Se refiere a dejar algo por imposible y esto me suena muy familiar. Yo he tirado la toalla muchas veces ya a lo largo de mi vida. Cuando decidí no estudiar una carrera, cuando dejé de trabajar y ahora más recientemente, cuando he tomado la decisión de dejar este blog y relajarme un poco. Se tira la toalla cuando ves que todos tus esfuerzos son inútiles o que no valen la pena. Cuando uno es joven e idealista te crees que todo está a tu alcance y luego tienes que empezar a descartar porque ves que no es posible. Y cuando ya has pasado de la mediana edad, te vas quedando sin opciones rápidamente y no te queda más remedio que conformarte con lo que hay.
Tirar la toalla es duro pero a veces es la opción más sensata para no pasarse el día luchando con gigantes que resultan ser molinos de viento. Lo que ocurre es que a menudo somos demasiado ambiciosos y nos creemos capaces de grandes hazañas como don Quijote, pero según pasa el tiempo descubres que no es tan fácil, que depende mucho de la suerte y de las circunstancias. No todo está en tu mano para conseguirlo. Yo tuve que renunciar a dominar idiomas porque sin vivir en el extranjero es casi imposible. Pero hay otras renuncias que son mucho más dolorosas y sólo espero que mis hijos no tengan que pasar por ellas.
Se trata de un intento de volver a empezar en el mundo de los blogs. Pretende ser de nuevo un diario personal donde volcar reflexiones y compartir experiencias.
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sábado, 15 de agosto de 2015
martes, 21 de abril de 2015
Dar la matraca
Es lo que hago yo con el blog. Ser un poco cansina, la verdad. Sobretodo cuando me da por darle vueltas a si estoy perdiendo el tiempo con este hobby y debería dejarlo. La verdad es que he probado a hacer cosas más útiles pero no me ha funcionado, así que supongo que estoy condenada a seguir dando la matraca. Es lo único que se me da bien. Podría repetir que prefiero un trabajo donde me paguen, que a otros les remuneran por mucho menos, pero para qué... Las cosas son como son. A mí me toca tener una fuente de inspiración inagotable que no me produce ningún beneficio. Es como quien tiene un arroyo sin peces.
Como me temo que estoy ya demasiado pesada con este tema, que aburro hasta a las ovejas, volveré a uno de mis temas talismán: la eutanasia. Es cierto que hay enfermedades muy duras y dolorosas que tienen un final anunciado y sin cura posible. Pero también la ciencia ha avanzado tanto que hoy en día en España prácticamente nadie sufre dolores gracias a los cuidados paliativos. Existen unos parches de morfina que hacen milagros. Siendo así, qué mal hace mantener a tus seres queridos un poco de tiempo más contigo para poder expresarles tu cariño y hacerles el trance más llevadero... Habría que preguntarse si la eutanasia beneficia realmente al paciente o a los familiares o a los médicos...
Como me temo que estoy ya demasiado pesada con este tema, que aburro hasta a las ovejas, volveré a uno de mis temas talismán: la eutanasia. Es cierto que hay enfermedades muy duras y dolorosas que tienen un final anunciado y sin cura posible. Pero también la ciencia ha avanzado tanto que hoy en día en España prácticamente nadie sufre dolores gracias a los cuidados paliativos. Existen unos parches de morfina que hacen milagros. Siendo así, qué mal hace mantener a tus seres queridos un poco de tiempo más contigo para poder expresarles tu cariño y hacerles el trance más llevadero... Habría que preguntarse si la eutanasia beneficia realmente al paciente o a los familiares o a los médicos...
lunes, 6 de abril de 2015
Morir de éxito
Eso no me va a pasar a mí y reconozco que ando un poco obsesionada con el tema últimamente. Morir de éxito se refiere a la gente que se le sube la fama a la cabeza y acaban desgraciando su vida. Como ya sabéis, yo llevo años esperando que alguien me ofrezca una colaboración remunerada en algún medio digital, pero me temo que no veré ese día. Ya sé que es una cabezonería, la verdad, porque estoy bien así escribiendo sin compromisos previos ni posteriores; pero siempre me pregunto si vale la pena dedicarle tanto tiempo y esfuerzo a algo que no frutos visibles. Vamos, que soy un poco monotemática, qué le voy a hacer.
La gente que tiene un éxito inmediato e inesperado a menudo sucede que no sabe administrarlo y por eso luego le van mal las cosas. Es una lástima. Supongo que carecen de personas que les asesoren y les ayuden a llevar mejor el tema. Con lo que cuesta triunfar en cualquier parcela de la vida, la verdad es que es un desperdicio perder esa oportunidad por falta de visión de futuro. Pero como ya digo, ése no creo que sea precisamente mi problema. Me conformaré como suelo decir con ver a mis hijos con una profesión y una familia. A estas alturas de la vida, para mí eso ya es éxito suficiente. No creo que pueda ni deba aspirar a más.
