Se dice de alguien que está mal de la cabeza, loco, como un aparato que no funciona bien. Yo pienso eso cada vez que veo a alguien enganchado al móvil, que es muy a menudo. Parece ser que en Alemania, sin apenas paro, sólo uno de cada tres alemanes tiene un smartphone. En cambio, aquí no eres nadie si no cuentas con el último modelo. No me digáis que no es cruzarse los cables gastarse más de 600 euros en un teléfono. Es más de lo que yo gasto al mes en la compra con familia numerosa. Es un salario mínimo mensual. ¿Estamos locos?. Todo por tener un teléfono que funciona como miniordenador, si tienes otro por lo menos en casa...
Además dicen los estudios que el móvil puede provocar hiperactividad y que ahoga la creatividad de los niños. Se acostumbran a que les den todo hecho ya no saben inventar sus propios juegos. Los niños de los años sesenta éramos felices con una caja, un balón o el famoso palo del anuncio. Es una pena que se pierdan eso. Para desarrollar la inteligencia es necesario aburrirse y pensar. Afortunadamente cuando mis hijos eran pequeños aún no existían estos aparatos, pero temo por mis nietos. También los padres tienen que dar ejemplo. No le puedes pedir al niño que se desenganche si te ve que vas con el móvil hasta al baño.
Yo no cambio el móvil hasta que se rompe el que tengo. No soy de andar como loca tras el último grito de la tecnología. En cuanto a los niños, creo que una cosa no tiene por qué ser excluyente de la otra. Todo en su justa medida suma. Un besote!!!
ResponderEliminarNo debería ser excluyente pero los niños que juegan con máquinas ya no juegan con nada más. Es demasiado jugoso. Un beso.
Eliminartienes razon susana , en estos tiempos donde la tegnologia avanza , es necesario que volvamos a nuestras raizes....
ResponderEliminarsaludos
Hay que mantener el contacto con la tierra. Un beso.
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