Anoche estuve tentada de escribir un post contando cómo me sentía ante los incidentes de Sol. Lo escribí y lo dejé en borrador. Me levanté por la mañana y lo borré. No se merecen siquiera que se nombre a esa clase de personas. No pienso entrar a discutir de nuevo con gente que no razona porque están ideologízados y hace mucho que perdieron la capacidad de pensar libremente. No voy a caer de nuevo en la trampa de publicar comentarios, contestar y volver a contestar. Ya lo dije hace unos días: es absolutamente inútil pretender que este blog se convierta en instrumento para la difusión de bulos, difamaciones y comentarios desagradables. No voy a permitir que acaben otra vez con mi paz de espíritu. Vale mucho más que ninguna polémica. Si sintieran lo que yo siento estarían deseando convertirse al cristianismo, en lugar de envenenarse con proclamas del siglo pasado.
Te sigo, te entiendo y te aplaudo. Un beso
ResponderEliminarGracias. Creí que había dejado claro ya esto pero siempre hay quien sigue insistiendo.
ResponderEliminarFue un espectáculo tristísimo, la verdad; te entiendo.
ResponderEliminarSí. Prefiero no pensar mucho en ello.
ResponderEliminar