Eso decía la Madre Santa Teresa de Calcuta. Cuanto más se ama, más se sufre. A veces me pregunto si mi depresión tiene remedio o si sirven de algo tantas pastillas, cuando tendrían que recetarme algo de amnesia. Pero una vida sin recuerdos no vale la pena. No puedo evitar seguir queriendo a la gente que no se acuerda de mí o incluso a los que me desprecian. No puedo evitar sufrir por las injusticias, el hambre y la guerra en el mundo. Cuando pienso en las personas que mueren cada día por enfermedades evitables, por violencia, o por abortos antes de nacer, es como si me clavaran miles de agujas microscópicas, que me siento ya como un acerico y no me quedan huecos libres en todo el cuerpo para más.
Sé que no me sirve de nada ese dolor. Que las cosas son como son y yo no tengo poder para cambiarlas. Sufro por los ancianos solos en las residencias a los cuales nadie visita, por los enfermos crónicos a los que nadie consuela. Sufro por tantas muertes inesperadas en accidentes o enfermedades graves. Pero, es que cada otoño, además, me acuerdo de los polluelos que han nacido al final del verano y, posiblemente, no puedan sobrevivir a las primeras lluvias y fríos. Me apeno incluso por los árboles que florecen antes de tiempo en invierno y al poco pierden sus flores en las heladas. Tengo presentes también a los insectos, a los que me niego a matar si no es imprescindible. A veces pienso que cargo con el dolor del mundo sobre mis espaldas, pero, si no lo hiciera, no sería yo misma.
Cierto...es que no serías tú misma....pero tienes que conseguir que tu alma mantenga la distancia suficiente para observarlo y si puedes mejorarlo con serenidad. Un besito
ResponderEliminarTe has hecho responsable de algo que no te corresponde. Por dificil que se hay que saber sufrir lo justo, hasta donde se puede llegar, porque si no nuestra vida se convierte en un infierno. Tampoco hay que pasar de todo. ¿Qién no se conmueve ante una injusticia, un asesinato, un aborto? Pero una cosa es ser sensible y otra hacerte participe del dolor de los demás. Espero que lo aceptes pronto porque si no vas a sufrir mucho. Besos y ánimo
ResponderEliminarAna
Veo que la primera entrada programada ha salido bien... jajajajaja.
ResponderEliminarEspero que todo te esté saliendo genial y que te lo estés pasando fenómeno.
Chica... no eches a tus espaldas todo el dolor ajeno, te hará mucho daño y no puedes cargar con tanto peso.
Cada uno con lo suyo... y Dios con lo de todos.
Muchísimos bicos...
Te había dejado un comentario pero no sé si es que nose ha publicado o no lo has aprobado. Te ecía en él, que no debes hacerte participe detodas ls cosas malas del undo. Sé que es dificil, pero hay que intentarlo, porque sino, nunc vivirás tranquila. Bien está ue lo personal te duela, pero sentirse ml como si fuera propio por lo que se ve en la prensa, es ya sufrir demasiado. Hay que verlo todo en su justa medida. Ni ser de piedra, ni sentirnos responsables. Besos
ResponderEliminarAna
No desesperes :))))))))))))))
ResponderEliminarSusana, espero que el viaje haya ido estupendo, para eso si que no es recomendable la receta de amnesia... Vale, puede que en algún momento necesitáramos algunas dosis de esa receta, pero dejaríamos de ser parte de nosotros. Besos!
ResponderEliminarWinnie. Guardar la distancia es la clave, es cierto.
ResponderEliminarLeles. Todo salió bien, gracias. Ya sé que no puedo cargar con ese peso, pero no puedo evitarlo.
Besos.
Es curioso porque mi madre me dijo cuando era pequeña que, con esa manera de ser, iba a sufrir mucho, y todavía no he conseguido controlarlo. Un beso.
ResponderEliminarTomae. Amnesia en pequeñas píldoras, no iría mal. Un beso.
ResponderEliminarCargar con el lastre del dolor sin más no aporta nada, hay que aprender las lecciones y provocar las cicatrices, de nada sirve mantener ninguna herida supurando. Vivir el presente, dar gracias por lo que AHORA somos y es esencial no sufrir ni por el antes y menos por el mañana, tan improbable como incierto. Búscate y encuéntrate, entra en paz.
ResponderEliminarSergio. Lo estoy intentando con la psicóloga. Gracias. Un beso.
ResponderEliminarYo también lloro cuando veo sufrir a un animalito. También lloro y he llorado con atentados terroristas, con calamidades del mundo. Con películas. Con la muerte de seres queridos, especialmente con la de mi madre. Tambien he creído morirme de amor en dos ocasiones en mi vida. En la última casi lo hago. Y lo he superado todo. Aún no creyendo mucho en Dios, y como dice una amiga mía " Que Dios no nos mande todo lo que somos capaces de soportar"... Pobre del que no sienta este amor porque jamás sentirá que está viviendo.
ResponderEliminarPrecioso blog. Me gusta. Un saludo.
Bienvenida Lua. Somos muy parecidas. un beso.
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