Se trata de la teoría según la cual si uno piensa que le van a ocurrir cosas buenas le acaban ocurriendo. Es la ley de atracción. La idea no está mal en principio, porque un poco de optimismo siempre viene bien. Pero el problema empieza cuando se pone toda la confianza en el destino, olvidando la parte que nos corresponde en el " A Dios rogando y con el mazo dando". Es decir, que no se puede pretender que la vida nos debe algo, o en otras palabras, que el estado no tiene la obligación de cuidarnos, buscarnos trabajo y darnos alojamiento gratis porque sí. El futuro se lo labra cada uno con su esfuerzo y con unas dosis importantes de azar o suerte. Pero no basta con suponer que todo va a ir bien para que suceda.
Ese optimismo desaforado ha hecho mucho daño a las nuevas generaciones. El trabajo personal, el esfuerzo y la perseverancia están muy mal vistos. Habría que sustituir un poco de ese optimismo por realismo. Las cosas no siempre salen bien aunque nos empeñemos. Existe la enfermedad, el dolor y la muerte, y no sirve de nada mirar a otro lado. Negarse a afrontar la realidad no ayuda a mejorar las cosas; más bien al contrario, las empeora. Es necesario enfrentarse a los problemas para intentar resolverlos, o al menos aprender algo de la experiencia. El positivismo desmedido alimenta el pasotismo de la sociedad y la búsqueda de culpables para nuestros propios fracasos.
Tu reflexión es, en mi opinión, muy certera, pero las nuevas generaciones frecuentemente no escuchan, ... me temo.
ResponderEliminarÁnimo¡¡¡
Es bueno el positivismo y optimismo, pero no se puede estar siempre viviendo fuera de la ealida, mas bien creo que hay que ser relaistas, lo justo, sin pasarse ni para arriba ni para abajo y sobre enseñándoles a los niños, que son el futuro, que hay que desear lo bueno, pero trabajándoselo, que nada viene regalado. Besitos
ResponderEliminarAna
Todo en su justa medida ¿No Susana? Un besito de una luchadora más de la vida pero poniéndole al día una sonrisa
ResponderEliminarModestino. Es que es más cómodo que te den todo hecho.
ResponderEliminarAna. Yo pensaba que había enseñado eso bien, pero se ve que no.
Winnie. Una sonrisa que no falte.
Besos.
Excelente entrada. En cuanto a la "ley de atracción", ¿de verdad alguien se cree que el universo conspira para que consigas lo que quieras? ¿Y si alguien quiere lo contrario que tú? ¿Overflow?
ResponderEliminarComo decía Emilio Aragón hace siglos, "menos samba e mais trabalhar".
Saludos.
Pues sí. Hay que ser optimista y realista al mismo tiempo. Un beso.
ResponderEliminarCachis!!! yo que pensaba que el Jefe me lo iba a dar todo hecho!!.
ResponderEliminarCuánta razón tienes.
Creo que, ante todo, debemos de ser optimistas, pero sin dejar de tener los pies en la tierra, firmes. No se descarta subir de vez en cuando en alguna nube (pero sólo por las noches, y mientras hablamos con la almohada... jaajajaja).
Si viene un problema, debemos de afrontarlo de cara y no esperar a que se solucione sólo o nos lo solucionen otros. El toro por los cuernos (y con una sonrisa en la cara, para que le fastidie más). Es fácil pensarlo (ahora nos pondremos a currar!!).
Un biquiño.
¿Porqué se me acaba de borrar el comentario???
ResponderEliminarCachis... y yo que pensaba que el Jefe me lo iba a dar toco hecho!!.
Hay que ser unos realistas optimistas y ver las cosas con su color (en toda su gama).
Afrontar los problemas de cara y con buena actitud y aptitud.
Es fácil pensarlo (ahora nos pondremos a currar).
Biquiños
Leles. No se te borran los comentarios. Es que tengo moderación. Algunos problemas si no los afrontas tú, nadie puede ayudarte. Un beso.
ResponderEliminarYo creo que la actitud es muy importante a la hora de lograr un sueño, o alcanzar una meta, así como para transmitir una imagen positiva y alegre a los demás. Ahora bien, de ahí al conformismo, a quedarse sentado esperando que la suerte llame a tu puerta sólo porque tienes buena actitud... eso tampoco es ;-)
ResponderEliminar¡Besos!
Dar buena imagen siempre viene bien, pero siempre que también te esfuerces en tus metas. Un beso.
ResponderEliminarSoy optimista por naturaleza y a mí esta actitud, lejos de dificultarme el porvenir, me ha abierto puertas. No veo contradicción entre el optimismo y el realismo. El optimista se tomará la derrota con deportividad y pensará que lo mejor está por llegar; el pesimista lo achacará a su mala suerte y aprovechará para echarse más mierda, con perdón, encima. Es cierto que el esfuerzo es necesario, pero sin confianza poco se consigue. De nosotros depende una parte muy pequeña; recuerda que no es el hombre el que decide su destino, sino la Providencia. En mi opinión, la suerte no existe.
ResponderEliminarDe ahí lo que decía de "a Dios rogando y con el mazo dando". Hace falta confianza, pero también esfuerzo. Un beso.
ResponderEliminarNo debe confundirse positivismo con pasotismo, sin duda si no es con el esfuerzo, el trabajo y la entrega, puede conseguirse nada, pues nada cae del cielo. Una actitud positiva ayuda más que una postura derrotista, pero hay que apencar.
ResponderEliminarMe gusta esa distinción que has hecho. Un beso.
ResponderEliminarMe gusta esa distinción que has hecho. Un beso.
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