Creo que es un operador de móvil pero siempre cambio de canal cuando aparece. Su imagen de un hombre parecido a Jesucristo hablando con el mismo tono y estilo que contienen las citas de la Biblia, es indiscutiblemente una provocación para los cristianos. Teniendo en cuenta que somos al menos un setenta por ciento en España deberían tener poco negocio. El problema es que muchos no se darán por aludidos porque tienen un sentido del humor, digamos, muy abierto. Pero a mí no me hace ni pizca de gracia. Me parece una burla hacia la figura de Jesús, ese anuncio de móviles banalizando algo tan serio e importante.
En este país no se acaba de entender el concepto de respeto. Mucho insistir en la igualdad de sexos y la homofobia, pero cuando se trata de religión vale todo. Resulta que los sentimientos religiosos no merecen ninguna consideración, ni siquiera en un país de raíces profundamente católicas. Ya hace tiempo que he renunciado a entenderlo. Así que no me queda más opción que aportar mi granito de arena, a ver si algún directivo de Simyo lee este post y se da cuenta de que esa publicidad puede ser mal negocio a la larga, que es lo único que realmente les importa. Porque hablar de consideración a las creencias de la gente ya sé que es mucho pedir.
Se trata de un intento de volver a empezar en el mundo de los blogs. Pretende ser de nuevo un diario personal donde volcar reflexiones y compartir experiencias.
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Nubes sobre el Mar
Cuadro pintado por mi hija pequeña
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domingo, 12 de julio de 2015
lunes, 18 de mayo de 2015
Cruzársele los cables
Se dice de alguien que está mal de la cabeza, loco, como un aparato que no funciona bien. Yo pienso eso cada vez que veo a alguien enganchado al móvil, que es muy a menudo. Parece ser que en Alemania, sin apenas paro, sólo uno de cada tres alemanes tiene un smartphone. En cambio, aquí no eres nadie si no cuentas con el último modelo. No me digáis que no es cruzarse los cables gastarse más de 600 euros en un teléfono. Es más de lo que yo gasto al mes en la compra con familia numerosa. Es un salario mínimo mensual. ¿Estamos locos?. Todo por tener un teléfono que funciona como miniordenador, si tienes otro por lo menos en casa...
Además dicen los estudios que el móvil puede provocar hiperactividad y que ahoga la creatividad de los niños. Se acostumbran a que les den todo hecho ya no saben inventar sus propios juegos. Los niños de los años sesenta éramos felices con una caja, un balón o el famoso palo del anuncio. Es una pena que se pierdan eso. Para desarrollar la inteligencia es necesario aburrirse y pensar. Afortunadamente cuando mis hijos eran pequeños aún no existían estos aparatos, pero temo por mis nietos. También los padres tienen que dar ejemplo. No le puedes pedir al niño que se desenganche si te ve que vas con el móvil hasta al baño.
Además dicen los estudios que el móvil puede provocar hiperactividad y que ahoga la creatividad de los niños. Se acostumbran a que les den todo hecho ya no saben inventar sus propios juegos. Los niños de los años sesenta éramos felices con una caja, un balón o el famoso palo del anuncio. Es una pena que se pierdan eso. Para desarrollar la inteligencia es necesario aburrirse y pensar. Afortunadamente cuando mis hijos eran pequeños aún no existían estos aparatos, pero temo por mis nietos. También los padres tienen que dar ejemplo. No le puedes pedir al niño que se desenganche si te ve que vas con el móvil hasta al baño.
lunes, 9 de marzo de 2015
Dar gato por liebre
Se refiere a engañar a alguien dándole algo que no es lo que se espera. Creo que la tecnología nos está dando gato por liebre, en el sentido de que nos tienen entretenidos con aplicaciones y programas que se supone que nos facilitan la vida, pero la verdad es que nos la complican. No hay más que ver cuántas personas van por la calle manipulando el móvil o la tablet, incluso cuando pasean con sus hijos. Cada vez hay más adictos; gente que no puede soltar su dispositivo electrónico ni para ir al baño. Luego nos cuentan lo mucho que hemos avanzado tecnológicamente, pero esa tecnología no está mejorando nuestro mundo ni nuestra vida.
Si todos esos cerebros volcados en los móviles, se dedicaran a investigar nuevos combustibles, la solución para el hambre o la cura de enfermedades, sin duda estarían mejor aprovechados. En su lugar, tenemos conexiones a internet cada vez más rápidas para que podamos seguir perdiendo cada vez más tiempo en cosas sin importancia. Empezando por mí misma (mea culpa) y mi familia. Por eso en la casa del pueblo no quiero que haya wifi y procuro que sea un lugar para desintoxicarnos de internet. Me temo que nos han vendido la electrónica como la cura de todos los males y solamente nos está deshumanizando a marchas forzadas.
