Significa calcular mal en algún asunto y tener un mal resultado. Por ejemplo, si no llegas a fin de mes porque has gastado demasiado, se puede decir que te has pillado los dedos. Nosotros nos hemos pillado los dedos al comprar la casa nueva porque andamos muy justos de dinero, pero la verdad es que como ya tenemos costumbre, tampoco nos importa demasiado. Primero por la compra del coche, luego por el colegio de los niños y ahora por la casa, la verdad es que siempre estamos con el agua al cuello. Pero para nosotros tener sanidad y educación privada siempre ha sido un lujo necesario. Sin embargo, nos moderamos en otras cosas, como la tecnología.
Estuvimos años sin poder comer fuera de casa, ni tomarnos una cerveza en una terracita (con lo que me gusta a mí eso), ni viajar apenas. Incluso tuvimos una caravana e íbamos de camping en verano para ahorrar, aunque también nos gustaba ese tipo de vacaciones. Luego íbamos de apartamento, a pesar de que eso para mí no era descanso, ya que tenía que hacer más cosas que en mi casa, como fregar los cacharros. Sólo los últimos años hemos empezado a viajar de hotel (menos tiempo). Quiero decir que, el que algo quiere, algo le cuesta. Y si no quieres pillarte los dedos tienes que saber administrarte. Eso lo sabían bien nuestros abuelos.
Los políticos llevan pillándose los dedos años y años ... decenios¡¡¡¡ ;) ;)
ResponderEliminarEs cierto. Un beso.
EliminarYo siempre he tenido claro que primero las cosas necesarias y después los caprichos. Se vive más tranquilo. Un besote!!
ResponderEliminarDesde luego. Yo nunca he salido de vacaciones mås de dos semanas. Un beso.
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