La gente que tiene un éxito inmediato e inesperado a menudo sucede que no sabe administrarlo y por eso luego le van mal las cosas. Es una lástima. Supongo que carecen de personas que les asesoren y les ayuden a llevar mejor el tema. Con lo que cuesta triunfar en cualquier parcela de la vida, la verdad es que es un desperdicio perder esa oportunidad por falta de visión de futuro. Pero como ya digo, ése no creo que sea precisamente mi problema. Me conformaré como suelo decir con ver a mis hijos con una profesión y una familia. A estas alturas de la vida, para mí eso ya es éxito suficiente. No creo que pueda ni deba aspirar a más.
viernes, 23 de enero de 2015
Entre pitos y flautas
Es una expresión que da entrada a otra frase. Por ejemplo, entre pitos y flautas hemos pasado las navidades. Aunque yo la utilizo más en sentido negativo: entre pitos y flautas no hemos ido este verano a la piscina. Quiere decir que has estado muy ocupado con otras cosas. En la vida actual es muy normal andar siempre demasiado entretenido e ir dejando cosas para más tarde. Yo estos días de vacaciones tenía más tiempo en teoría y no he hecho nada de lo que tenía pendiente. Así que ahora me toca ponerme al día. Es curioso que cuando estás de vacaciones suele ser cuando menos te cunde el trabajo, entre pitos y flautas.
La verdad es que, entre que soy un poco vaga y que la mayoría de los días no me encuentro bien, siempre tengo trabajo atrasado. Afortunadamente, tengo que confesar que tengo asistenta cinco horas a la semana. Si no fuera así, mi casa daría vergüenza. Y aprovechando la confesión diré que la mujer peruana que viene a ayudarme es un verdadero encanto y me siento muy afortunada de contar con ella. Más que una empleada es una amiga. Además, toda su familia son muy buena gente. Creo que tenemos mucho que aprender de las personas que lo han dejado todo para venir a ganarse la vida a España. Al menos, los que yo conozco.
La verdad es que, entre que soy un poco vaga y que la mayoría de los días no me encuentro bien, siempre tengo trabajo atrasado. Afortunadamente, tengo que confesar que tengo asistenta cinco horas a la semana. Si no fuera así, mi casa daría vergüenza. Y aprovechando la confesión diré que la mujer peruana que viene a ayudarme es un verdadero encanto y me siento muy afortunada de contar con ella. Más que una empleada es una amiga. Además, toda su familia son muy buena gente. Creo que tenemos mucho que aprender de las personas que lo han dejado todo para venir a ganarse la vida a España. Al menos, los que yo conozco.
viernes, 5 de diciembre de 2014
Como títere sin cabeza
Andar como títere sin cabeza es parecido a ir a tontas y a locas, es decir no saber muy bien lo que se hace. Yo lo suelo utilizar cuando tengo muchas cosas que hacer y poco tiempo. Dicen que las mujeres podemos hacer muchas cosas a la vez. No es mi caso. Hacerlas las hago pero no bien. Recuerdo que cuando trabajaba tenía una labor muy agobiante, con las cartas, el teléfono, los fax... (era secretaria) e intentaba abarcarlo todo pero no conseguía hacerlo tan bien como hubiera querido. Prefiero dedicarme a una cosa cada vez y hacerlo lo mejor que me sea posible. De hecho, suelo repetir la frase: si haces algo hazlo bien o no lo hagas.
La excepción tal vez sería la comida, que la suelo hacer lo más rápido y sencilla posible, pero eso tiene una explicación física. Me duelen las piernas si estoy mucho de pie y además las comidas elaboradas me sientan mal. Así que no me compensa esforzarme más, para desgracia de mi familia.:) La verdad es que yo no suelo andar como títere sin cabeza, porque me organizo el tiempo de manera que no tenga que darme demasiada prisa. Si voy a la compra, por ejemplo, no pongo la lavadora. De este modo es raro que me "pille el toro". Como podéis comprobar yo utilizo muchísimas expresiones en mi vida diaria, también cuando hablo.
La excepción tal vez sería la comida, que la suelo hacer lo más rápido y sencilla posible, pero eso tiene una explicación física. Me duelen las piernas si estoy mucho de pie y además las comidas elaboradas me sientan mal. Así que no me compensa esforzarme más, para desgracia de mi familia.:) La verdad es que yo no suelo andar como títere sin cabeza, porque me organizo el tiempo de manera que no tenga que darme demasiada prisa. Si voy a la compra, por ejemplo, no pongo la lavadora. De este modo es raro que me "pille el toro". Como podéis comprobar yo utilizo muchísimas expresiones en mi vida diaria, también cuando hablo.
miércoles, 15 de octubre de 2014
Niños y tradición familiar
En esta sociedad contradictoria en que vivimos existen dos actitudes opuestas respecto a los niños. Por una parte se supone que hay que primar el trabajo sobre la familia y los hijos deben conformarse con las migajas de tiempo que nos sobren, eso sí, de calidad. Por otra parte, todo es poco para los niños en cuanto a estudios, ocio y diversión. De manera que a menudo, por querer mantenerlos contentos, lo que acaban los niños es estresados de tanto entretenimiento forzoso. De manera que, por una parte les falta atención y por otra les sobra. Todo por no volver a la crianza natural de los hijos que ha servido para cientos de generaciones antes de nosotros.