Si todos esos cerebros volcados en los móviles, se dedicaran a investigar nuevos combustibles, la solución para el hambre o la cura de enfermedades, sin duda estarían mejor aprovechados. En su lugar, tenemos conexiones a internet cada vez más rápidas para que podamos seguir perdiendo cada vez más tiempo en cosas sin importancia. Empezando por mí misma (mea culpa) y mi familia. Por eso en la casa del pueblo no quiero que haya wifi y procuro que sea un lugar para desintoxicarnos de internet. Me temo que nos han vendido la electrónica como la cura de todos los males y solamente nos está deshumanizando a marchas forzadas.
jueves, 16 de octubre de 2014
Carnet por puntos para padres
Estaba en el supermercado, como de costumbre, y delante mío en la caja había una pareja con un carro de la compra. Cada cual iba enfrascado en su móvil y la mujer hablaba sola, porque iba comentando cosas en voz alta. Siempre que veo cosas así me acuerdo de la película Wall e de Disney. Os la recomiendo. Un futuro de personas obesas sentadas delante de una pantalla. Pero lo que más me preocupa no son esos adultos que, al fin y al cabo, son responsables de sus acciones y sufren las consecuencias, sino los posibles hijos que puedan tener. Porque tener unos padres tecnoadictos no es el mejor ejemplo para un niño.
Ya de por sí los niños empiezan cada vez más pequeños a manejar toda clase de consolas. Eso no sería grave si además lo compaginasen con salir a la calle a jugar y relacionarse unos con otros. Pero me temo que en muchos casos no sea así. Hace muchos años escribí un artículo llamado Carnet por puntos para padres. Realmente creo que a algunos no les vendrían mal unos cursillos acelerados, primero para aprender a relacionarse entre ellos y luego para atender a sus hijos. Antes estaban los abuelos cerca y otros parientes que transmitían lo que se llama la tradición familiar. Pero ahora no es así y me temo que muchos andan muy perdidos.
Ya de por sí los niños empiezan cada vez más pequeños a manejar toda clase de consolas. Eso no sería grave si además lo compaginasen con salir a la calle a jugar y relacionarse unos con otros. Pero me temo que en muchos casos no sea así. Hace muchos años escribí un artículo llamado Carnet por puntos para padres. Realmente creo que a algunos no les vendrían mal unos cursillos acelerados, primero para aprender a relacionarse entre ellos y luego para atender a sus hijos. Antes estaban los abuelos cerca y otros parientes que transmitían lo que se llama la tradición familiar. Pero ahora no es así y me temo que muchos andan muy perdidos.
martes, 16 de septiembre de 2014
He caído
Dije que nunca tendría un whatsap porque no me interesa, pero ya lo tengo. La razón es que mi hija está fuera y sólo se comunica por ese medio, así que sin tablet no podía hablar con ella. Además mi móvil no es inteligente y, aunque lo fuera, no lo veo nada bien con esa letra tan pequeña. Así que fui a una tienda y compré una tablet que estaba en exposición por mitad de precio. Y ya soy un borrego más del mundo de la tecnología digital. Pero sólo voy a utilizarla para hablar con mi hija. No tengo intención de entrar en grupos y demás. También veo a veces el blog y, si contesto sin acentos, ya sabéis que lo he hecho desde ahí.
Cada vez se ve más gente enganchada a móviles y tablets, por la calle, en los restaurantes y los parques, e incluso conduciendo aunque esté prohibido. Raro es el día en que no me cruza un peatón delante del coche atontado por su aparatito electrónico. Es realmente peligroso porque se creen que están atentos pero no lo están. Van completamente embobados. El otro día vi Memorias de un zombi adolescente, con mi hija pequeña, y había una escena muy graciosa donde decía: echo de menos cuando la gente se comunicaba personalmente, y salían todos mirando su móvil. Acabaremos todos como los zombis de la película, si no lo estamos ya.
Cada vez se ve más gente enganchada a móviles y tablets, por la calle, en los restaurantes y los parques, e incluso conduciendo aunque esté prohibido. Raro es el día en que no me cruza un peatón delante del coche atontado por su aparatito electrónico. Es realmente peligroso porque se creen que están atentos pero no lo están. Van completamente embobados. El otro día vi Memorias de un zombi adolescente, con mi hija pequeña, y había una escena muy graciosa donde decía: echo de menos cuando la gente se comunicaba personalmente, y salían todos mirando su móvil. Acabaremos todos como los zombis de la película, si no lo estamos ya.
viernes, 22 de agosto de 2014
Los niños e internet
Tengo un sobrino que, desde que tenía unos ocho años, ya manejaba un ipad con acceso a internet. Y además se pasaba todo el día con la maquinita. Hay quien dice que no se puede ir contra el progreso, pero eso es tanto como decir que, si tienes una bomba deberías hacerla estallar, porque si no para qué la tienes. Yo he sido muy conservadora con este tema. Mis hijos sólo manejaban videoconsolas sin wifi y sólo el fin de semana. El móvil no lo han conseguido hasta los catorce o quince años y básico también. Aun así tengo que reconocer que también tuve problemas con la red, y es que intentar controlar este mundo es como sujetar el agua del mar.
