Se trata de un intento de volver a empezar en el mundo de los blogs. Pretende ser de nuevo un diario personal donde volcar reflexiones y compartir experiencias.
Bueno, pues hasta aquí hemos llegado... La verdad es que hace ya más de dos meses que inauguré otro blog, en el cual de momento sólo me estoy ocupando de sentimientos. Éste queda en internet para quien quiera consultarlo y supongo que seguirá teniendo bastantes visitas. Yo me mudo a mi nueva casa. Como todas las mudanzas, me llevo lo fundamental y espero que me sigáis todavía. Abro así una nueva etapa con mi cincuentena porque de vez en cuando es necesario recargar las pilas y volver a empezar, incluso si al final acaba siendo parecido a lo que dejaste atrás. Apaga y vámonos es una expresión que no hace falta explicar.
No es un adiós, es un hasta luego. Incluso puede que siga publicando por aquí de vez en cuando artículos copiados de otros medios, con su link correspondiente. Me llevo los buenos recuerdos, dejo los malos. Hace diez años empecé a escribir siendo madre de tres niños de trece, once y ocho años. Ahora son casi adultos y nuestras vidas han cambiado radicalmente. Muchos familiares tomaron ya el camino al otro barrio. La pequeña terminó el colegio con notas excelentes. Los post fueron evolucionando con nuestras vidas. Siento cierta nostalgia al marcharme de aquí porque es como si abandonara mis vivencias, pero la verdad es que las llevo conmigo. Gracias por todo.
Aunque a algunos nos recuerde al ex presidente, que mejor se hubiera dedicado a otra cosa, lo cierto es que está expresión ya existía antes. Se refiere a que cada cual debería ocuparse de aquello que se le da bien, para lo que está preparado y no meterse donde no le llaman. La verdad es que a veces me lo aplico a mí misma, que quien me mandaría a mí meterme en estos líos de internet que tantos disgustos me han costado. También muchas satisfacciones, la verdad, pero ha resultado ser mucho más complicado de lo que yo esperaba. No porque me cueste escribir, que tengo una facilidad increíble, sino porque me cuesta hacerme comprender.
Cuando uno se dedica sistemáticamente a llevarle la contraria a la sociedad en la que vive tiene que estar preparado para las reacciones. Yo no lo estaba al principio. Me he ido acostumbrando con los años. Pero creo que ya me pilla un poco mayor, que con diez años ya he cumplido de sobra y que tengo que dejar el relevo a otros más preparados. Claro que seguiré escribiendo porque es para mí como el comer, pero espero hacerlo con más calma y menos expectativas. No soy escritora ni periodista aunque haya querido usurpar ese puesto y me haya ido más o menos bien. Soy un ama de casa madre de familia numerosa. Ésa es la realidad.
La versión inglesa dice: to build castles in Spain. Significa hacer planes grandiosos que no es posible llevar a cabo. Yo de pequeña era muy fantasiosa. Leía mucho y tan pronto quería ser una heroína de novela, como viajar a lugares lejanos o fundar un club al estilo de los Cinco. La vida se encargó de enseñarme que nada de eso era fácil de conseguir. Forma parte del proceso de madurar. Sin embargo, no sé por qué hay gente que no madura nunca. Los ves con sesenta años con su coleta, que parece que se quedaron anclados en los setenta, a veces paseando a los nietos. A mí me dan lástima porque no hay nada peor que no aceptar la realidad.
Es bonito tener sueños pero siempre que sepas que lo son. Porque la manera más segura de no ser nunca feliz es aferrarse a un ideal imposible. Tanto en política, con los comunistas, como en las relaciones personales, hay quien busca siempre algo que no existe, que no es factible. Pero el problema viene cuando toda la sociedad se infantiliza y decide salir a buscar sus sueños. Creo que es lo que está ocurriendo en España y, claro, los sueños no te dan de comer ni te arropan por la noche. Las cosas que se ven más bonitas suelen tener un trasfondo oscuro y, si no lo aceptas como es, seguirás siempre engañándote a ti mismo.
Curiosa expresión que significa algo parecido a: te habrás quedado a gusto. Es cuando alguien actúa por su cuenta sin contar con la opinión de los demás y se sale con la suya. La verdad es que esa actitud individualista está muy en boga hoy en día. Como el refrán: ande yo caliente y ríase la gente; aquí cada cual va a lo suyo y vela por sus propios intereses. También en las relaciones personales, me temo que cada vez hay menos apego al sacrificio. Sólo se busca la satisfacción y cuando falla se acaba el acuerdo; porque viene a ser más una transacción comercial que una cuestión de sentimientos. Es realmente una pena.
Así no es extraño que haya cada vez más solteros o divorciados y menos parejas estables, más hijos fuera del matrimonio, incluso sin padre o madre. Si no se está dispuesto a poner nada de tu parte, si no existe un compromiso real con el otro, es imposible que la pareja funcione. Cuando cada uno está más pendiente de su futuro laboral, de sus relaciones de amistad o su familia, la relación hace aguas por todas partes y es normal que se hunda. La lástima es que luego se ve personas de mediana edad que se han quedado solas y ya no tienen ni ganas de volver a intentarlo y el tiempo sí que es un compañero fiel e implacable.
