daba para tanto ni los demás teníamos el menor interés en ello. En el fondo es triste que alguien tenga que utilizar las peluquerías para desahogarse de quién sabe qué frustraciones personales. Pero lo que está claro es que la mejor manera de no meter la pata es hablar lo menos posible, y sobretodo procurar no hablar cuando estás disgustado, que es cuando surgen todos los pensamientos que no quisieras tener y menos sacar a la luz. Claro está que callarse demasiado puede hacerte enfermar incluso, pero como dice otro refrán, uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios. Gran frase.

martes, 7 de enero de 2014

Al mal tiempo, buena cara.

Un buen consejo, sin duda, aunque difícil de seguir. A mí siempre me llama la atención como hay tanta gente que vive en países donde llueve casi todo el año y hace frío y, sin embargo, consiguen seguir adelante con sus trabajos y sus relaciones como si nada. Aquí pasan dos días lloviendo y España se paraliza; no digamos ya si nieva. Será la falta de costumbre. Estamos hechos al sol y poder caminar al aire libre mientras en otros lugares hacen más vida a cubierto. Eso demuestra la adaptabilidad que tiene el ser humano, pero a mí lo que realmente me extraña es que no se depriman. Será porque yo tengo tendencia.

Así que este consejo no lo sigo nunca. Soy de las que se ahogan en un vaso de agua. Siempre he sido así desde pequeña. Hago una montaña de un grano de arena. Me gustaría de verdad ser más fuerte pero supongo que cada cual es como es y eso es todo. Admiro mucho a las personas que saben poner buena cara en las peores circunstancias. Precisamente tengo una amiga que es única en ese terreno: huérfana, operada de obesidad, con varices graves, un brazo inútil y un hermano minusválido, sin embargo es la persona más positiva que conozco e irradia alegría de vivir casi todo el tiempo. Me gustaría que se me pegara algo de ella pero ya lo veo difícil a estas alturas.

sábado, 4 de enero de 2014

Soy culpable

Echo de menos a mi padre y me siento un poco rara, porque cuando le digo a alguien que murió con ochenta y seis años me dicen que tuvo mucha suerte, que ellos lo perdieron mucho antes, y lo comprendo. Es como cuando se te muere una mascota, salvando las distancias, la gente no entiende que sufras por un animal de compañía. También se supone que no deberías pasarlo mal por la muerte de alguien que ya cumplió con creces su papel en la vida. Es cierto, pero el vacío es el mismo. Yo también me repito que no es para tanto, pero se trataba de mi padre. Me da la impresión de que soy la única que lo sufre así.

Al fin y al cabo mi padre y yo nunca nos entendimos bien. Éramos demasiado diferentes. Él era fuerte, dinámico, vitalista, responsable; yo todo lo contrario. Congeniaba muy bien con mi hermana y ella y yo somos opuestas. Yo he salido más a madre, aunque curiosamente ellos dos se llevaban muy bien. Sin embargo, mi madre lleva su ausencia mejor de lo esperado, tal vez porque su memoria  funciona muy a corto plazo. Yo en cambio sigo teniendo recuerdos muy vivos de los últimos años, en los cuales creo que me relacioné con mi padre más que nunca, aunque en las peores circunstancias. Tal vez por eso no consigo asumir su ausencia, porque me hubiera gustado tener una mejor relación.

viernes, 3 de enero de 2014

A la cama no te irás sin saber una cosa más.

Sin duda es cierto, pero a veces hay cosas que preferirías no saber. Es inevitable que tu cerebro vaya absorbiendo experiencias y datos de todo lo que ocurre alrededor. A veces esto te hace sentir un poco saturado. Hoy en día tenemos demasiada información pero muy superficial. Se debe a la costumbre de leer sólo los titulares de las noticias. Yo también lo hago. Y luego las redes sociales con su número determinado de caracteres que impiden que se pueda tener una información veraz y detallada sobre cualquier asunto. Así todo se queda en cuatro frases destacadas y luego la gente extiende rumores y noticias que sólo son verdad a medias.

Por ejemplo, respecto del Papa Francisco, algunos medios progresistas se pasan el día sacando frases de contexto para dar a entender que a la Iglesia ya no la va a conocer ni su madre con este pontificado. Sin embargo, lo cierto es que este Papa defiende los mismos postulados que los anteriores respecto al divorcio, el aborto o la homosexualidad. Simplemente prefiere hablar de otros temas y hacer gestos mediáticos que son muy bien recibidos por los no creyentes, como el hecho de renunciar al coche oficial. Pero eso no son más que detalles que no afectan a lo esencial. Hay que saber distinguir lo básico de lo superfluo.

jueves, 2 de enero de 2014

A grandes males, grandes remedios.

Se refiere a cuando hay que tomar una decisión drástica para solucionar un problema importante. Por ejemplo, si se te quema la comida y tienes que llamar a un servicio de comida a domicilio. Esa clase de cosas. Ojalá siempre existiera un gran remedio para cada gran mal. A menudo no te queda más opción que sentarte a esperar a ver si se soluciona sólo, rezar todo lo que sabes y cruzar los dedos. Yo creo que una de las cosas de hacerse mayor es que ya no crees en el pequeño milagro que te va a sacar del atolladero. Sabes que las soluciones complicadas suelen ser a largo plazo y no se puede esperar atajos que te salven a tiempo.

Volviendo al tema de la educación en España, existe un problema estructural derivado de la falta de control persistente durante décadas. Ahora que muchos se han acostumbrado a disfrutar de sus privilegios adquiridos, vete tú a decirles que tienen que ganarse el salario con el sudor de su frente. La educación de los niños en España está en un nivel ínfimo porque se ha estado haciendo la vista gorda demasiado tiempo respecto a la preparación del profesorado, los requisitos mínimos para el aprobado y los contenidos del estudio. Para solucionar esto a largo plazo haría falta una ley mucho más estricta y completa que la que se ha aprobado.

miércoles, 1 de enero de 2014

A caballo regalado no le mires el diente.

Este refrán viene de la costumbre de mirarle la dentadura a los équidos para comprobar su edad y su estado físico. Así que se refiere a no ser demasiado exigente con aquello que has conseguido sin esfuerzo alguno, porque te lo han dado. Naturalmente, de bien nacidos es ser agradecidos y queda muy mal quejarse de los regalos incluso aunque sepas que no han hecho ningún esfuerzo por agradarte, que a veces sucede. En esta época que vivimos de tanto obsequio forzoso no es extraño que el regalador no acierte o que el regalado no quede satisfecho, aunque sólo sea porque ya tiene ese producto y repetido varias veces.

Sin embargo, yo llevaría este refrán por otros derroteros, como me gusta hacer siempre y quiero referirme a la educación y la enseñanza pública. Hay quien piensa que todo lo que viene del estado es un regalo. No es así. Lo pagamos con nuestros impuestos. Por tanto, resulta lógico que seamos exigentes con los resultados y que no nos conformemos con cualquier cosa. Es bien conocida la costumbre de algunos funcionarios de esforzarse al mínimo, porque total, van a cobrar igual a fin de mes. Pero cuando se trata de la salud y la educación deberíamos exigir lo máximo posible incluso aunque lo consideremos algo sobreentendido.