Acabo de ver un reportaje en televisión sobre la pedofilia en internet y es terrible ver con qué facilidad se hacen con el control sobre cientos de niños personas adultas que saben cómo manipularlos. Incluso aunque las familias estén atentas, y lo cierto es que no suelen estarlo en absoluto. Cuando estuve de vacaciones recuerdo que había una niña de unos cuatro años en el hotel que desayunaba siempre con una videoconsola para no molestar a los padres, y la dejaban sola incluso en la mesa. También es habitual que intercambien fotos. Así es imposible evitar las consecuencias. La única solución es cortar por lo sano mientras aún sea posible.
Acabo de ver un reportaje en televisión sobre la pedofilia en internet y es terrible ver con qué facilidad se hacen con el control sobre cientos de niños personas adultas que saben cómo manipularlos. Incluso aunque las familias estén atentas, y lo cierto es que no suelen estarlo en absoluto. Cuando estuve de vacaciones recuerdo que había una niña de unos cuatro años en el hotel que desayunaba siempre con una videoconsola para no molestar a los padres, y la dejaban sola incluso en la mesa. También es habitual que intercambien fotos. Así es imposible evitar las consecuencias. La única solución es cortar por lo sano mientras aún sea posible.
jueves, 27 de febrero de 2014
Los dispositivos electrónicos y la inteligencia
Hay épocas en que no tengo ganas de escribir, generalmente cuando estoy de horas bajas, y otras en que siento una verdadera necesidad, como hoy. El problema es que realmente no tengo un tema elegido. Entonces suelo mirar las noticias y me inspiro, aunque la mayoría de las veces son cosas sobre las que ya he escrito antes desde otro ángulo. Es extraño porque, así como podría escribir todo el día sin parar sobre mis pensamientos, soy incapaz de inventar una historia ficticia. Las capacidades del cerebro son todo un misterio y todavía están por descubrir. Por eso es tan complicado medir realmente el nivel de inteligencia.
He escrito muchas veces sobre los dispositivos electrónicos que dominan actualmente nuestras vidas, desde el ordenador al móvil, pasando por las tablet. Aunque en el fondo todo viene a ser lo mismo, ordenadores de diferentes tamaños. Hay quien asegura que estimulan la inteligencia. Yo no lo creo. Es posible que mejoren la habilidad manual y la coordinación, especialmente los juegos. Pero perjudican el aspecto verbal de la inteligencia. En primer lugar, porque no es lo mismo comunicarse por móvil que relacionarse en persona. En segundo lugar, porque el lenguaje escrito del whassap y demás es muy limitado. Creo que están empobreciendo nuestras vidas.
He escrito muchas veces sobre los dispositivos electrónicos que dominan actualmente nuestras vidas, desde el ordenador al móvil, pasando por las tablet. Aunque en el fondo todo viene a ser lo mismo, ordenadores de diferentes tamaños. Hay quien asegura que estimulan la inteligencia. Yo no lo creo. Es posible que mejoren la habilidad manual y la coordinación, especialmente los juegos. Pero perjudican el aspecto verbal de la inteligencia. En primer lugar, porque no es lo mismo comunicarse por móvil que relacionarse en persona. En segundo lugar, porque el lenguaje escrito del whassap y demás es muy limitado. Creo que están empobreciendo nuestras vidas.
martes, 10 de diciembre de 2013
El ocio infantil y la tecnología
Hace muchos muchos años, allá por la Edad media que dicen mis hijos, los niños no teníamos aparatitos para jugar que nos dieran todo hecho y teníamos que utilizar la imaginación. No es que yo sea un gran ejemplo en ese sentido porque me pasaba la vida leyendo, pero otros niños construían sus propios juguetes, creaban historias con ellos y hacían ejercicio al aire libre. Ya sabéis que yo soy una retrógrada antitecnología, aunque la utilice en el blog. Me horroriza cada vez que veo a niños cada vez más pequeños jugando con el móvil o incluso con tabletas electrónicas, de esas que no bajan de trescientos euros, y que les han regalado sus padres.