Cuando voy al pueblo me encanta el silencio y la tranquilidad que se respiran. Parece que el tiempo transcurre más despacio y se disfruta más. Salir a pasear por el monte es una experiencia impagable. Por cierto, que poca gente sabe los paisajes que tenemos a pocos kilómetros de Madrid. Es como volver atrás en el tiempo y comprobar que se puede vivir sin televisión y sin wifi, sin saber las últimas noticias y no pasa nada. Así es como deberíamos criar a los niños, con su familia y en contacto de la naturaleza. Lo demás es innecesario y además incluso pernicioso para su desarrollo físico y psíquico. Tenemos que volver a la tradición familiar de nuestros antepasados.
Cuando voy al pueblo me encanta el silencio y la tranquilidad que se respiran. Parece que el tiempo transcurre más despacio y se disfruta más. Salir a pasear por el monte es una experiencia impagable. Por cierto, que poca gente sabe los paisajes que tenemos a pocos kilómetros de Madrid. Es como volver atrás en el tiempo y comprobar que se puede vivir sin televisión y sin wifi, sin saber las últimas noticias y no pasa nada. Así es como deberíamos criar a los niños, con su familia y en contacto de la naturaleza. Lo demás es innecesario y además incluso pernicioso para su desarrollo físico y psíquico. Tenemos que volver a la tradición familiar de nuestros antepasados.
jueves, 7 de agosto de 2014
Quien nace lechón, muere gorrino.
Qué bueno. Este refrán tampoco lo conocía. Existe una cierta tendencia a afirmar que los niños pequeños son todos buenos e inocentes. Eso no es cierto, más que nada porque aprenden rapidísimo de lo que viven. Un niño que ve que sus padres mienten o no dicen toda la verdad, hará lo mismo. Un niño que crece en un entorno hostil tomará la misma actitud. No puedo afirmar que los niños nazcan ya con las malas intenciones pero las adquieren muy temprano. Sobre todo aprenden a manipular a sus padres mediante mimos o berrinches. La verdad es que rara es la vez que no coincida con una familia con niños y esté en desacuerdo con su forma de educarlos.
Por los que se pasan exigiéndoles que se comporten como adultos y no les dejan ni divertirse tranquilos, o al contrario por los que los tienen como animalitos salvajes sin ningún control. La verdad es que no pensaba yo que fuera tan difícil encontrar el término medio. El problema es que la falta de tiempo de los padres hace que no puedan desarrollar una estrategia común. Y luego, estoy de acuerdo con el refrán, el bonito lechón se convierte en un gorrino, y si nadie lo remedia se dedicará toda su vida a hacer cochinadas a los demás. Afortunadamente, las experiencias de la vida a veces evitan esa transformación.
Por los que se pasan exigiéndoles que se comporten como adultos y no les dejan ni divertirse tranquilos, o al contrario por los que los tienen como animalitos salvajes sin ningún control. La verdad es que no pensaba yo que fuera tan difícil encontrar el término medio. El problema es que la falta de tiempo de los padres hace que no puedan desarrollar una estrategia común. Y luego, estoy de acuerdo con el refrán, el bonito lechón se convierte en un gorrino, y si nadie lo remedia se dedicará toda su vida a hacer cochinadas a los demás. Afortunadamente, las experiencias de la vida a veces evitan esa transformación.
lunes, 28 de julio de 2014
El buen paño en el arca se vende.
No conocía este refrán pero me gusta mucho. Quiere decir que, cuando tienes un buen producto no tienes ni que enseñarlo, se vende solo. Quiero pensar que es verdad que hay cosas, ideas y personas que no necesitan publicidad porque salta a la vista su valía. También se puede decir que el tiempo pone a cada cual en su sitio. Y aunque me temo que hay gente muy lista que sabe situarse más arriba del lugar que le corresponde, supongo que a la larga todo acaba saliendo a la luz. Así como ocurre con los establecimientos que venden productos de buena calidad, que al final se corre la voz y por el boca a boca acaban acudiendo los clientes.
En el otro extremo, quiero hablar hoy de la discriminación positiva que viene a ser todo lo contrario. Ya que, si una mujer está bien preparada debería ser capaz de conseguir lo que quiera por sus propios méritos. El hecho de que la elijan para el puesto por ser mujer, yo lo considero algo humillante, ya que es tanto como suponer que no está a la altura. Yo tengo dos hijas y un hijo y no me parecería bien que consiguieran el trabajo ellas por ser mujeres, mientras él y otros hombres se quedan fuera.