Traigo otro post de mi otro blog para darle más difusión:
He visto la película de los Cuatro fantásticos. Es entretenida y apta
para todos los públicos. He visto el trailer de Anacleto. Incluye dos
palabrotas por frase y escenas impropias como la del protagonista
metiendo a un hombre de cabeza en una picadora de carne. La primera es
americana, la segunda española. La verdad es que sobraba la aclaración.
Se trata de dos adaptaciones cinematográficas de dos comics infantiles.
Yo solía leer Anacleto de niña y no recuerdo que fuera mal hablado ni
mucho menos que triturara personas. La versión que han hecho nos es apta
para niños; al menos no muy normales. Española, ya os decía...
En
cambio, la de los Cuatro Fantásticos, aunque creo que no sigue
fielmente el cómic es una película blanca, divertida y para toda la
familia. Un rato agradable, con buenos efectos especiales, sin grandes
pretensiones y todo un éxito. A ver cuando aprenden los "artistas"
españoles que para hacer una gran película no hace falta añadirle sal
gorda, ni traumar a los niños, ni hacernos sentir mal en general. Luego
se quejarán de que no vamos a ver la película. Pues no sería por falta
de interés por el cómic, pero hay cosas que son infumables, y más aún
cuando además se dirigen al público infantil. Dejen ya de pervertirnos,
por favor.
elblogdemivida7.blogspot.com
Significa que ha llegado el momento de que algo suceda o llegue a su fin. Por ejemplo, ya va siendo hora de que deje de tomar las pastillas para la depresión, que llevo cuatro años, pero no me atrevo. Ya va siendo hora también de que termine esta tanda de dichos y expresiones, y estoy en ello. Esta semana salen ya los últimos. Después publicaré otro libro que no comprará nadie más que yo como de costumbre y así se repite la historia. Casi todas las cosas tienen un principio y un fin y no conviene demorarlo. La verdad es que aún tenía posts para unos meses más pero cuando llega el momento no sirve de nada negarlo.
Aunque lo cierto es que estos últimos meses el blog ha tenido un buen aumento en el número de visitas, las cuales espero que me sigan en mi nueva andadura. Supongo que se debe especialmente a los artículos de política y a la situación española, pero algún mérito tendré también, espero. De manera que se podría pensar que no es el momento más oportuno para dejarlo pero la verdad es que ya no tengo fuerzas ni ganas para seguir luchando contra los elementos. Prefiero relajarme una temporada y dejar que las cosas sigan su curso (otra expresión). Nadie es imprescindible y yo menos todavía.
Os traigo este artículo de mi otro blog porque es importante tener esta información.
Planned Parenthood. Aborto: crimen de estado
Planned Parenthood es una organización que se dedica a promover y
facilitar el aborto en EE.UU y otros países. Recibe subvenciones de
mucha gente conocida y del partido Demócrata americano. A pesar de su
nombre su finalidad no es la planificación familiar sino evitar la
maternidad, especialmente la de grupos étnicos desfavorecidos. Según
ellos mismos han declarado alguna vez en cámara oculta, pretenden
reducir la población negra. Por si eso no fuera suficiente, además
venden los tejidos de los fetos abortados haciendo con ello un gran
negocio. Incluso Pepsi ha tenido que reconocer que los utilizaba de
edulcorantes.
Es decir, que lo que ellos llaman grupo de células cuando incitan a sus
clientes a abortar, son realmente brazos, piernas, ojos, riñones... que
les producen grandes beneficios con su venta a laboratorios que los
utilizan incluso como aditivos alimentarios. Existen unos videos al
respecto pero, lo siento, yo no puedo buscarlos porque es demasiado para
mi depresión. Me dan ganas de tirarme por la ventana por no vivir en un
mundo que permite estas cosas. Pero existen culpables con nombres y
apellidos, empezando por el presidente Obama, Hillary Clinton, Bill
Gates y muchos otros que presumen de filántropos mientras se benefician
del mayor crimen de estado que ha existido en la historia de la
humanidad.
Mis hijos piensan que no sé nada porque no tengo título universitario ni mucha vida social. No saben que lo realmente importante se aprende en casa, con el trato con tus seres queridos y manteniéndose informado de la actualidad. No hace falta atravesar el mundo, estudiar dos carreras o tener la agenda llena de contactos. Al contrario, yo creo que demasiadas distracciones son contraproducentes. Vivir para ver, significa que si vives lo suficiente habrás visto ya de todo; y es cierto. Tal vez no tengas experiencia directa pero sí diferida, por familiares, amigos y conocidos, ya entiendes un poco de todos los temas de la vida, y de algunos mucho.
Y sobre todo pensando. Sí eso que cada vez hacemos menos, porque la televisión nos da las noticias ya digeridas y con opiniones incluidas. Es necesario aburrirse y tener tiempo para reflexionar, para conocerse a uno mismo y a partir de ahí empezar a comprender a los demás. Eso es lo que más les falla a nuestros jóvenes, que están demasiado entretenidos y no les queda tiempo para meditar. Vivir para ver también significa que nunca te hubieras imaginado lo que finalmente ha ocurrido. Yo desde luego, no me hubiera esperado es ascenso de la extrema izquierda en España. Pero si vivimos lo suficiente puede que también veamos su caída.
