Guardo pocas imágenes de mi infancia. En una de ellas me recuerdo alrededor de una mesa con mi madre y otras personas escogiendo lentejas. Esa labor, que hoy suena a la Edad Media, era algo muy habitual en casa; así como desenvainar guisantes o pelar judías verdes. Ahora ya no es necesario y la verdura siempre la compro congelada. Sin embargo, recuerdo con cariño esas tardes de invierno sentados en la cocina separando con parsimonia las lentejas de las piedras y otras semillas. Era un rato de comunión familiar para charlar animadamente de cosas insustanciales. Tal vez deberíamos encontrar hoy en día otra labor manual que nos reuniera alrededor de una mesa.
Otra imagen similar me sitúa con mis hermanos untando mantequilla en las galletas María. Creo que es una de las pocas actividades que compartíamos juntos. También recuerdo haber hecho puzzles y partidas de cartas o ruleta. Pero, como yo era la pequeña, mis habilidades en esos temas eran escasas, así que me cansaba enseguida. A partir de ahí, el nucleo familiar se fue disgregando. Así que la escena de escoger las lentejas se ha convertido para mí en una reliquia del pasado, que representa todos los recuerdos que he olvidado. Parece mentira que se pueda conservar tan poco de tantos años. Yo no sé si le pasa a todo el mundo, o es sólo un problema mío.
Esos recuerdos también los tengo yo, anda que no lo he hecho veces lo de las lentejas, y varear la lana de los colchones. En fin, tiempos pasados que se recuerdan con nostalgia. Besos
ResponderEliminarAna
Son los recuerdos de más de una generación. Un beso.
ResponderEliminarYo tengo los mismos recuerdos, pero cambiando las lentejas por guisantes. Los desgranaba junto mi abuela y mi madre.
ResponderEliminarCreo que todos rescatamos recuerdos que, aunque en su momento no los valoramos como se lo merecían, ahora conservamos como el más preciado de los tesoros.
Un biquiño Susana
A veces me pregunto... ¿cuales serán los gratos recuerdo de mis hijos cuando éstos sean mayores?
Leles. Pues es una buena pregunta. Supongo que tendrán que ver con la televisión. Un beso.
ResponderEliminarRecuerdo, de niño, haber visto a mi abuela y a mi madre (a veces me apuntaba) pelando judías verdes o desvainando guisantes, pero lo de las lentejas, no me suena de nada.
ResponderEliminarMe pasa como a Leles, que me pregunto qué recuerdos familiares tendrán mis hijos, aunque me lo puedo imaginar.
Pensaba que en todas las casas escogían las lentejas... Venían con piedras y de todo. Un beso.
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