Es como cuando se dice que las mujeres no ganan tanto como los hombres por el mismo trabajo, y yo siempre lo niego tajantemente. Tiene que ser con la misma dedicación y responsabilidad. Suele ocurrir que muchas mujeres prefieren hacer un trabajo más básico de menos horas para poder pasar más tiempo con su familia y eso no es malo; al contrario, creo que hacen muy bien, aunque eso signifique que naturalmente cobren menos. Una persona no es sólo valiosa por su éxito profesional.
En el otro extremo, quiero hablar hoy de la discriminación positiva que viene a ser todo lo contrario. Ya que, si una mujer está bien preparada debería ser capaz de conseguir lo que quiera por sus propios méritos. El hecho de que la elijan para el puesto por ser mujer, yo lo considero algo humillante, ya que es tanto como suponer que no está a la altura. Yo tengo dos hijas y un hijo y no me parecería bien que consiguieran el trabajo ellas por ser mujeres, mientras él y otros hombres se quedan fuera.
Es como cuando se dice que las mujeres no ganan tanto como los hombres por el mismo trabajo, y yo siempre lo niego tajantemente. Tiene que ser con la misma dedicación y responsabilidad. Suele ocurrir que muchas mujeres prefieren hacer un trabajo más básico de menos horas para poder pasar más tiempo con su familia y eso no es malo; al contrario, creo que hacen muy bien, aunque eso signifique que naturalmente cobren menos. Una persona no es sólo valiosa por su éxito profesional.
jueves, 24 de julio de 2014
Después de la tempestad, viene la calma.
Hablando del paso del tiempo, cuando andas cerca del medio siglo te das cuenta de que la vida tiene ciclos que se repiten. Igual que es fácil de comprobar en la historia que a una época de bonanza le sigue siempre una de crisis y viceversa; en nuestra vida también tenemos temporadas, que en el momento parece que van a durar para siempre, pero luego pasan. Es bueno recordarlo cuando estás en un momento de desesperación porque parece que los problemas nunca se van a solucionar. Y lo cierto es que todo tiene fin, para bien o para mal. Tanto los momentos mejores como los peores. Es ley de vida.
También se dice que hay un momento de calma antes de la tempestad y es cierto. Parece que todo se paraliza antes de que las nubes descarguen. Por eso no hay que fiarse mucho, ni cuando parece que todo va bien, ni cuando al contrario diríamos que nada funciona. El clima, como las circunstancias, puede cambiar de un minuto para otro. Pero lo único que está claro es que después de la tormenta siempre vuelve a salir el sol. A cada anochecer le sigue un amanecer. Y tal vez nosotros no lo veamos pero el mundo seguirá dando vueltas sin nuestra ayuda. Es importante relativizar pero a veces se te hace realmente difícil.
También se dice que hay un momento de calma antes de la tempestad y es cierto. Parece que todo se paraliza antes de que las nubes descarguen. Por eso no hay que fiarse mucho, ni cuando parece que todo va bien, ni cuando al contrario diríamos que nada funciona. El clima, como las circunstancias, puede cambiar de un minuto para otro. Pero lo único que está claro es que después de la tormenta siempre vuelve a salir el sol. A cada anochecer le sigue un amanecer. Y tal vez nosotros no lo veamos pero el mundo seguirá dando vueltas sin nuestra ayuda. Es importante relativizar pero a veces se te hace realmente difícil.
miércoles, 16 de julio de 2014
Cuando menos se piensa, salta la liebre.
Hay veces en que uno se pasa la vida esperando a que algo suceda. Recuerdo cuando era niña que los días, los meses y los años me parecía todos iguales. Luego sucede que todo cambia y te gustaría poder volver atrás pero no puedes. Así es la vida. Como decía Einstein, el tiempo es relativo. Yo nunca había contado con poder tener una casa en un pueblo. Era algo que no entraba en mis planes aunque había fantaseado sobre ello. Ahora que la tengo todavía me cuesta hacerme a la idea. Pero sin embargo, hay otra clase de planes que nunca llegan a hacerse realidad. Uno de las mayores retos de la madurez está en aceptar esto.
A veces nos gustaría tener la vida planificada al centímetro y contar con esa tranquilidad. Pero luego resulta que la monotonía se hace muy pesada. Así que esas pequeñas sorpresas de la vida, siempre que no sean muy desagradables, son un aliciente para seguir adelante. Como bien se dice, no apreciaríamos el sol si no hubiera lluvia. Y la palabra crisis quiere decir cambio. De modo que tal vez es bueno que tengamos una de vez en cuando para volver a lo esencial, para aprender a apreciar lo que tenemos, para llevarnos alguna sorpresa de vez en cuando. Que sigan saltando las liebres aunque nos sobresalten un poco.