Dicen los expertos, que tienen una habilidad manual asombrosa, y no lo dudo. Pero sin embargo, les falla la comunicación oral. Además es una pérdida de tiempo impresionante. Porque yo veo a mis hijos ya mayores la cantidad de horas que se pasan hablando de nada con sus amigos. Y no sólo chicos, también adultos, haciendo comentarios sin sentido y colgando fotos que sólo les interesan a ellos mismos. Pero al fin y al cabo, si ya tienen su vida resuelta son muy libres. El problema son los niños que se enganchan y ya no saben vivir sin sus aparatitos. Creo que es importante que les limiten el tiempo de utilización cada día y que aprendan a divertirse de otras maneras.
Dicen los expertos, que tienen una habilidad manual asombrosa, y no lo dudo. Pero sin embargo, les falla la comunicación oral. Además es una pérdida de tiempo impresionante. Porque yo veo a mis hijos ya mayores la cantidad de horas que se pasan hablando de nada con sus amigos. Y no sólo chicos, también adultos, haciendo comentarios sin sentido y colgando fotos que sólo les interesan a ellos mismos. Pero al fin y al cabo, si ya tienen su vida resuelta son muy libres. El problema son los niños que se enganchan y ya no saben vivir sin sus aparatitos. Creo que es importante que les limiten el tiempo de utilización cada día y que aprendan a divertirse de otras maneras.
sábado, 16 de noviembre de 2013
Internet no salvará al mundo, algunas ongs. sí
La primera parte es una frase de Bill Gates y me ha gustado mucho. Hace tiempo que vengo pensando en que es un desperdicio que la tecnología punta se utilice para crear aplicaciones informáticas y de telefonía móvil. Si todos esos cerebros y esos medios se emplearan en la lucha contra la malaria o buscar soluciones para la pobreza o para los conflictos que asolan el planeta, sin duda sí que tendríamos un mundo mejor a corto plazo. Pero lo triste del asunto es que salvar al planeta no es rentable. Nadie va a financiar esas horas de trabajo. En cambio, los móviles e internet son un negocio redondo. Hasta el punto de que incluso los pobres los utilizan.
El otro día una pareja china intentó vender a su bebé para poder comprarse un iphone. Es sólo un ejemplo más. Yo creo que mucha gente se quita hasta de comer si hace falta por tener un dispositivo móvil de última generación. Es una auténtica locura. Y mientras tanto, los pobres, los olvidados, los enfermos, tendrán que seguir esperando otra oportunidad. El problema es que muchos no pueden esperar. Necesitan soluciones ya, aquí y ahora, y nadie parece dispuesto a ofrecérselas. Hay ongs., como Manos Unidas que hacen milagros con muy poco. Como soy voluntaria de esta organización os animo a colaborar con ellos en una causa que es la justa y el mejor destino que podéis dar a vuestro dinero por el bien de todos.
El otro día una pareja china intentó vender a su bebé para poder comprarse un iphone. Es sólo un ejemplo más. Yo creo que mucha gente se quita hasta de comer si hace falta por tener un dispositivo móvil de última generación. Es una auténtica locura. Y mientras tanto, los pobres, los olvidados, los enfermos, tendrán que seguir esperando otra oportunidad. El problema es que muchos no pueden esperar. Necesitan soluciones ya, aquí y ahora, y nadie parece dispuesto a ofrecérselas. Hay ongs., como Manos Unidas que hacen milagros con muy poco. Como soy voluntaria de esta organización os animo a colaborar con ellos en una causa que es la justa y el mejor destino que podéis dar a vuestro dinero por el bien de todos.
miércoles, 18 de septiembre de 2013
Ipods, smartphones y demás
Durante muchos años me resistí a que mis hijos contaran con móviles inteligentes de los que permiten whatsapp y esa clase de cosas, y tampoco han tenido ordenador hasta los dieciocho. Me alegro de haber alargado los plazos lo más posible porque, desde que tienen esas maquinitas infernales, mi hija mayor sobre todo se pasa el día enganchada y es imposible mantener una conversación tranquilas. En primer lugar porque el invento se pasa el día zumbando. En segundo lugar, porque su atención está dividida entre lo que le dices y lo que está leyendo en ese momento, lo cual hace que se resienta la comunicación, especialmente si se trata del ordenador.
Cuando fuimos de vacaciones estuve viendo una casa rural que no tenía wifi y estuve a punto de elegirla. Al final fuimos a otra y se pasaron todo el tiempo con el aparatito en la mano, cosa que a mí me pone de los nervios. Me pregunto cómo podrían sobrevivir si sucediera un apagón general y de pronto tuvieran que prescindir de toda esa tecnología. El otro día vi a un hombre llevando de la mano a su hija que apenas andaba, mientras en la otra mano navegaba con su móvil. Al llegar a la caja del supermercado una señora ponía los productos en la cinta al mismo tiempo que escribía en el suyo. Esto empieza a asustarme. Me siento un reducto de otra época.