Una legua es una antigua medida de longitud. Verse a la legua es verse de muy lejos pero no se refiere tanto a objetos como a situaciones. Yo lo veo todo a la legua. Es una faena. Como luego no tengo poder de convicción me da lo mismo. Sólo me queda en consuelo a posteriori del "ya os lo dije", pero no es mucho. Yo antes pensaba que la gente no se enteraba por prejuicios o por no pensar demasiado en ningún tema; también por influencia de la televisión y la tecnología. Últimamente estoy llegando a la conclusión de que algunos simplemente son tontos. Será poco cristiano decir eso, pero es que no se me ocurre otra explicación lógica.
Un tonto es el que hace tonterías, decía Forrest Gump. También lo es quien no utiliza sus neuronas y las deja morir. El problema del alcohol entre los jóvenes en España y de otras drogas es algo realmente muy serio aunque nadie quiera abordarlo. Emborracharse todos los fines de semana no sale gratis a nivel biológico y cerebral. No es de extrañar que existan tantas personas incapaces de dar una respuesta lógica a ningún problema. Me preocupa que estemos perdiendo una generación en España entre los ninis, el alcoholismo y la promiscuidad. Los padres y madres de las familias del mañana pueden estar yendo por muy mal camino.
Es una expresión que me hace gracia. Se trata de las personas que tienen tal poder de convicción que siempre consiguen lo que quieren aunque parezca imposible. Supongo que es un don, que yo desde luego no tengo. También es verdad que hay gente que es muy fácil de convencer si utilizas las palabras adecuadas. Digamos que son muy susceptibles a la zalamería y la autocompasión. Basta que les des la razón en todo y luego vayas introduciendo consignas. Me temo que una buena parte de la población española es así en este momento. De ahí lo que nos ha ocurrido, especialmente entre los jóvenes, que son más manipulables.
Hay un problema evidente de falta de cultura general. Mis hijas, que han sido muy buenas estudiantes las dos, sin embargo tienen unas lagunas en su educación que claman al cielo. Por ejemplo, apenas saben nada de las guerras mundiales, incluido el nazismo o la Unión soviética. Claro, luego dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. ¿Cómo van a saber lo que tienen que rechazar si ni siquiera lo conocen?. Me temo que ya tiene mal arreglo, pero tal vez deberían crear unas cuantas series de televisión sobre estos temas a ver si se les queda algo, en lugar de la fantasía del juego de tronos.
Dentro de una semana este blog cerrará sus puertas para trasladarme a mi nuevo blog: elblogdemivida7.blogspot.com. De los dichos y expresiones que he estado escribiendo este último año he publicado un nuevo libro en Bubok.es que se puede comprar en papel o descargar en e-book gratis. El enlace estará en el lateral cuando termine de publicar los post. Prefiero insistir para que no haya luego personas que no se hayan enterado del traslado a tiempo.
He estado tres días en el pueblo porque ya a mi marido se le acaban las vacaciones. Empieza la rutina pero no me puedo quejar porque no ha estado nada mal. El viaje resultó muy bien y los días en el campo también. He cumplido más o menos con mis objetivos para estas fechas: acabar mi tapiz, publicar el libro, guardar los recuerdos en álbumes, trasplantar las plantas y poner un poco de orden dentro de lo posible, que no es mucho. :) Besos.
Porque hoy es hoy. Se dice cuando se hace algo especial por ser un día determinado. Yo en los cumpleaños por ejemplo suelo aprovechar para comer o cenar fuera, cosa que no hago el resto del año. A mis hijos les enseñé desde pequeños que los regalos y celebraciones, o son por una fiesta o hay que ganárselos. No entiendo a los padres que llevan a sus niños al parque de atracciones por ejemplo todos los meses, o a comer fuera todos los domingos. Luego se quejarán de que no les llega el sueldo y es que hay cosas que son excepciones que confirman la regla. Lo malo es que algunos se habían acostumbrado muy mal en las vacas gordas.
Además, es que no es bueno para los hijos darles premios que no han ganado. Luego se creen que todo es gratis y porque sí. De esos polvos vienen estos lodos, que decía yo en los refranes. Entonces aparece el derecho a: derecho a tener una casa, un coche, unas vacaciones, un smartphone, aunque no puedas pagarlo. España es el país de los derechos innatos. En otros lugares se comprende que si tienes sanidad es porque la pagas de tu sueldo, igual con la educación y otros servicios. Para las situaciones desesperadas existen las ongs. que funcionan muy bien afortunadamente. Un día es un día implica que lo que uno se gana se disfruta mucho más.
Curiosa expresión que significa vivir a lo grande, es decir no escatimar en gastos. Yo no conozco lo que es eso porque siempre he sido muy mirada para la economía. Quiero decir que yo no me gasto más de treinta euros en un pantalón por muy Donna Karan que sea. A mí la verdad es que me parece muy mal andar despilfarrando el dinero en cosas innecesarias. Suelo ver el concurso Ahora caigo, que me gusta mucho, y la verdad es que la mayoría de los concursantes quieren el dinero para auténticas tonterías. Para hacer la ruta 66 de EE.UU por ejemplo. Como si en España no les quedaran cosas interesantes para ver, o en cualquier otro sitio.
