Vistas de página en total

Nubes sobre el Mar

Nubes sobre el Mar
Cuadro pintado por mi hija pequeña

jueves, 20 de octubre de 2011

La angustia

Es difícil explicar por qué un día sientes que te cuesta respirar. Tu pulso se acelera pero al mismo tiempo no tienes ganas de nada. Te da la impresión de que te olvidaste de algo importante, de que no has cumplido con tus objetivos, que estás viviendo a medio gas. Pero no sabes encontrar dónde está el problema. Tal vez porque no existe tal problema o no está en tus manos resolverlo. Parece fácil aconsejar en estos casos eso de "relájate", pero si fuera fácil ya lo habríamos hecho. Cuando tu vida se convierte en una sucesión de preocupaciones, con o sin fundamento, cuesta mucho autoconvencerse de que no sirve de nada mantener esa actitud. No es capricho, es una enfermedad.

Tengo depresión y ansiedad. El primer tratamiento parece que funciona algo mejor la mayor parte del tiempo. Pero la ansiedad es muy difícil de controlar. Basta el más mínimo inconveniente, algo inesperado sin mayor importancia para que mi mundo se ponga boca abajo. Y el caso es que me apetece hacer cosas nuevas y tener experiencias, pero llegado el momento me gustaría meterme en la cama y no salir en todo el día. Así que una parte tira de mí y otra me retiene. Entretanto, se supone que tengo que ocuparme de una casa y de cuidar a mi familia, cuando soy yo la que necesita cuidados... Pero me ha tocado vivir con esto desde hace ya demasiado tiempo y sé que tampoco tengo tantas razones para lamentarme.

20 comentarios:

  1. Te entiendo perfectamente y no voy as decirte nada. Yo no llego a tanto, pero algo me pasa. El problema yo lo veo cuando los que están a tu alrededor piensan que exageras y que sólo quieres que estén pendientes de tí.
    Mucho ánimo
    Ana

    ResponderEliminar
  2. Mi familia por suerte lo entiende bien. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. ANIMO Susana. Yo te entiendo perfectamente...tómate tus tiempos...respira profundo...¡vale la pena y es por tu bienestar! Un besote

    ResponderEliminar
  4. Animo, Susana. La ansiedad es muy dura, como bien dices si se presenta uno no sabe como pararla. Intenta pensar en positivo.

    ResponderEliminar
  5. Nunca he experimentado la depresión, y la angustia... la he vivido en algunos momentos de mi vida, pero siempre ha sido pasajera.
    Así que no te puedo aconsejar nada :(.

    ResponderEliminar
  6. Susana. Hermosa...Me ha llegado al alma la frase
    "se supone que tengo que ocuparme de una casa y de cuidar a mi familia, cuando soy yo la que necesita cuidados..." Pasa el tiempo y "el personal" se acostumbra a que tires de un carro que para ti es como el trailer de un camión de carga pesada. Si tuvieras que ir todos los días a enchufarte a esas máquinas de diálisis sería evidente... Empieza de verdad el otoño. Y los "otoñados" caen como moscas sin necesidad de insecticida. La vida continúa y tú no puedes con tu alma. Es verdad que lo entienden, pero si tú te paras se paraliza todo.

    Un beso y una oración desde Tarraco. ¿Te llega?

    ResponderEliminar
  7. En temas de depresion no puedo decirte gran cosa, pero te entiendo muy bien con el tema de la ansiedad.Uno no puede controlar eso, y la más pequeña cosa puede hacer que estalle un brote. Animo.

    ResponderEliminar
  8. Winnie. Por suerte, no trabajo y puedo administrar mi tiempo.
    Modestino. A veces me da la impresión de que pasa algo malo, aunque no sea cierto. Es un problema.
    Kuahsar. No te preocupes. Tampoco tiene mucho arreglo.
    Besos.

    ResponderEliminar
  9. Sunsi. Pues sí, pero en casa ya se están acostumbrando a que algunos días no puedo con nada. No me recuerdes la diálisis (mi padre):( Me llega todo. Gracias.
    Pikifiore. Es como un motor acelerado, ¿verdad?. No hay manera de ralentizarlo.
    Besos.

    ResponderEliminar
  10. Gracias a todos por vuestros buenos deseos. Este estado de ánimo ya forma parte de mi vida, pero tengo días mejores y peores. No siempre me encuentro tan afectada.

    ResponderEliminar
  11. Susana, te comprendo es bien difícil superar la angustia y la depresión la he sentido a veces, no me dura mucho. Quizas un pasatiempo, que te apasione puede ayudarte. Bexos

    ResponderEliminar
  12. Te entiendo muy bien. Yo pasé unos años tremendos en los que la depresión, la angustia y el insomnio eran el pan de cada día. A mí, la verdad, nadie me comprendía y era, además, muy joven. No lo borraría de mi vida ( ni eso ni nada); me sirvió. Todo vale, todo ¡Ánimo, niña!

    ResponderEliminar
  13. Marilyn. Tengo clases de francés y las disfruto, pero me cuesta mucho ir.
    Vane. Gracias.
    Zambullida. Yo insomnio no tengo, gracias a Dios.
    Tomae. Me sirve.
    Besos.

    ResponderEliminar
  14. Conozco bien la depresión y la ansiedad, por haberlas vivido personas cercanas a mí. Lo más importante es la actitud, la tuya y la de los que te rodean. Si te comprenden y apoyan, tienes motivos para alegrarte.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  15. Es cierto. Por eso no debería lamentarme. Un beso.

    ResponderEliminar
  16. No sabes lo mucho que te comprendo. Simplemente se consciente de que existe la salida de ese hórrido túnel. Y la luz. La comprensión de los demás, aunque te niegues a aceptarlo (para seguir volando sobre tu ego), te es esperanzadora y te beneficia más de lo imaginable. No te aferres a lo que las emociones, el ego. Y si lo haces vuélcalo sobre la realidad. Si buscas, aparecen cosas. Todos deseamos cosas, cosas que nos mantienen entretenidos. Al principio, es así. pero, por favor, no veas todo desde la oscuridad. La otra opción e mejor.

    ResponderEliminar
  17. Gracias por tus palabras. Lo que me dices me recuerda más a la depresión, que también tengo. La angustia es como algo físico, la sensación de que algo va mal y de estar acelerado. La depresión por suerte la medicación me la mantiene a raya. El apoyo ajeno es fundamental. Un beso.

    ResponderEliminar

Espero vuestras opiniones siempre que vengan con educación y respeto.