Como ya dije en otra ocasión, en el lugar donde veraneo hay muchos africanos que venden sus mercancías sin permiso. Parte se trata de artesanía que realizan ellos mismos y otra parte son productos de imitación. Venden bolsos parecidos a los de marcas famosas y polos similares a los Lacoste. Naturalmente, la gente que los compra sabe perfectamente que no son originales. No engañan a nadie. Por otra parte, los clientes habituales de esas mercancías originales no comprarían jamás una imitación por buena que sea, así que tampoco se puede decir que les hagan la competencia. Sin embargo, la policía los persigue continuamente.
Existen ciertos productos en el mercado cuyos precios son de verdadero escándalo. No me explico como alguien puede pagar un sueldo medio (2000 euros) por un bolso y marcharse a casa tan fresco. Tampoco que estén pidiendo por un trozo de tela cosido cerca de cien euros. Si tuvieran precios más razonables, venderían mucho más, pero no quieren, porque precisamente su negocio se basa en la exclusividad; digamos que en el afán de demostrar riqueza de algunas personas. No digo que no sean muy libres de actuar así y otros de venderlos, pero la verdad es que no me parece tan grave que gente necesitada quiera ganarse la vida con las imitaciones.
Yo creo que el problema no está en los vendedores ambulantes sino en el negocio que hay detrás. Los pagan una miseria, ellos son los que pierden el género si les pillan, y mientras hay almacenistas con las estanterías llenas. Estoy de acuerdo que las marcas se pasan con los precios, es alucinante lo que cobran, pero los que no pagan impuestos y tienen a gente explotada son los que deberían ser detenidos.
ResponderEliminarBesos azules
Ana
Pero a los que están detrás casi nunca los cogen. Un beso.
ResponderEliminarTocas un tema, Susana, que da para mucho y en muchos sentidos. Pagar la exclusividad. Pido perdón de antemano por si mi comentario es ofensivo. Me escandaliza que convivan al mismo tiempo y en el mismo planeta la hambruna del cuerno de África y personas que compran productos por cantidades que podrían salvar vidas.
ResponderEliminarGracias por el post, Susana.
Sunsi. No me parece ofensivo. Yo pienso lo mismo, pero comprendo que cada cual puede hacer lo que quiera con su dinero. Un beso.
ResponderEliminarSimplemente habría que dejarlos trabajar...
ResponderEliminarUn abrazo.
De algo tienen que comer los pobrecillos...
ResponderEliminarLo grave es lo que decía Ana azul, hay gente que se lucra con estos que se dedican al top manta. Los manteros son unos explotados y que hacen lo que haría cualquiera de nosotros para sobrevivir. No tienen papeles, no tienen donde vivir y si disponen de una habitación son unos afortunados, no tienen ... futuro.
ResponderEliminarUn saludo,
Es cierto. También hay quien se hace rico con esto. Bienvenido a mi blog. Un saludo.
ResponderEliminarPor aquí sucede los mismo..., aquí la gente es muy adipta a las marcas...
ResponderEliminarAbrazos
Yo no le veo mucho sentido a eso. un beso.
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