Por lo que yo sé eso es una ruta por el desierto. Otros quieren viajar a Nueva Zelanda para ver el escenario del Hobbit. Pero, caramba, eso no es más que una película. Yo creo que de ese tipo de viajes siempre se vuelve decepcionado. Hay quien se quiere comprar un coche de lujo o una moto de carreras que sólo les va a traer más gastos. O los que desean tirarse en parapente, subir al Everest o hacer rafting en el Amazonas. Así que desean jugarse la salud. Afortunadamente hay otros que sólo desean arreglar su casa o viajar con su familia. Esos sí saben lo que es realmente vivir a todo tren. Es disfrutar de lo que tienes.
Se trata de una superstición para alejar la mala suerte que supongo que viene de la cruz de Cristo. Yo la practico, la verdad. Digamos que temo ser un poco gafe porque cuando anuncio planes a menudo no se cumplen; de manera que si me siento más protegida lo hago, aunque no tenga mucho sentido. También me echo la sal sobre el hombro derecho. Lo que no me afecta es cruzarme con un gato negro porque tengo uno en casa y nos cruzamos continuamente. Al contrario, yo creo que me da buena suerte. :) Las supersticiones siempre han acompañado a los pueblos y en algunos lugares se mezclan con el cristianismo hasta no distinguirse ya.
Toco madera es algo parecido a la expresión: Dios nos libre. Un poco al contrario que Ojalá, la cual viene del árabe y significa Dios lo quiera. Como España es una mezcla de culturas muy diversas supongo que tenemos tradiciones de todas partes. La verdad es que nuestro país es un lugar único en el mundo como mezcla del norte y el sur, de oriente y occidente. No me explico como algunos lo valoran tan poco y quieren desmembrarlo. Se ve que han viajado poco o estarían dando gracias por vivir aquí. Yo toco madera de que tras las próximas elecciones generales no consigan su propósito. Estoy muy preocupada con ese tema.
Significa no tomar en serio y podría ser otro de los lemas de mi vida. Todo el mundo me toma por el pito del sereno, hasta mi gato. Será porque tengo un aspecto y una voz dulce o porque no suelo decir palabrotas, o porque transmito inseguridad personal. El asunto es que nadie me hace ni caso. Eso es un problema a la hora de ir al médico. A partir de los cuarenta años han empezado a escucharme un poco más, pero antes iba a la consulta y daban por hecho que cualquier molestia eran imaginaciones mías o algo psicológico. Han hecho falta casi cincuenta años para poder empezar a demostrar todas mis dolencias, y aun así algunos todavía no se lo creen.
Empezando por mis hijos y eso que les he enseñado los resultados de los análisis y los escáneres. Cuando uno no tiene credibilidad, no la tiene. Por eso, cuando se trata de algo importante suelo pedir que me acompañe alguien, mi marido, o incluso alguna de mis hijas, porque les hacen más caso que a mí. El caso es que cuando saco el genio me hago respetar pero es algo que procuro hacer lo menos posible. También cuando comento en blogs o foros me suelen descalificar inmediatamente sin conocerme, porque se ve que mi lenguaje tampoco infunde confianza. Así no es de extrañar que no acabe de lograr mis objetivos profesionales.
Es una bonita expresión que indica que las situaciones suelen solucionarse por sí mismas a la larga. Me gustaría estar tan segura de eso, la verdad. De momento yo sólo veo situaciones enquistadas, como la familia Castro dirigiendo Cuba desde hace casi un siglo o ahora Maduro que ha resultado ser igual o peor que su predecesor. Todos ellos asesorados y aleccionados, no lo olvidemos por la izquierda española. El otro día me hizo gracia porque en un programa de la Sexta (secta) curiosamente dijeron que artista español y rojeras eran palabras sinónimas. Al menos lo reconocen, ya es algo, pero es una situación que no entiendo.
Parece que en ese gremio sólo tienes posibilidades de medrar si está a la izquierda de la izquierda, no ya entre los socialdemócratas, sino mucho más. Me imagino la cantidad de gente con talento que se habrá quedado fuera por su ideología; mientras tenemos que soportar a actores y actrices, algunos de los cuales parece que han aprendido delante del espejo a actuar. Luego se quejan de que la gente no ve cine español porque es caro, por culpa del Iva. Las películas americanas las seguimos viendo igual porque no son tan zafias, ni sectarias, ni simplemente malas. Para qué buscar más calificativos. Menos ideología y más arte.
Se dice cuando dos personas discuten y empiezan a decirse todos los reproches que tenían acumulados, o incluso se tiran cosas. Es algo que yo intento evitar por todos los medios. Me gusta la paz, soy una persona tranquila y cuesta bastante hacerme perder los nervios. Eso sí, cuando los pierdo puedo ser muy enfática. Dicen mis hijos que cambio mucho al enfadarme. Será porque aprovecho para soltar todo lo que tengo dentro. Pero uno de los lemas de mi vida es que: quien pierde los nervios pierde la razón. Así que procuro predicar con el ejemplo. De jovencita era más de tener arranques, pero algo he aprendido en este tiempo.