A veces nos gustaría tener la vida planificada al centímetro y contar con esa tranquilidad. Pero luego resulta que la monotonía se hace muy pesada. Así que esas pequeñas sorpresas de la vida, siempre que no sean muy desagradables, son un aliciente para seguir adelante. Como bien se dice, no apreciaríamos el sol si no hubiera lluvia. Y la palabra crisis quiere decir cambio. De modo que tal vez es bueno que tengamos una de vez en cuando para volver a lo esencial, para aprender a apreciar lo que tenemos, para llevarnos alguna sorpresa de vez en cuando. Que sigan saltando las liebres aunque nos sobresalten un poco.
lunes, 2 de junio de 2014
Arrieritos somos y en el camino nos encontraremos
Este refrán lo suelo decir yo para mis adentros, por ejemplo cuando encuentro personas teorizando sobre lo amigos que debemos ser de nuestros hijos. Eso es fácil de decir cuando no los tienes o cuando son muy pequeños, pero con el tiempo te das cuenta de que los niños no necesitan amigos sino padres, que amigos ya buscan por su cuenta. O cuando te insisten en que tienes que razonar todas tus decisiones con los hijos y no imponerles tu criterio. Pero es imposible razonar con un adolescente. Es como hablar con las paredes. Hay una época para negociar, otra para imponerse y una por fin para entenderse, ya en la edad adulta.
Pero como el tiempo acaba poniendo todo en su lugar, sabes que esas personas acabarán dándote la razón. Por eso es que los arrieros se acaban encontrando alguna vez en el camino. También repito esa frase cuando me pasa un coche a gran velocidad, total para acabar pocos metros más adelante parado en un semáforo o en un atasco. Tanto correr para nada, porque en la carretera no vas solo y dependes del tráfico general. Pero es inútil porque hay gente que siempre tiene que ir con prisas aunque sea a comprar el pan. Con lo fácil que es tomarse tu tiempo para cada cosa y adaptarse al ritmo de la vida, en lugar de querer ir siempre forzando las situaciones.
Pero como el tiempo acaba poniendo todo en su lugar, sabes que esas personas acabarán dándote la razón. Por eso es que los arrieros se acaban encontrando alguna vez en el camino. También repito esa frase cuando me pasa un coche a gran velocidad, total para acabar pocos metros más adelante parado en un semáforo o en un atasco. Tanto correr para nada, porque en la carretera no vas solo y dependes del tráfico general. Pero es inútil porque hay gente que siempre tiene que ir con prisas aunque sea a comprar el pan. Con lo fácil que es tomarse tu tiempo para cada cosa y adaptarse al ritmo de la vida, en lugar de querer ir siempre forzando las situaciones.
miércoles, 9 de abril de 2014
Vísteme despacio que tengo prisa
Esto lo decía mucho mi madre cuando era pequeña. Se refiere a que, basta que tengas muchas ocupaciones para que parezca que todo se tuerce a propósito. Es algo muy habitual. Sucede que cuando intentas hacer algo rápido es fácil que te equivoques y lo hagas mal y tardes más de la cuenta. Así que más vale hacer las cosas despacio y con cuidado. Va contra la mentalidad de nuestra época en que todo es comida rápida, información inmediata y placeres sin demora. Pero sin duda suele salir mejor aquello a lo que se dedica un tiempo suficiente, ya sea un trabajo, una relación o cualquier actividad diaria, aunque eso suponga hacer menos cosas.
Por eso han surgido unos movimientos de slow food y slow life, que es la manera de nombrar a lo que siempre se ha conocido especialmente en la vida de los pueblos pequeños, donde la vida se rige por el calendario y las horas de luz, más que por las obligaciones adquiridas. Pero es bueno que se sea consciente de que las prisas no traen nada bueno, ni el stress que a veces incluso nos enferma; que las cosas que merecen la pena llevan su tiempo. Por eso yo no soy partidaria de smartphones ni tabletas, para ir todo el día informada y al tanto del último mensaje. Prefiero dedicarle a cada cosa el tiempo que necesita. También a internet.
Por eso han surgido unos movimientos de slow food y slow life, que es la manera de nombrar a lo que siempre se ha conocido especialmente en la vida de los pueblos pequeños, donde la vida se rige por el calendario y las horas de luz, más que por las obligaciones adquiridas. Pero es bueno que se sea consciente de que las prisas no traen nada bueno, ni el stress que a veces incluso nos enferma; que las cosas que merecen la pena llevan su tiempo. Por eso yo no soy partidaria de smartphones ni tabletas, para ir todo el día informada y al tanto del último mensaje. Prefiero dedicarle a cada cosa el tiempo que necesita. También a internet.
jueves, 3 de abril de 2014
Premio super mamá
Me han dado un premio que me hace mucha ilusión. En primer lugar porque me lo otorga un superpapá Paterfamilias. En segundo lugar porque yo intenté ser una supermamá durante diez años. Luego llegó la adolescencia y me estropeó bastante los planes, pero algo queda. Durante un tiempo fuimos una familia que causaba admiración por lo bien que se llevaban mis hijos y porque íbamos juntos a todas partes. La gente nos lo decía incluso por la calle y a mí me llenaba de orgullo. No en vano me volqué día y noche con ellos y cuando estaban en casa yo dejaba cualquier labor para otro momento,con tal de poder pasar el tiempo en familia.
