Vistas de página en total

Nubes sobre el Mar

Nubes sobre el Mar
Cuadro pintado por mi hija pequeña

miércoles, 16 de noviembre de 2011

La esperanza

Cuando las cosas se ponen difíciles y las situaciones se alargan en el tiempo, resulta difícil mantener viva la esperanza. Yo me agarro a la fe y a la oración (que no falte). De hecho rezo varias veces al día. Pero, aún así, supongo que hay cosas que están fuera de nuestro alcance por razones que no somos capaces de comprender. Igual que hay tantos procesos en el cuerpo humano de los que apenas intuimos su funcionamiento. Cultivar la esperanza debería ser una obligación para toda persona, y más para un cristiano. La otra alternativa es aislarse de todo y de todos. De ese modo, te vuelves un ser insensible a quien nada le afecta; pero eso no es vida: es vegetar dejando pasar el tiempo hasta su fin natural o el suicidio.

Sin embargo, como todo en la vida, es más fácil de teorizar que de llevar a cabo la esperanza. Hay momento en los cuales el corazón puede al cerebro y la reflexión no sirve de nada; ni tampoco los buenos consejos de aquellos  que se preocupan por ti. Pero la esperanza es como el nuevo amanecer que siempre sigue a la larga noche. Sabes que siempre vuelve y ese conocimiento te sostiene en los momentos más duros. Aún sabiendo que hay problemas cuya solución no verás en tu vida, no queda más remedio que aprender a vivir con ello. Más que nada, porque no estás solo. Otros dependen de ti y de tu estado de ánimo. Por eso, a veces me gustaría tener una goma para borrar todo lo que me obsesiona, conservando lo que me hace feliz. Pero, como eso es imposible, no me queda más remedio que aferrarme a la esperanza como a un clavo ardiendo.

15 comentarios:

  1. Y al aferrarnos a esa esperanza encontramos el camino. La fe mueve montañs, dicen, y yo creo que es verdad.
    Besos
    Ana

    ResponderEliminar
  2. Y es que la esperanza, es lo último que se pierde

    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Ana. Es que no nos queda más remedio.
    Vane. Si pierdes eso te hundes.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Querida Susana:
    Que te des cuenta de lo que te está pasando ya es un gran paso.
    Cuando no logramos ver el final del túnel intentamos encender nuestra linterna. Según cómo lo veamos podremos percibir más o menos luz. Artificial, sí, pero que nos ayuda a alcanzar el esplandor de la salida.
    Tener Fe y Esperanza es lo que nos identifica a los cristianos. Cada vez pienso más en estas ideas y cada vez me ayudan más.

    Biquiños gordos

    ResponderEliminar
  5. ¿Quieres creer que desde que se "fue mi madre" tengo mucha más esperanza en mi vida en general..Creo que las cosas al final...de una forma u otra salen...Un gran beso y abrazos de esperanza

    ResponderEliminar
  6. La esperanza es lo último que se debe perder, siempre hay alguna razón para seguir adelante!
    Besines

    ResponderEliminar
  7. Leles. No sé qué haría yo sin la Fe y la Esperanza.
    Vane. La razón principal son mi marido y mis hijos.
    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Winnie. Tal vez la clave esté precisamente en pasar por lo que tanto se teme, pero el momento de la espera es muy duro. Un beso.

    ResponderEliminar
  9. No sé tú, Susana. Yo soy un poco cabezona. Y cuando las cosas se ponen patas arriba tengo que decirme a mí misma: oye...que tú no lo dominas todo... vete a saber qué saldrá de esto... no tienes la respuesta a todas las incógnitas. Es entonces cuando asoma la cabeza la Esperanza. Menos mal. Porque si lo pudiera entender todo, entonces sería Dios. Y me acuerdo de esa jaculatoria que tanto repetía mi abuela: "Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío". Y tengo que pronunciar despacio esta palabra: con-fí-o. También me acuerdo de ese pasaje del Evangelio en el que se explica que Dios tiene contados incluso el número de nuestros cabellos... que si cuida a las aves con tan bellos plumajes y las mima ¿qué no hara por nosotros?
    Total, Susana, que ya se ve que la Esperanza se me esfuma a menudo...

    Gracias por el post.
    Un beso

    ResponderEliminar
  10. La mayoría de las cosas se nos escapan, Susana, y raras veces logramos lo que anhelamos. No existen ni vidas ni personas perfectas y todos andamos en el mismo camino. Lo que tenemos, aun cuando echemos cosas en falta, es lo que necesitamos, ni más ni menos. Como bien dices, es más fácil la teoría que la práctica, pero aceptar lo que uno es y lo que tiene es la llave que te abre la puerta de la felicidad; sin aceptación, no hay gozo. La esperanza es una bonita palabra, muy necesaria en estos tiempos que corren. Aferrémonos a ella, pues. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Sunsi. Es muy bonito ese pasaje del Evangelio. Yo también creo que todo sucede por una razón. El problema es que la razón no está al alcance de nuestra comprensión. Un beso.

    ResponderEliminar
  12. Zambullida. Aceptar lo que te ha tocado vivir a veces resulta duro pero no hay otra salida. Yo también recuerdo mucho la frase "Los caminos del Señor son inescrutables". Un beso.

    ResponderEliminar
  13. Te regalo estos versos que un día me regalo a su vez mi mamá:

    "Cada día Dios cuelga el sol en tu ventana,
    para que tus días estén llenos de luz,
    tus labios de sonrisas,
    y tu vida de esperanza"

    y tu vida de esperanza...
    Solo basta esperar un poco y apreciar que cada día Dios nos regala nuevos días...
    Un abrazo y un beso.

    ResponderEliminar
  14. Qué bonita frase. Gracias. Un beso.

    ResponderEliminar

Espero vuestras opiniones siempre que vengan con educación y respeto.