Lo que se dice en un momento de ofuscación generalmente te hace sentir a ti peor que al otro. Todo se magnifica y se saca de contexto. Por eso pienso que la educación es algo esencial para la convivencia entre personas. Cuando se pierden los papeles no se sabe cómo se puede acabar. También suelo decirles a mis hijos que: tú eres libre de pensar lo que quieras pero no de decirlo. Hay cosas que no se deben decir ni en un mal momento. Porque son frases que hieren profundamente a la otra persona y cuyas consecuencias a la larga pueden ser peores que el mal que pretenden evitar. El lenguaje tiene mucho poder y hay que saber usarlo.
Se refiere a dejar algo por imposible y esto me suena muy familiar. Yo he tirado la toalla muchas veces ya a lo largo de mi vida. Cuando decidí no estudiar una carrera, cuando dejé de trabajar y ahora más recientemente, cuando he tomado la decisión de dejar este blog y relajarme un poco. Se tira la toalla cuando ves que todos tus esfuerzos son inútiles o que no valen la pena. Cuando uno es joven e idealista te crees que todo está a tu alcance y luego tienes que empezar a descartar porque ves que no es posible. Y cuando ya has pasado de la mediana edad, te vas quedando sin opciones rápidamente y no te queda más remedio que conformarte con lo que hay.
Tirar la toalla es duro pero a veces es la opción más sensata para no pasarse el día luchando con gigantes que resultan ser molinos de viento. Lo que ocurre es que a menudo somos demasiado ambiciosos y nos creemos capaces de grandes hazañas como don Quijote, pero según pasa el tiempo descubres que no es tan fácil, que depende mucho de la suerte y de las circunstancias. No todo está en tu mano para conseguirlo. Yo tuve que renunciar a dominar idiomas porque sin vivir en el extranjero es casi imposible. Pero hay otras renuncias que son mucho más dolorosas y sólo espero que mis hijos no tengan que pasar por ellas.
Si hay algo que llevo fatal de toda la vida es la hipocresía. Yo voy siempre de cara con la verdad por delante, me cueste lo que me cueste. Eso me ha acarreado multitud de disgustos en mi vida pero no sé actuar de otra manera. Como dice la mamá de Tambor en Bambi, si no tengo nada bueno que decir mejor me callo. A eso es todo a lo que llego por evitar problemas. Sin embargo, me temo que hay mucha gente que practica esa táctica de tirar la piedra y esconder la mano, que me parece de lo más ruin. Como ocurre con los políticos que pretenden dar imagen de moderados cuando no lo son, y ya todo el mundo sabe de quién hablo.
Lo de tirar piedras me recuerda a la lapidación, que es una práctica de aplicar una sentencia de muerte muy cruel que todavía existe en buena parte del mundo. Entre los antiguos judíos era algo muy habitual y se sigue practicando en muchos países árabes. Y es que en el fondo estos dos pueblos tienen mucho más en común que lo que les separa. Yo he estudiado un poco de árabe y se parece bastante al hebreo. También sus costumbres, especialmente en lo que se refiere a la vestimenta y a la situación de la mujer son muy similares teóricamente. El matrimonio concertado sigue siendo habitual. De manera que no se entiende que se lleven tan mal. Debe ser como el refrán que dice: gallegos y asturianos, primos hermanos.
Se dice de aquel que tiene un secreto y amenaza con darlo a conocer para así conseguir alguna ventaja. La verdad es que a menudo es un farol; es decir, que no saben nada o no es tan importante, pero les sirve de chantaje. En los casos de corrupción que ha habido en España siempre salía alguno amenazando con tirar de la manta y luego no ha sido para tanto. Digamos que generalmente el que habla suele estar implicado en el asunto y tiene mucho más que perder que que ganar en el asunto. No estaría nada mal que alguien tirara de la manta sobre el caso Gal, o el 11M y tantos misterios recientes, pero me temo que no caerá esa breva.
Hay misterios de la historia que nunca se llegan a descubrir o se reconocen cuando ya no tienen repercusión alguna, como sucedió con el bombardeo americano de un barco que provocó la guerra de Cuba. Así perdimos nuestras últimas colonias y lo peor de todo, nuestra dignidad, y todavía no la hemos recuperado. Es curioso porque en España se sigue sintiendo a Cuba como algo muy nuestro a pesar de que se hay convertido en un anarcronismo histórico al que no se le ve el final. Y no será porque no nos hayan ofendido de todas las maneras posibles en estos años. Pero el corazón tiene razones que la razón no entiende.
Se dice del que hace trampas en el juego de cartas o de quien todavía tiene una opción secreta para librarse de un problema. Por ejemplo, si yo digo que si el Frente Popular gana las elecciones generales yo me voy a vivir al extranjero, es porque mi marido tiene posibilidades de trabajar fuera. Siempre viene bien tener un as en la manga por si todo sale mal. Si mi marido se quedara sin trabajo, yo soy secretaria. Hace más de veinte años que no trabajo pero tengo la preparación necesaria. Creo que es importante tener posibilidades aunque no pienses utilizarlas. Por eso siempre le insisto a mis hijos en que hay que tener una profesión.
