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Nubes sobre el Mar

Nubes sobre el Mar
Cuadro pintado por mi hija pequeña

lunes, 20 de enero de 2014

Nadie escarmienta en cabeza ajena.

Cuando tienes hijos te hartas de dar consejos y, cuando crees que les has convencido y te van a hacer caso, resulta que hacen todo lo contrario. Da igual que tengas mil argumentos, mil anécdotas para ilustrar tu opinión, acabarán haciendo lo que les parezca. Es lo malo que tiene la falta de memoria en la infancia, que la mayoría de lo que crees que les has enseñado se les olvida al llegar a la adolescencia. Así que acaban cayendo en todos los errores sobre los que ya les habías advertido. Supongo que a nosotros también nos pasó lo mismo en su momento. La experiencia de otros no sirve para evitar los problemas futuros.

Realmente es una pena que se desperdicie de esa manera el capital de conocimientos de los mayores, pero es algo que ha ocurrido siempre y siempre ocurrirá. A veces pienso en un mundo ideal donde los hijos hicieran caso de sus padres y no tuvieran que pasar por tantas situaciones comprometidas. Pero luego me doy cuenta de que tal vez no aprenderían nada tampoco, porque se aprende mucho de la experiencia propia, más que de los libros o lo que te cuenten. Supongo que es necesario que cada generación vuelva a cometer sus propios errores, pero resulta bastante desesperante cuando los perjudicados son tus propios hijos.

14 comentarios:

  1. La propia experiencia es la única que aceptamos. Esto es así. Como madre comprendo lo que me dices, pero me convenzo a mi misma de que la forma de caerse y levantarse es la que les va haciendo más fuerte y más sabios. Con los años te das cuenta de que deberías haber hecho más caso a tus padres, o a un profesor, pero.....

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    1. Todos cometemos los mismos errores generación tras generación. Un beso.

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  2. Mi suegra suele decir que los consejos con dinero, con los hijos sobre todo.

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  3. Creo que una cosa son los consejos y otro las enseñanzas.
    Cada uno vemos las cosas de una forma diferente, así que es muy difícil que alguien pueda escarmentar en cabeza ajena, básicamente porque no lo ve como la persona que aconseja.
    Besazo

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  4. Compartir la vida nos hace más felices,
    compartir la alegría incrementa nuestra felicidad,
    compartir nuestras lagrimas libera nuestros sentimientos de un gran peso,
    compartir nuestros sueños nos brinda más posibilidades de alcanzarlos,
    compartir con los demás nos abre un mundo de posibilidades incalculables...
    Como incalculables son los aventajados latidos de las emociones,
    que diligentes parten a reunirse con las vivencias y rimas que tu intelecto
    ha expuesto para ennoblecer el espíritu de quienes las estamos leyendo.

    ¡Te deseo que disfrutes del comienzo de una maravillosa semana!

    Un abrazo besando las brisas
    Y un beso abrazando las sonrisas.

    Atte.
    María Del Carmen






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  5. Oh sí! Desesperante. Me tranquiliza saber que es habitual que lo que te has pasado toda la niñez tratando de que adquieran, y cuando crees que lo has conseguido, al llegar a la adolescencia parezca que involucionen, porque yo hay ratos que no puedo comprenderlo.
    En la adolescencia no sólo es que no sirva de nada tu experiencia, sino que si el consejo parte de ti es automáticamente descartado, no tenemos credibilidad ninguna. En fin...ya les tocará, ya, esa es la venganza, saber que lo más seguro es que vivan esa etapa como padres y madres, y yo como abuela mala me pienso reir todo lo que pueda.
    Besos

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  6. Pues sí, es habitual, aunque con unos hijos tienes más éxito que con otros. Depende del carácter de cada uno. Yo también espero la venganza.:) Un beso.

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    1. Lo aprendido no se evapora; después de la adolescencia, se "recuerda" :)

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Espero vuestras opiniones siempre que vengan con educación y respeto.