Paseábamos por los parques, íbamos al cine o a museos. Salíamos de excursión o incluso de viaje al extranjero. Pasábamos mucho tiempo juntos en casa porque mis hijos eran muy enfermizos y casi siempre tenía alguno haciéndome compañía. Ahora, aunque mi relación con mis hijas sigue siendo muy estrecha, echo de menos aquellos tiempos en que éramos una piña y pasábamos las horas apretujados en un sofá de tres piezas, cinco personas, viendo dibujos animados y películas infantiles, que nos gustaban a todos. Me pregunto si mis hijos se acuerdan ya de lo bien que lo pasábamos juntos. Me gustaría poder seguir siendo una supermamá y una super abuela algún día.
Se me ha olvidado la frase.
"Una madre es la persona que te dice lo que va a pasar y luego está ahí para recoger tus pedazos cuando no le has hecho caso"
y ahora me doy cuenta de que no se lo he entregado a nadie (qué cabeza). Aprovecho para dejarlo a disposición de todos porque todos tenemos la intención de ser supermadres y superpadres, aunque luego el destino diga otra cosa.
martes, 1 de abril de 2014
Poco a poco se llega antes.
Esto viene a ser lo contrario de la mentalidad actual. Todo son prisas y querer tener la información inmediata, comunicarse al momento y hacer cada vez más cosas. El problema es que existen procesos que llevan su tiempo y saltar etapas multiplica la posibilidad de errores. Por ejemplo, aprender una profesión. Se puede ir aprobando y acabar rápido pero tal vez esté mejor preparado el que ha tardado más en terminar pero ha puesto mayor interés en conocer el sistema. También en una relación ir demasiado deprisa supone que no lleguen a conocerse bien y eso puede pasar factura a la larga, cuando cambien las circunstancias.
Existe ahora una corriente de slow food y slow life que propugna precisamente el tomarse las cosas con calma, pero es cierto que hay trabajos y situaciones que no permiten relajarse, como cuando tienes niños pequeños que no pueden esperar. De modo que tal vez la relajación debería ser algo a nivel personal e interno. Intentar encontrar ratos de sosiego para uno mismo, aunque sea dentro de la vorágine cotidiana. Yo soy partidaria del trabajo bien hecho, antes que de intentar hacer muchas cosas a la vez. Puede que la solución más sensata sea limitarse a lo que uno puede controlar, aunque eso suponga limitar las ambiciones personales.
Existe ahora una corriente de slow food y slow life que propugna precisamente el tomarse las cosas con calma, pero es cierto que hay trabajos y situaciones que no permiten relajarse, como cuando tienes niños pequeños que no pueden esperar. De modo que tal vez la relajación debería ser algo a nivel personal e interno. Intentar encontrar ratos de sosiego para uno mismo, aunque sea dentro de la vorágine cotidiana. Yo soy partidaria del trabajo bien hecho, antes que de intentar hacer muchas cosas a la vez. Puede que la solución más sensata sea limitarse a lo que uno puede controlar, aunque eso suponga limitar las ambiciones personales.
miércoles, 19 de febrero de 2014
Otra de tráfico
Ya sé que resulta muy tentador tener una casita en las afueras con su jardín y su piscina pero, ¿en serio compensa por la hora y pico de atasco que sufres a la ida y a la vuelta del trabajo?. Yo creo que no. Afortunadamente yo no salgo casi nunca de mi pueblo pero, cuando lo hago, me quedo horrorizada de ver cómo un trayecto de un cuarto de hora se puede convertir fácilmente en hora y media, sobretodo cuando llueve. No me extraña que lleguen al trabajo de mal humor y luego de vuelta a su casa. Si ya los horarios españoles son imposibles de conciliar con la familia, debe resultar muy frustrante perder tantas horas por el tráfico.
Y la solución debería ser fácil. Cuando se tiene un trabajo estable es mejor buscar la casa relativamente cerca del trabajo. Nosotros lo hicimos así y mi marido viene a comer todos los días, lo cual se agradece un montón a la larga. Me imagino que no todo el mundo tiene la posibilidad de poder elegir por sus circunstancias, pero a los que puedan yo les aconsejaría, desde luego, que se olviden de la pista de pádel y se busquen un piso bien comunicado, cerca del metro si es en Madrid. Porque no tiene ningún sentido tener una gran casa si no pasas tiempo en ella o vivir en el lugar más bonito si no puedes disfrutarlo.
