Se refiere a dejar algo por imposible y esto me suena muy familiar. Yo he tirado la toalla muchas veces ya a lo largo de mi vida. Cuando decidí no estudiar una carrera, cuando dejé de trabajar y ahora más recientemente, cuando he tomado la decisión de dejar este blog y relajarme un poco. Se tira la toalla cuando ves que todos tus esfuerzos son inútiles o que no valen la pena. Cuando uno es joven e idealista te crees que todo está a tu alcance y luego tienes que empezar a descartar porque ves que no es posible. Y cuando ya has pasado de la mediana edad, te vas quedando sin opciones rápidamente y no te queda más remedio que conformarte con lo que hay.
Tirar la toalla es duro pero a veces es la opción más sensata para no pasarse el día luchando con gigantes que resultan ser molinos de viento. Lo que ocurre es que a menudo somos demasiado ambiciosos y nos creemos capaces de grandes hazañas como don Quijote, pero según pasa el tiempo descubres que no es tan fácil, que depende mucho de la suerte y de las circunstancias. No todo está en tu mano para conseguirlo. Yo tuve que renunciar a dominar idiomas porque sin vivir en el extranjero es casi imposible. Pero hay otras renuncias que son mucho más dolorosas y sólo espero que mis hijos no tengan que pasar por ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Espero vuestras opiniones siempre que vengan con educación y respeto.