Vistas de página en total

Nubes sobre el Mar

Nubes sobre el Mar
Cuadro pintado por mi hija pequeña

martes, 18 de septiembre de 2012

Sobrellevar la frustración

Me molesta cuando oigo eso de que si educas bien a tus hijos te responderán igual, porque me hace pensar que algo he debido hacer muy mal. Sin embargo, en mi caso siendo tres digamos que tengo más dudas, porque cada uno es absolutamente diferente de los otros. Es lo que tienen los hijos, que por más que te empeñes en influirles llega el momento en que se convierten en personas autónomas y no hay dos iguales. Así que ya no tengo tan claro en que he acertado y en qué he errado. Pero cuando ves que pasa el tiempo y sigues teniendo los mismos problemas año tras año...,  llega un momento en que ya no estás seguro de nada.

Es cierto que en septiembre es una época del año para hacer balance, igual que en Navidades, pero empezando sólo el curso escolar. También es época para propósitos porque la mayoría de las actividades empiezan en otoño. La verdad es que siempre me ha gustado esta estación, aunque resulta un poco melancólica. Tal vez por eso mismo me dejo llevar por el pesimismo a la hora de evaluar los resultados obtenidos. Realmente debería estar contenta en general y lo estoy, pero me resulta muy duro pensar que mi hijo empieza primero de carrera por tercera vez y seguimos con las mismas expectativas que en años anteriores.

27 comentarios:

  1. Chica, supongo, y ya me llegará, que es frustrante y desesperante, pero no puedes machacarte, al final creo que ningunos padres lo hacemos bien del todo, ni tampoco mal, sólo como sabemos, e incluso actuando igual, con unos hijos da unos resultados y con otros diferente.
    Muchas veces pienso que el día que me relaje y crea que lo estoy haciendo bien, será el día en que estaré empezando a hacerlo realmente mal, no sé si me explico bien.
    Muchos besitos Susana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto. Yo lo he hecho igual con los tres, o eso pensaba... Un beso.

      Eliminar
  2. Pues ya son ganas de pagarle la carrera cada año para que no quiera estudiar. No es mayorcito ya para que se la pague él? Seguro que así, al ver que estudiar depende de tirar o no su dinero se lo toma con ganas o al menos se esfuerza. Oye, y si no quiere estudiar pues que trabaje, como todo el mundo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya le hemos dicho muchas veces que busque trabajo, pero dice que no hay. Claro, lo que el quiere no, evidentemente. No puedo salir yo a buscarle trabajo, así que no sabemos qué hacer. Es un nini. Un saludo.

      Eliminar
  3. Paciencia, visión global, ... cada alma tiene su tempo.

    Es malo generalizar, funcionar con recetas únicas, ser refranero sin límites, ....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón pero es que a lo tonto ya va a cumplir veintiun años. El tiempo pasa para todos. Te aseguro que he probado ya todas las fórmulas. Un beso.

      Eliminar
  4. Si no sale a buscarlo seguro que no hay...Yo le pondría las cartas sobre la mesa, a modo de susto para que espabile. Cortarle el suministro y que vea que sin eso es incapaz de tirar adelante. No hay que ser tan benevolentes con ellos porque se acomodan y creen que están a salvo en su pequeño mundo protegido que es su hogar familiar. No sé. Yo llevo tiempo pagándome mis propios estudios y trabajando por 4 euros soportando incluso acoso laboral. Y no me he muerto ni nada. Es lo que hay, no se puede permitir que sea tiquismiquis porque la vida está muy jodida para nosotros. Si no quiere verlo peor para él. Cuando se dé cuenta será tarde y te llenará la casa de lamentos y penas. Córtale las alas y que se busque la vida. Es la única forma de aprender.

    ResponderEliminar
  5. Tienes razón pero no es fácil actuar así cuando se trata de tu hijo y la esperanza es lo último que se pierde. Hace ya un año que no le damos paga. Si esta vez no consigue acabar primero desde luego se le han acabado las oportunidades. Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Harás bien. Pero aunque sea un hijo a veces hay que hacer de tripas corazón como dicen. No sé, yo soy hija pero intento verlo desde fuera y es eso. A veces es mejor dar un poco o bastante caña a pesar de que duela, pero las consecuencias de hacerlo harán que haya valido la pena. A veces hay que dejar de lado el por las buenas si ves que no sirve de nada. De todas formas aun estás a tiempo, he leído que tiene 21 años, aun no hay nada perdido ^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, eso espero. Desde luego nosotros no se lo ponemos demasiado fácil. Un beso.

      Eliminar
  7. La educación poco tiene que ver con el comportamiento a determinadas edades donde la influencia de "amigos" y entorno social tiene más peso que toda la atención que los padres depositen en ellos. Yo no había suspendido jamás hasta que llegue a la facultad e incluso el primer año fue bastante brillante, pero me dejé llevar año tras año con resultados académicos catastróficos hasta que por mi mismo fui consiente de estar haciendo el idiota, ese año aprobé 14 asignaturas de golpe.
    Paciencia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que este año sea el definitivo. A la tercera va la vencida.:) Un beso.