También conviene tener relaciones aunque suene un poco interesado, nunca sabes a quién tendrás que acudir en caso de necesidad. Es importante tener posibilidades para elegir. También, saber idiomas es tener un as en la manga porque en mi caso no sería ningún problema tener que vivir en el extranjero. Dominar la informática también es algo que no viene nada mal por si acaso, aunque sólo sea para mantener un blog y unas redes sociales. En fin, que es bueno estar abierto a todas las opciones porque nunca sabes por qué caminos te va a conducir la vida. Cuando más preparado estés para afrontar imprevistos, mejor te irán las cosas.
Si los que no estamos contra la Iglesia nos burlamos, qué no harán los que sienten una adversión enfermiza hacia ella... Hay que saber de que parte se está, sobretodo en los tiempos que se avecinan.
Se refiere a una situación que es insostenible. Por ejemplo el boom de la tecnología tiene los días contados, porque se acabarán las materias primas o porque no quedará nada más que inventar en teléfonos inteligentes. Pero ya se ocuparán de crearnos otra necesidad para tenernos entretenidos. También es verdad que hubo quien dijo que el cine iba a desaparecer a causa del video y mal que bien ahí sigue; o que los libros serían sustituidos por los e-books, y todavía tenemos. Afortunadamente no es tan fácil acabar con las costumbres como a algunos les gustaría. Hay sensaciones que nos remiten han a la infancia y no son fáciles de sustituir.
Por ejemplo, a mí lo de escuchar música con cascos no me acaba de convencer. Me parece un atraso, pudiendo ponerla en alto con sus altavoces. También el teléfono fijo me resulta mucho más cómodo de usar que el móvil. Pero yo ya soy una reliquia, supongo. Aun así, yo creo que hay cosas que nunca pasarán de moda, como salir al campo a pasear, sin necesidad de hacer trekking, rafting ni ningún otro ing. Vaya ganas de complicar las cosas. Lo que sí que me gustaría que tuviera los días contados serían los realities televisivos pero me temo que es pedir demasiado. Estoy hasta el moño de concursantes de cocina, de música o de lo que sea. Qué tostón.
Vuelvo del pueblo y en un par de días me voy a un país nórdico a visitar a mi hija mayor, que está trabajando allí. Así que en una semana no podré publicar ni contestar ningún comentario, ni visitar vuestros blogs probablemente. Sólo espero que mi salud precaria me permita cumplir con el itinerario. Besos y hasta la vuelta.
Significa saber poco, ser tonto. Es curioso porque cuando se dice está expresión uno piensa en el tonto del pueblo que no ha salido nunca de allí. Sin embargo, yo estoy convencida de que la gente del medio agrario tienen una sabiduría que no necesita de libros ni títulos universitarios, la que da la propia vida. Y muchos de los que presumen de su cultura y conocimientos, en el fondo son unos garrulos que no saben nada de lo que de verdad importa. Porque cuando tienes la vida solucionada y tu fuente de información es internet y los amigos es difícil que llegues a aprender algo realmente valioso. Las cosas que cuentan se aprenden por experiencia.
Yo no digo que no tenga mérito estudiar, hacer una carrera y leer muchos libros. Por supuesto, el saber nunca está de más. Sin embargo a conocer a las personas, descifrar sus sentimientos y sacar conclusiones sobre los hechos no te puede enseñar ningún tratado. Es algo que algunos tienen innato y otros sólo lo van aprendiendo a fuerza de equivocaciones y rectificaciones. Por eso, al llegar a la vejez es raro encontrar un anciano que no tenga algo que enseñarnos. A no ser que padezca demencia senil, sus palabras siempre encierran una sabiduría que sólo se aprende con el tiempo. La lástima es que a menudo no sabemos aprovecharla.
Calleja era un escritor de cuentos de hace un siglo. Y la expresión indica ser un cuentista, es decir un exagerado o alguien que inventa historias para justificarse. Yo se lo suelo aplicar a los niños. Existe una cierta costumbre actualmente de tratar a los niños de maneras opuestas. O bien pretenden que se comporten como adultos y no les dejan ni jugar, o bien los tienen sobreprotegidos hasta el punto que los echan completamente a perder. Lo difícil realmente es encontrar a alguien con una actitud natural. Creo que mucha culpa la tiene que ya no se educan en la familia con los abuelos y tíos, sino tirando de manuales escritos por gente que evidentemente no ha tenido hijos.
Si no no se explica que se puedan decir tantas barbaridades. Los niños no son robots programables, pero tampoco son tontos. Soy seres humanos como nosotros a mitad de su aprendizaje. Así que si los tratan con demasiado mimo inmediatamente aprenden a aprovecharse de la situación en su favor y son unos grandes manipuladores. Naturalmente, unos más que otros, porque eso va en la naturaleza de cada cual. Pero si los ignoran habitualmente lo normal es que tiendan a llamar la atención de todas las maneras posibles, portándose mal, no estudiando, etc. Vamos, lo que ahora dan en llamar síndrome de déficit de atención e hiperactividad y que es un niño revoltoso de toda la vida.