Y la solución debería ser fácil. Cuando se tiene un trabajo estable es mejor buscar la casa relativamente cerca del trabajo. Nosotros lo hicimos así y mi marido viene a comer todos los días, lo cual se agradece un montón a la larga. Me imagino que no todo el mundo tiene la posibilidad de poder elegir por sus circunstancias, pero a los que puedan yo les aconsejaría, desde luego, que se olviden de la pista de pádel y se busquen un piso bien comunicado, cerca del metro si es en Madrid. Porque no tiene ningún sentido tener una gran casa si no pasas tiempo en ella o vivir en el lugar más bonito si no puedes disfrutarlo.
domingo, 16 de febrero de 2014
Cuento de invierno. La película
He visto esta película y me ha encantado. Cuenta una historia de amor a través del tiempo y el espacio. Había leído alguna crítica negativa. Supongo que son de personas no creyentes que no entienden la presencia de ángeles y demonios en la historia. Es curioso porque precisamente hace poco estuve hablando con un cura sobre su existencia y él me defendía que eran imágenes simbólicas. Yo no lo creo así. Será porque me ha parecido ver alguno de cerca. Pero no hace falta ser cristiano para que te guste esta película. Es realmente lo que dice: un bonito cuento con final feliz. Una película tierna, alegre y esperanzadora.
miércoles, 12 de febrero de 2014
La edad y la belleza
Cuando era jovencita yo era bastante mona, aunque esté feo decirlo, pero terriblemente tímida, por lo cual no me gustaba nada que me miraran. Intentaba pasar desapercibida vistiendo ropa discreta y mirando hacia abajo. Ahora ya no me hace falta porque me he estropeado mucho y muy rápido con los años. Así que ya no me siento observada. De todas maneras sigo con mi costumbre de vestir cómoda pero además ya no soporto los zapatos de tacón y tengo varices, así que tampoco me queda otra opción. El otro día vi la película Agosto, que es muy buena aunque muy dramática, y la protagonista, Meryl Streep, decía que las mujeres nos volvemos feas con la edad.
Depende de la genética de cada cual, pero desde luego no mejoramos. En cambio, los hombres suelen envejecer bastante bien y hasta las canas les favorecen. Por eso, cuando veo los anuncios de televisión y las revistas que intentan convencernos de que es posible ocultar el paso del tiempo, me molesta bastante. No creo que sea bueno hacerse ilusiones al respecto. La cosmética no hace milagros, pero es un negocio que mueve muchísimo dinero. No deja de ser un cierto engaño. Como siempre digo, no estoy en contra de arreglarse y cuidarse en la medida de lo posible, pero siempre que eso no se convierta en algo esencial en tu vida, porque es una batalla perdida.
Depende de la genética de cada cual, pero desde luego no mejoramos. En cambio, los hombres suelen envejecer bastante bien y hasta las canas les favorecen. Por eso, cuando veo los anuncios de televisión y las revistas que intentan convencernos de que es posible ocultar el paso del tiempo, me molesta bastante. No creo que sea bueno hacerse ilusiones al respecto. La cosmética no hace milagros, pero es un negocio que mueve muchísimo dinero. No deja de ser un cierto engaño. Como siempre digo, no estoy en contra de arreglarse y cuidarse en la medida de lo posible, pero siempre que eso no se convierta en algo esencial en tu vida, porque es una batalla perdida.
miércoles, 27 de noviembre de 2013
El secreto del éxito
Tal vez habría que empezar por definir lo que consideras éxito. Si ser feliz sin hacer daño a nadie es tu definición, entonces yo soy una persona exitosa. Si preguntas a los que me conocen te dirán que sólo soy un ama de casa insegura con crisis de ansiedad y ningún éxito en mi haber. Me he dedicado veinte años a mirar al techo, literalmente; otros veinte a criar a mis hijos con desiguales resultados; y ahora llevo otros siete metida en internet intentando hacerme un hueco y sin estar nunca convencida de que realmente valga la pena o sirva para algo. Por más que he intentado hacer negocio de este hobby mío está claro que no lo voy a conseguir.
Así que tengo un trabajo no remunerado. Le he dedicado miles de horas. Por suerte, cuento con el apoyo de mi familia. Cuando voy a misa y dicen eso de que hay que hacer lo que esté en tu mano por difundir lo que crees correcto, bueno, yo me siento un poco reivindicada. Pero cuando estoy otra vez sola frente al ordenador dejándome la espalda en el intento, a veces pienso que pierdo el tiempo miserablemente y que más valdría que estuviera en un comedor social, por ejemplo, ayudando. Porque lo que tienen las palabras, y más en internet, es que nunca sabes a quién llegan si es que llegan a algún lado y si realmente ayudan a alguien.