Cuando fuimos de vacaciones estuve viendo una casa rural que no tenía wifi y estuve a punto de elegirla. Al final fuimos a otra y se pasaron todo el tiempo con el aparatito en la mano, cosa que a mí me pone de los nervios. Me pregunto cómo podrían sobrevivir si sucediera un apagón general y de pronto tuvieran que prescindir de toda esa tecnología. El otro día vi a un hombre llevando de la mano a su hija que apenas andaba, mientras en la otra mano navegaba con su móvil. Al llegar a la caja del supermercado una señora ponía los productos en la cinta al mismo tiempo que escribía en el suyo. Esto empieza a asustarme. Me siento un reducto de otra época.
miércoles, 28 de agosto de 2013
No voy a misa porque soy cojo, pero voy a la taberna poquito a poco
Esto es un refrán poco conocido de los que suele decir mi madre. No hace falta que explique que siempre hay tiempo y fuerzas para lo que te gusta y te divierte y no quedan para las obligaciones. Es algo evidente. Tirando de ese hilo se llega al ovillo de que los españoles, por lo menos en Madrid, estamos terriblemente enviciados con todo lo que tenga que ver con nuevas tecnologías, especialmente en los teléfonos móviles. No hay dinero ni para comer en algunos casos, pero luego ves al mendigo con un smartphone (yo los he visto). Me parece terrible que la gente se deje llevar de ese modo por las modas, sin tener en cuenta las prioridades de la vida.
Resulta difícil tomarse en serio las dificultades económicas de alguien que te encuentras en el bar un día sí y otro también. Luego dicen que no se pueden eliminar las ayudas públicas, pero sí deberían inspeccionar a ver en qué se gastan ese dinero. Comprendo que es difícil pero no resulta justo que algunos estén despilfarrando lo que otros necesitan. Para cumplir las obligaciones somos terriblemente vagos pero para la diversión, ahí no. Y ya sé que se dice que eso es lo bueno de nuestro país, puede ser, pero también es lo que nos pierde. Hay que encontrar ese punto medio entre no divertirse y no trabajar. De otro modo, no solucionaremos nada.
Resulta difícil tomarse en serio las dificultades económicas de alguien que te encuentras en el bar un día sí y otro también. Luego dicen que no se pueden eliminar las ayudas públicas, pero sí deberían inspeccionar a ver en qué se gastan ese dinero. Comprendo que es difícil pero no resulta justo que algunos estén despilfarrando lo que otros necesitan. Para cumplir las obligaciones somos terriblemente vagos pero para la diversión, ahí no. Y ya sé que se dice que eso es lo bueno de nuestro país, puede ser, pero también es lo que nos pierde. Hay que encontrar ese punto medio entre no divertirse y no trabajar. De otro modo, no solucionaremos nada.
martes, 30 de julio de 2013
Cuando no está el gato, bailan los ratones
Existe una cierta ingenuidad en el mundo actual respecto a que cada cual conoce sus obligaciones y, sin coaccionarlo, va a cumplir con su deber. Pero no es así. Lo cierto es que las normas del tráfico sólo se respetan cuando hay radares y guardias civiles. Asimismo, los buenos consejos que nos dan por televisión nos entran por un oído y nos salen por otro. Ocurre así por ejemplo con la gente que conduce con el móvil y sobretodo, los que cruzan la calle hablando por el móvil y no se molestan en mirar antes a ambos lados. Eso ha provocado un aumento espectacular de los accidentes de peatones, pero todo el mundo piensa que lo hace bien.
El problema es que no se puede poner un guardia en cada cruce y cada paso de cebra. En España somos especialmente dados a saltarnos la ley en cuanto no nos vigilan. Y que nadie diga que no, porque miente. Por eso, cuando se llevan las manos a la cabeza hablando de los desmanes de los políticos, yo me pregunto de qué se extrañan. Aquí siempre se ha visto bien, como algo gracioso, la picaresca. Mientras sigamos teniendo simpatía por los que transgreden la ley y no les pillan, no se puede esperar que las cosas mejoren. Por desgracia, en la familia y en la calle, todos funcionamos mejor con un gato vigilante.
