Esto se puede interpretar de dos maneras: como que hay que aprovechar el momento, o en un sentido figurado refiriéndose a la gente que no piensa en el mañana. Yo suelo utilizar el segundo modo. Será porque no me gustan las personas inconscientes que, en cuanto tienen un euro corren a gastarlo en cosas que no necesitan. Yo siempre he sido muy austera. No me compraría un reloj de mil euros aunque pudiera. Me parece absurdo, si va a hacer el mismo papel que uno de veinte. La verdad es que no comprendo el mercado del lujo. Cuando entro en los grandes almacenes y veo la sección de los bolsos de piel creo que la gente se ha vuelto loca.
Hasta cinco mil euros se llegan a pagar por un bolso. Ni que tuviera música, wifi y no sé qué más incorporado. Aunque lo tuviera realmente no valdría tanto. Además es un artículo que se estropea y pasa de moda. Ni siquiera se revaloriza como un piso. Sin embargo, si lo venden es porque alguien lo compra, alguien que se siente mejor, más importante, más valioso, sólo por el hecho de lucir ese complemento. En el fondo es algo triste. Si yo tuviera que interpretar lo de A vivir que son dos días, precisamente diría que por eso hay que aprovechar para pasar tiempo con tus seres queridos y demostrarles tu cariño y, si puedes, hacer algo bueno por los demás.