Por el hilo se saca el ovillo.

Está muy claro, creo yo. Es como: por el humo se sabe dónde está el fuego. También me recuerda a: salir de la sartén para caer en el fuego. Hablamos de aquello que subyace detrás. Es decir, que a veces las cosas más inocentes conllevan una realidad que no lo es en absoluto. Por ejemplo, está lo del chateo en internet. Toda esa serie de páginas web que te prometen buscar al amor de tu vida por un módico precio. Pero la realidad es que lo que suelen encontrar son rollos de una noche. Porque además muchos de los que participan ya tienen pareja estable o incluso están casados. Basta indagar un poco en este mundo para comprobarlo.

He leído muchos testimonios de mujeres que han probado el sistema y, al principio todo son parabienes de la gente tan interesante que han conocido. Pero con el tiempo, todo son lamentaciones de ver que las relaciones no van a ninguna parte. No nos engañemos. La mayor parte de los usuarios del sistema no buscan parejas duraderas, aunque naturalmente digan lo contrario. Porque para pescar hay que poner cebo. A mí me da mucha lástima ver cómo la gente se ilusiona con el meetic, el edarling y demás y todo acaba en agua de borrajas. Están jugando con sentimientos y para mí eso no está justificado, aunque un uno por ciento consiga su objetivo.