El problema es que no se puede poner un guardia en cada cruce y cada paso de cebra. En España somos especialmente dados a saltarnos la ley en cuanto no nos vigilan. Y que nadie diga que no, porque miente. Por eso, cuando se llevan las manos a la cabeza hablando de los desmanes de los políticos, yo me pregunto de qué se extrañan. Aquí siempre se ha visto bien, como algo gracioso, la picaresca. Mientras sigamos teniendo simpatía por los que transgreden la ley y no les pillan, no se puede esperar que las cosas mejoren. Por desgracia, en la familia y en la calle, todos funcionamos mejor con un gato vigilante.
miércoles, 10 de abril de 2013
Internet y los jóvenes
De vez en cuando toca una de esas entradas que no os gustan nada donde me meto con la mano que me da de comer, por decirlo de algún modo, ya que a mí internet no me produce beneficios tangibles. El otro día vi un reportaje en televisión de esos que ponen los pelos de punta sobre niños y adolescentes que publican sus fotos semidesnudos para enviarlas a algún noviete y acaban en la red. Incluso, casos peores en que el destinatario es un acosador o un pederasta. Dicen que uno de cada tres niños dicen haber sufrido algún tipo de acoso por internet. Creo que la cosa se nos están yendo de las manos y no quiero ser tremendista, pero es lo que hay.
Como ahora además, cualquier móvil en manos de cualquier chico con mucho tiempo libre y poca madurez, se convierte en un dispositivo capaz de almacenar y difundir imágenes y videos por todo el mundo; puede ocurrir, como decían en el programa, que las fotos de tu hija las esté viendo un señor de Singapur. Sin embargo, me temo que no sirva de mucho advertir a los chicos sobre este peligro, porque están en una edad en que la transgresión es un placer añadido. Sinceramente, yo creo que lo único que realmente sirve en este tema es dar marcha atrás y limitar la tecnología, pero ya sé que ése es un deseo que no voy a conseguir.
Como ahora además, cualquier móvil en manos de cualquier chico con mucho tiempo libre y poca madurez, se convierte en un dispositivo capaz de almacenar y difundir imágenes y videos por todo el mundo; puede ocurrir, como decían en el programa, que las fotos de tu hija las esté viendo un señor de Singapur. Sin embargo, me temo que no sirva de mucho advertir a los chicos sobre este peligro, porque están en una edad en que la transgresión es un placer añadido. Sinceramente, yo creo que lo único que realmente sirve en este tema es dar marcha atrás y limitar la tecnología, pero ya sé que ése es un deseo que no voy a conseguir.
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martes, 10 de julio de 2012
Sobre móviles, chat, messenger, twitter y whassapp
He escrito otras veces lo que opino sobre el chat. Me parece una forma estupenda de perder el tiempo. Por eso no lo utilizo. Hay gente que se engancha al invento y acaban compartiendo intimidades con desconocidos. Incluso hay quien se mete en problemas por esa causa; especialmente mujeres demasiado románticas. El caso es que el chat o messenger antes era territorio exclusivo de los ordenadores, con lo cual estaba más restringido, pero ahora tenemos el "guasa" o what's up, que es su denominación original, ya que significa textualmente qué pasa, o cómo te va. Gracias a eso, o por culpa de eso, uno ahora tiene el chateo literalmente al alcance de la mano (en la mano).
Para lo cual primero habrán tenido que soltar al menos trescientos euros para comprar un móvil de nueva generación, con lo cual se supone que se ahorran los céntimos que les hubieran costado las llamadas o los mensajes. Porque se supone que el objetivo de un teléfono es la comunicación inmediata, cuando llegas tarde a una cita por ejemplo. No debería ser un medio para compartir toda clase de información inútil e insulsa. Para eso también está el twitter, por cierto. Pero hay personas que necesitan psicológicamente estar todo el tiempo comunicados, como si les diera miedo encontrarse con sus propios pensamientos. No hay problema, si van por la calle ensimismados en el móvil, como los he visto, su vida no va a ser muy larga.
Como me suele ocurrir, después de escribir esto encontré un artículo al respecto: "... No menos crítico se muestra Peter Thiel, un inversor mítico que ganó una fortuna con Paypal y fue el primer financiador de Facebook. Thiel estudió en Stanford y a veces imparte clases, pero su firma de capital riesgo ha publicado un manifiesto cuyo elocuente subtítulo es: Queríamos coches que pudieran volar... pero nos están dando memeces como Twitter. Considera que el boom de la tecnología está creando un sifín de juguetitos vistosos, pero no ha logrado mejorar el cambio climático, el problema del desempleo, el cáncer... Nada de verdadero progreso". Revista xl semanal. nr. 1288.