Expresión muy coloquial que se refiere a quien busca sus intereses a cualquier precio. Es decir, el que intenta sacar partido de la situación sin importarle a quien perjudique. O también se refiere a quien predica una cosa y hace lo contrario y se queda tan ancho (tan contento). En España está bien visto ser un caradura. Caen simpáticos. Digamos que forma parte de nuestra cultura. Como yo soy de mentalidad nórdica no le veo la gracia, pero estoy en minoría. Aquí por ejemplo, se nos llena la boca criticando a los políticos corruptos, pero quien más quien menos ha pagado una factura sin Iva, y si puede trabajar y cobrar en negro, no se va negar.
Así que tenemos los gobernantes que nos corresponden, ni más ni menos. Lo que tendría que existir son mecanismos de control como hay en otros países para evitar desmanes; pero, qué se puede esperar si aquí hasta los jueces se ponen de parte de los delincuentes... Total, que tiene mal arreglo la cosa. Tener más cara que espalda es uno de los grandes males de nuestra sociedad. Me acuerdo que, cuando pedí plaza para mis hijas en el colegio concertado resultó que todo el mundo en la zona era pobre de solemnidad menos nosotros, pero luego iba a buscar a las niñas al colegio y ningún coche tenía más de dos años de antigüedad, aparte del nuestro.
Se dice de aquel que manda o dirige la situación. Hoy en día en el mundo los que tienen la sartén por el mango son corporaciones internacionales anónimas que dicen lo que se compra, se vende, se instiga o se prohíbe. Estamos en un momento muy complicado. Detrás de estos grupos de influencia hay personas pero no dan la cara ni se dejan ver ni revelan sus intenciones. Los gobierno a su lado son títeres e incluso las redes sociales, que parecen tan libres, están a su merced. Son los nuevos tiranos de nuestra era. Y se mueven solamente por intereses económicos porque es lo único que realmente les importa.
Ante esto la única oposición que existe es la moral. Por eso están contra la fe, la religión y la Iglesia. Porque saben que una persona que cree en algo superior no se deja manipular fácilmente, no se engatusa con la tecnología, ni se entusiasma por ideologías, ni se ciega por el consumismo y la búsqueda del placer inmediato. Alguien que tiene un ideal que va más allá de esta vida y piensa que todo forma parte de un plan divino es inmune a los cantos de sirena que nos lanzan desde los medios de comunicación. Los que todavía distinguimos entre el bien y el mal no estamos dentro de la sartén y por tanto es inútil que intenten utilizarnos, y por eso intentan neutralizarnos.
Otra expresión que yo utilizo mucho y que me viene estupenda para hablar de la situación polįtica española. Aquellos que se quejaban de que había muchos corruptos, ahora los van a echar de menos. Porque no es lo mismo que robe un particular a que lo haga el estado con impuestos, expropiaciones, etc. Para cuando salga este artículo seguro que ya tenemos ejemplos a montones, pero sarna con gusto no pica. Me refiero que los que han elegido sarna luego no tienen derecho a quejarse. Eso sí, los que no les hemos votado nos seguiremos quejando con más razón que nunca. No será porque nadie les hubiera advertido.
Salir de la sartén para caer en el fuego es intentar solucionar un problema creando otro peor. Si el sistema había creado algunos vicios, lo natural sería extirparlos con ayuda de la justicia, no acabar con el sistema como pretenden algunos. Porque lo peor del caso es que no existe otro mejor y eso es algo que está más que probado. Basta ojear cualquier libro de historia. Aun así, no puedo decir que me extrañe porque sé de gente que aún teniendo preparación y cultura ha caído en la misma trampa. No es de extrañar si recordamos que Hitler fue elegido democraticamente y los alemanes tampoco eran tontos. Es que la demagogia tiene una fuerza inmensa.
Una de las mejores cosas de vivir en un pueblo es que se oye a los gallos de vez en cuando. Por aquí hay de todo: vacas, caballos, ovejas y gallinas. Me encanta, siempre que no sea yo quien tenga que cuidarlos porque eso es un trabajo duro. Pero yo creo que si nuestros jóvenes pasaran una temporada en el campo otro gallo nos cantaría; es decir, que aprenderían lo que es el esfuerzo mal remunerado y la satisfacción del deber cumplido. Sin llegar a lo que hizo Mao, que fue un genocidio, sí que habría que organizar algo en España. De este modo seguro que en las próximas elecciones se lo pensaban dos veces antes de votar otra vez a los perroflautas.
Porque para votar con cabeza haría falta un certificado de madurez que no se consigue con cumplir los dieciocho años. Es natural en los chicos ser idealistas y por eso son presa fácil para los vendedores de humo. Sin embargo, cuando uno tiene un cierto conocimiento de la realidad, sabe que no se puede ir por ahí regalando pisos o sueldos vitalicios porque el dinero no sale de los árboles. Para comprender cuánto cuesta producir y ganar un salario, nada mejor que vivir una temporada en el campo. Vivimos en una sociedad cada vez más deshumanizada y estamos empezando a pagar las consecuencias.
