Existe un tipo de persona muy extendido, generalmente mujeres, que hablan tanto que no dejan intervenir a nadie en la conversación. Curiosamente suelen ser muy populares pero es imposible tener un intercambio de ideas con ellas porque lo hablan todo. Además suelen tener una idea clara sobre cualquier tema y varias anécdotas al respecto de manera que, nada de lo que digas podrá hacerles cambiar de opinión. Yo creo que saber escuchar es la primera virtud que debe tener un conversador, pero no hasta el punto de que no puedas meter baza. Resulta muy incómodo hablar con alguien a quien evidentemente no le interesa lo que tengas que decir.
Así que no te queda más opción que contestar: sí, claro, no me digas, qué raro... Llega un momento en que se te acaba el repertorio de asentimientos y tienes que volver a empezar, y así a veces horas y horas. Pero como ya he comprobado que es inútil intentar introducir otro tema de conversación u otra idea, hace tiempo que sigo el sistema del lorito y pienso en otra cosa. Sin embargo, ya digo que esa clase de personas suelen tener bastante éxito social mientras que yo en cambio aburro hasta a las ovejas, de manera que tal vez debería probar su sistema y soltar monologos repetitivos en persona, a ver si así consigo más popularidad.
A mí la gente que no deja hablar me cansa mucho. Un besote!!!
ResponderEliminarPues debemos ser las únicas. Un beso.
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