Para lo cual primero habrán tenido que soltar al menos trescientos euros para comprar un móvil de nueva generación, con lo cual se supone que se ahorran los céntimos que les hubieran costado las llamadas o los mensajes. Porque se supone que el objetivo de un teléfono es la comunicación inmediata, cuando llegas tarde a una cita por ejemplo. No debería ser un medio para compartir toda clase de información inútil e insulsa. Para eso también está el twitter, por cierto. Pero hay personas que necesitan psicológicamente estar todo el tiempo comunicados, como si les diera miedo encontrarse con sus propios pensamientos. No hay problema, si van por la calle ensimismados en el móvil, como los he visto, su vida no va a ser muy larga.
Como me suele ocurrir, después de escribir esto encontré un artículo al respecto: "... No menos crítico se muestra Peter Thiel, un inversor mítico que ganó una fortuna con Paypal y fue el primer financiador de Facebook. Thiel estudió en Stanford y a veces imparte clases, pero su firma de capital riesgo ha publicado un manifiesto cuyo elocuente subtítulo es: Queríamos coches que pudieran volar... pero nos están dando memeces como Twitter. Considera que el boom de la tecnología está creando un sifín de juguetitos vistosos, pero no ha logrado mejorar el cambio climático, el problema del desempleo, el cáncer... Nada de verdadero progreso". Revista xl semanal. nr. 1288.
viernes, 11 de noviembre de 2011
Adicción al móvil
Es impresionante ver la cantidad de gente que va por la calle hablando por el móvil, mientras pasean al bebé, o al perro, en la compra o cruzando la calzada (con el peligro que supone, porque no se fijan bien). También, como no, los que nos amenizan en el autobús o en el metro, contándonos sus intimidades sin ningún pudor. Por no hablar de los que siguen conduciendo con el móvil en la mano aunque esté prohibido y les puedan poder una multa. Todo esto a pesar de que hace tiempo que se habla del peligro de las ondas electromagnéticas por el uso de estos aparatos. No está demostrado, pero tampoco lo estaba lo del tabaco cuando yo era joven y ahora ya no lo discute nadie.
Yo sólo llevo el teléfono móvil para recibir llamadas y hacer alguna en caso de emergencia. Para mí, sobran todos los demás botones y funciones del aparato. Si no fuera porque tengo hijos tampoco habría comprado más móviles en mi casa, pero me gustan que estén localizables. La verdad es que este invento da una tranquilidad mayor a los padres, especialmente por la noche. Sin embargo, por lo demás, la verdad es que podría vivir perfectamente sin el; y, de hecho, lo hago, porque la mitad de las veces se me olvida recargar la batería y se me apaga. Utilizar el teléfono móvil para pasar el tiempo mientras se va de un sitio a otro, me parece que indica una personalidad inmadura y dependiente.
Yo sólo llevo el teléfono móvil para recibir llamadas y hacer alguna en caso de emergencia. Para mí, sobran todos los demás botones y funciones del aparato. Si no fuera porque tengo hijos tampoco habría comprado más móviles en mi casa, pero me gustan que estén localizables. La verdad es que este invento da una tranquilidad mayor a los padres, especialmente por la noche. Sin embargo, por lo demás, la verdad es que podría vivir perfectamente sin el; y, de hecho, lo hago, porque la mitad de las veces se me olvida recargar la batería y se me apaga. Utilizar el teléfono móvil para pasar el tiempo mientras se va de un sitio a otro, me parece que indica una personalidad inmadura y dependiente.
lunes, 26 de septiembre de 2011
Los caminos del teléfono
Contribución de mi marido, que es ingeniero ...
Estaba el otro día conduciendo cuándo recibí una llamada del trabajo. La contesté, por supuesto, porque tengo un manos libres bluetooth y luego, al finalizar, me puse a pensar en el camino que había seguido la voz en esta conversación.Veamos...
Primero la voz llegó desde el que me hablaba a su teléfono. Allí, las vibraciones del aire se convirtieron a señal eléctrica por medio de una membrana vibratoria colocada en el auricular.
Como se trata de un teléfono IP de última generación, los datos fueron procesados digitalmente y enviados a través de una red TCP/IP (tipo internet para entendernos) a la centralita del trabajo. Ésta convirtió los datos de nuevo a señal eléctrica analógica para enviarlos a través de la red telefónica convencional a la centralita de mi ciudad.
La centralita a su vez tuvo que reenviar la señal hacia la centralita de mi operador de telefonía móvil y éste a su vez la reenvió hacia la torre de telefonía móvil más cercana a mi localización (cosa que saben porque de vez en cuando tu teléfono envía una señal que capta la torre más cercana y ya saben dónde estas.
Esta torre de telefonía convirtió la señal eléctrica a una onda radioeléctrica que envió a través del aire hasta que alcanzó mi teléfono.