Así que tengo un trabajo no remunerado. Le he dedicado miles de horas. Por suerte, cuento con el apoyo de mi familia. Cuando voy a misa y dicen eso de que hay que hacer lo que esté en tu mano por difundir lo que crees correcto, bueno, yo me siento un poco reivindicada. Pero cuando estoy otra vez sola frente al ordenador dejándome la espalda en el intento, a veces pienso que pierdo el tiempo miserablemente y que más valdría que estuviera en un comedor social, por ejemplo, ayudando. Porque lo que tienen las palabras, y más en internet, es que nunca sabes a quién llegan si es que llegan a algún lado y si realmente ayudan a alguien.
martes, 5 de noviembre de 2013
La justicia
Se dice que el tiempo pone a cada uno en el lugar que le corresponde y yo solía creerlo. Con el tiempo me he vuelto mucho más escéptica. Será porque he visto gente a la que le va muy bien portándose muy mal. Yo tenía una cuñada cuya madre era hija de uno de los fusilados en Paracuellos. El día que vio a Carrillo en el parlamento español tuvieron que ingresarla por un problema psiquiátrico. No hace falta que os diga que este hombre murió anciano en su cama sin haberse arrepentido nunca de lo que hizo. El otro día estuve en la manifestación con las víctimas de eta a favor de la doctrina parot ,y lo único que pedían era justicia.
Es lo mínimo que puede uno esperar cuando la vida te maltrata, que al menos los que te han hecho sufrir acaben comprendiendo por lo que has pasado. No se trata de afán de venganza, sino de reivindicación. La justicia debería ser imparcial y estar del lado siempre de los perjudicados y debería ser proporcional al daño. Pero luego ves como a algunos una nimiedad les puede arruinar la vida mientras otros se libran de pesados fardos con facilidad. Y lo peor no es eso, sino que la persona que no se ve justificada sigue sufriendo toda su vida, de modo que a menudo acaba enfermando debido a la carga espiritual que soporta. La adversidad a veces nos hace mejores personas, pero otras veces por desgracia sólo nos hace daño.
Es lo mínimo que puede uno esperar cuando la vida te maltrata, que al menos los que te han hecho sufrir acaben comprendiendo por lo que has pasado. No se trata de afán de venganza, sino de reivindicación. La justicia debería ser imparcial y estar del lado siempre de los perjudicados y debería ser proporcional al daño. Pero luego ves como a algunos una nimiedad les puede arruinar la vida mientras otros se libran de pesados fardos con facilidad. Y lo peor no es eso, sino que la persona que no se ve justificada sigue sufriendo toda su vida, de modo que a menudo acaba enfermando debido a la carga espiritual que soporta. La adversidad a veces nos hace mejores personas, pero otras veces por desgracia sólo nos hace daño.
viernes, 18 de octubre de 2013
De nada sirve llorar por la leche derramada
Esta frase debería yo tatuarmela, si fuera partidaria de esas cosas. Porque si de algo me arrepiento en esta vida es de la cantidad de horas que paso dándole vueltas a temas que no tienen remedio. Si hubiera estudiado más, si hubiera seguido trabajando, si, si... No hay mayor pérdida de tiempo que lamentarse de las cosas que no hiciste o de las que pasaron sin que tú pudieras hacer nada para remediarlo. Si yo pudiera borrar algo de mi vida sería eso, las lamentaciones que no llevan a ninguna parte y te amargan la existencia. Pero entonces no me hubiera pasado casi tres años en tratamiento con ansiolíticos y antidepresivos.
El otro día en misa tocaba la lectura sobre alguien que hace más de cuatro mil años también se lamentaba de por qué parece que a algunas personas siempre les va bien, hagan lo que hagan, y aunque sólo miren por sus propios intereses, o precisamente por eso. Si ya entonces había gente que se sentía injustamente tratado por la vida, qué voy a decir yo a estas alturas. Está claro que a algunos les toca el papel protagonista y otros tenemos que conformarnos con ser parte del elenco, e intentar disfrutar de nuestra parte. Ésa es una asignatura pendiente que me temo que nunca llegaré a aprobar en mi vida y es una lástima.
El otro día en misa tocaba la lectura sobre alguien que hace más de cuatro mil años también se lamentaba de por qué parece que a algunas personas siempre les va bien, hagan lo que hagan, y aunque sólo miren por sus propios intereses, o precisamente por eso. Si ya entonces había gente que se sentía injustamente tratado por la vida, qué voy a decir yo a estas alturas. Está claro que a algunos les toca el papel protagonista y otros tenemos que conformarnos con ser parte del elenco, e intentar disfrutar de nuestra parte. Ésa es una asignatura pendiente que me temo que nunca llegaré a aprobar en mi vida y es una lástima.
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