      Eliminar
  8. Y la esperanza es lo que necesariamente no has de perder.

    Cada persona necesita su tiempo para ir reconociendo el lugar que le corresponde, y todos nos hemos equivocado y hemos estado perdidos. Eso sí, perseverancia en el intento pero siempre con la cartas sobre la mesa: decirle claramente qué es lo que hay, qué es a lo que está obligado, y a qué estáis obligados vosotros, y recalcarle que lo que se hace, se hace porque hay lazos que nunca se rompen, porque a nadie se quiere como a un hijo. Pero que los recursos materiales son finitos, y que si no los invierte en estudiar, no se pueden estar desperdiciando. Que si no estudia, se corta el grifo. Que para tirarlo os lo gastáis vosotros en las vacaciones que como padres tenéis más que merecidas. No sé... quizá es duro, pero es lo que hay, la vida. No pueden jamás unos hijos estar por encima de sus padres así, como riéndose de uno... que es la sensación que a uno le da...

    Los hijos no pueden tener la inconsciencia de ser tan irresponsables y necesariamente le hemos de echar en cara su egoísmo.

    Es ponerse en esa tesitura de sacrificio pero con premisas; Yo pongo lo que necesitas, me lo quito de mí para ti, pero si tú no te esfuerzas, esto, amigo mío, se termina.

    Por ley de vida los padres no estaremos siempre, y por esa misma ley, están obligados a espabilar, por la cuenta que les trae. Así de simple. Yo intentaría una charla VITAL, especificándoles tal cual la vida es, las enormes dificultades y sacrificios que supone sacar una familia adelante, no se trata ya de estudiar, se trata de ser responsable del propio futuro, de no echarle la responsabilidad a otros o evadirse de ella.

    Los hijos están obligados a encontrar su independencia _emocional, económica, social..._ de la misma manera en que nosotros estamos obligados a ayudarles a encontrarla... En fin, te deseo mucho ánimo. Y no, no tires la toalla, de las cosas sólo se sabe como empiezan... nunca cómo acaban. Hay verdaderos renglones torcidos en la humanidad que han sido totalmente necesarios, pero el camino no siempre está despejado.

    Ánimo. :)

    ResponderEliminar
  9. Ana. Te agradecería que no hagas comentarios tan largos porque no tengo mucho tiempo. La charla vital se la damos todos los días pero hay factores que influyen en que no nos haga caso, como la ideología. Es complicado. Entiendo lo que quieres decir. Fíjate que yo soy de mentalidad alemana y si hubiera podido me habría ido de casa a los dieciocho años. Me parece que cuando uno es adulto, lo es para todo.
    No tiro la toalla porque mi hijo siempre ha sido un buen chico y sé que sigue en alguna parte aunque ahora casi no lo veamos. Un beso.

    ResponderEliminar
  10. Susana, y no será que no está estudiando la carrera adecuada? Porque cuando algo te gusta, le pones ganas y lo sacas. Repetir primero una vez puede ser normal, por el cambio de sistema, etc... pero por 3? A mi me parece que mucho no le tiene que gustar...

    ResponderEliminar
  11. La verdad es que ya cambió de carrera el año pasado, pero las elige el mismo y esto es lo que le había gustado desde niño. Un beso.

    ResponderEliminar
  12. Puf!!! No soy mamá Susana, pero tengo quince sobrinos entre 10 y 27 años y te aseguro que os admiro a las mamis luchadoras en pleno siglo XXI enfrentandoos a las nintendos, ipod y distracciones de los estudiantes y en estos tiempos TAN TAN complicados Un besito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quince sobrinos... Pues sí que ejerces de madre entonces. Un beso.

      Eliminar
  13. Mucho ánimo, Susana, mucho ánimo.

    El enfadarse (aunque, claro, es fácil decirlo) no va a cambiar las cosas, así que trata de disfrutar de esta preciosa estación que está a punto de comenzar. En cuestión de hijos, nadie tiene una varita mágica; es siempre complicado, estudien o no.

    Sé de amigas que "perdieron" varios años "haciendo el tonto", pero luego se encarrilaron y siguieron con su vida. Ahora son madres, esposas y algunas trabajan y otras no.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, si yo ya ni me enfado. He pasado todas las etapas. Un beso.

      Eliminar
  14. Susana como siempre es un honor pasar por sus blog.
    Gracias por su visita y su encantadora acogidas.
    Saludos desde Abstracción texto y Reflexión

    ResponderEliminar
  15. Quizás esta opción sea la definitiva.
    Bonito cuadro el de tu hija, amiga.
    Con afecto un saludo.

    ResponderEliminar
  16. ¡Ánimo! Si te inventas buenas expectativas -y no las de años anteriores- puede ayudarle :)
    Yo creo que no nos hacemos adultos "parejamente"; primero maduramos en unos aspectos, luego en otros, pero llega un momento en el que "ya es hora" de acabar de madurar, ¡a los 21 no hay nada perdido!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi única expectativa ahora es que termine primero de carrera pero mucho me temo que otra vez quedará frustrada. Un beso.

      Eliminar

Espero vuestras opiniones siempre que vengan con educación y respeto.