Pero ahí no acaba la cosa, como yo estaba conduciendo y tenía el bluetooth conectado, mi teléfono recibió la señal y la reenvión a través de otra onda radioeléctrica al dispositivo bluetooth 'manos libres'. El cual recibió la señal, la convirtió a señal eléctrica (de banda base, se dice) y la aplicó a otra membrana (altavoz) que hizo vibrar para que al final esa vibración se propagase por el aire hasta mi oído...
Así que la próxima vez que recibáis una llamada podéis pensar un poco en este largo camino y agradecer a muchas generaciones de ingenieros que lo han hecho posible. ;-D
Y todo por el precio de una llamada...
Estaba el otro día conduciendo cuándo recibí una llamada del trabajo. La contesté, por supuesto, porque tengo un manos libres bluetooth y luego, al finalizar, me puse a pensar en el camino que había seguido la voz en esta conversación.Veamos...
Primero la voz llegó desde el que me hablaba a su teléfono. Allí, las vibraciones del aire se convirtieron a señal eléctrica por medio de una membrana vibratoria colocada en el auricular.
Como se trata de un teléfono IP de última generación, los datos fueron procesados digitalmente y enviados a través de una red TCP/IP (tipo internet para entendernos) a la centralita del trabajo. Ésta convirtió los datos de nuevo a señal eléctrica analógica para enviarlos a través de la red telefónica convencional a la centralita de mi ciudad.
La centralita a su vez tuvo que reenviar la señal hacia la centralita de mi operador de telefonía móvil y éste a su vez la reenvió hacia la torre de telefonía móvil más cercana a mi localización (cosa que saben porque de vez en cuando tu teléfono envía una señal que capta la torre más cercana y ya saben dónde estas.
Esta torre de telefonía convirtió la señal eléctrica a una onda radioeléctrica que envió a través del aire hasta que alcanzó mi teléfono.
Pero ahí no acaba la cosa, como yo estaba conduciendo y tenía el bluetooth conectado, mi teléfono recibió la señal y la reenvión a través de otra onda radioeléctrica al dispositivo bluetooth 'manos libres'. El cual recibió la señal, la convirtió a señal eléctrica (de banda base, se dice) y la aplicó a otra membrana (altavoz) que hizo vibrar para que al final esa vibración se propagase por el aire hasta mi oído...
Así que la próxima vez que recibáis una llamada podéis pensar un poco en este largo camino y agradecer a muchas generaciones de ingenieros que lo han hecho posible. ;-D
Y todo por el precio de una llamada...
viernes, 15 de julio de 2011
Consumismo electrónico
En Comando Actualidad he visto un reportaje muy interesante grabado en un conocido centro comercial de electrónica. Entrevistaban a la gente sobre lo que habían comprado y si realmente lo necesitaban. La mayoría reconocían que tenían ya otro televisor, otro ordenador y varios móviles en su casa. Sin embargo, sentían la necesidad de comprar el último modelo de la tecnología. El problema es que esos aparatos se quedan anticuados cada mes; de manera que el gasto para sustituirlos es inacabable. La gente que entra en esa espiral necesitan un presupuesto enorme para mantener su pulsión compradora, o bien se endeudan continuamente con créditos personales para poder sufragarla.
Viene a ser algo parecido a la adicción al juego. Reconozco que a mí también me tienta. El otro día estuve en una de esas tiendas y vi un ordenador pequeñito blanco que resultaría ideal para seguir mi blog cómodamente sentada en el sofá. Pero ya tenemos un ordenador en casa, dos portátiles, un ipod, tres mp4, cuatro móviles, una agenda electrónica y un e-book. No necesitamos más aparatos. Además, está el problema del consumo energético. Que luego se habla de que hay que reducir la contaminación de las centrales térmicas. Las nucleares están casi paralizadas y las renovables no cubren el consumo nacional. Así que acabamos comprando un ochenta por ciento de la energía a otros países. La única solución es consumir menos, pero no resulta nada fácil renunciar a estas comodidades.
Viene a ser algo parecido a la adicción al juego. Reconozco que a mí también me tienta. El otro día estuve en una de esas tiendas y vi un ordenador pequeñito blanco que resultaría ideal para seguir mi blog cómodamente sentada en el sofá. Pero ya tenemos un ordenador en casa, dos portátiles, un ipod, tres mp4, cuatro móviles, una agenda electrónica y un e-book. No necesitamos más aparatos. Además, está el problema del consumo energético. Que luego se habla de que hay que reducir la contaminación de las centrales térmicas. Las nucleares están casi paralizadas y las renovables no cubren el consumo nacional. Así que acabamos comprando un ochenta por ciento de la energía a otros países. La única solución es consumir menos, pero no resulta nada fácil renunciar a estas comodidades.
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