Otra curiosa expresión que significa estar muy unidos. No sé de dónde vendrá. A mí es que me encantan estos juegos del lenguaje que provienen de siglos atrás y nadie saben cómo surgen. En cierto modo el idioma es algo vivo que trae reminiscencias de las personas que lo han hablado y por eso elegí las expresiones y los dichos para esta última etapa de mi blog. También pienso publicar otro libro con un compendio de los post, aunque ya me imagino que como de costumbre no tendrá ninguna repercusión, pero bueno, al menos me lo quedo yo en casa con los demás, y van catorce, si no llevo mal las cuentas.
Estar a partir un piñón no es algo habitual para mí, así que me cuesta mucho definirlo. Diría que sólo me siento así con mi familia directa y no siempre. Creo que se trata más bien de un estado temporal que de algo permanente. La gente puede estar muy unida a temporadas pero luego se va distanciando. Aquellos que dicen que siempre se sienten así o que tienen amigos inseparables, yo creo que se engañan a sí mismos o tal vez no son muy exigentes con sus amistades, y supongo que hacen bien en el fondo. Porque creo que la mejor manera de conservar los amigos es conformarse con poco y tal vez así sean también un poco más felices.
Yo también escribí algo parecido hace años, aunque lo mío tiene poco mérito porque tengo poco vello y rubio, pero la intención es lo que cuenta.
Suzannah Weiss
Mi iniciación en el ritual femenino de la depilación fue a mis
once años en una salida de campamento. Como si se tratara de una
ceremonia, mis compañeras
de habitación trajeron de manera furtiva baldes, espuma y cuchillas
de afeitar y organizaron una especie de “fiesta de la depilación” el fin
de semana por
la tarde. Yo y otras chicas tardías nos quedamos sentadas en
silencio y observamos el ritual, nos sentíamos demasiado avergonzadas
como para preguntarles a
nuestras madres pero éramos lo suficientemente obedientes como para
no participar sin su permiso.
Suzannah Weiss habla en primera persona sobre la depilación. (Foto: Suzannah Weiss)
Ese verano me obsesioné con la idea sacarme el pelo de las piernas y
con lo femenina que me vería luego de comenzar a afeitarme. Mi amiga y
yo solíamos
sentarnos en la playa y amontonábamos arena sobre nuestras piernas
para después quitarla usando conchas a modo de cuchilla de afeitar. Era
una manera de
prepararnos para el ritual que pronto adoptaríamos. Sin embargo,
cada vez que resolvía preguntarle a mi madre sobre ello, me asustaba y
me quedaba sin
palabras, creía que pensaría que era demasiado chica como para tener
unas piernas adorablemente lisas.
En aquel entonces, daba por hecho que algún día me afeitaría las
piernas, la cuestión era cuándo. Lo di por sentado, como si las piernas
sin pelo fueran
una característica biológica de la mujer adulta, de modo que yo
revelaría mi verdadera naturaleza cuando eliminara la capa de vello que
cubría mis piernas.
El problema era que, en realidad, nunca sentí que afeitarme las
piernas fuera algo natural. No recuerdo bien cuando comencé a hacerlo,
pero fue alrededor
de mis 13 años y probablemente utilicé una cuchilla de afeitar que
encontré en el cuarto de baño, sin consultar a mi madre. Cuando pasé la
cuchilla por mis
piernas por primera vez tuve una sensación muy agradable de frescura
y suavidad, pero luego le sucedió un período largo en el que cuando
tocaba mis piernas
las sentía espinosas. También pasé por los cortes y el ardor, por no
mencionar el tiempo extra que tuve que sumarle a mis duchas, que ya de
por sí eran
largas.
Como no podía soportar el rechazo social que implicaba tener unas
piernas diferentes, me acostumbré a las molestias físicas del afeitado,
hasta que llegué
a la universidad. A medida que fui tomando conciencia de la excesiva
cantidad de normas estéticas que nuestra sociedad les impone a las
mujeres, comencé a
molestarme al pensar que algo tan inofensivo como el vello corporal
había sido motivo de tanta preocupación. Me di cuenta de que depilarse
las piernas para
que sean más suaves es algo que se hace para agradar a los hombres,
no para gustarse a una misma. Aunque algunas mujeres dicen que se
afeitan para
complacerse a sí mismas, supongo que son capaces de tomar esa
decisión de manera autónoma y no como respuesta a la presión social.
Después de todo, los
hombres nunca fueron considerados ordinarios o sucios por tener más
vello corporal.
Dejé de afeitarme de una vez por todas en mi primer año de
universidad y, sorprendentemente, nadie me dijo nada, al menos
abiertamente. Uno de mis novios
me llegó a decir que le encantaban mis piernas al natural porque eso
significaba que yo me preocupaba más por mí misma que por seguir
ciegamente las
convenciones sociales. Otro de mis novios, cuando le mencioné que me
sentía acomplejada por mis piernas, me dijo que era absurdo que me
sintiera así
porque, a fin de cuentas, mis piernas eran menos velludas que las
suyas.
Sin embargo, he llegado a tomar la decisión de no salir con hombres que habían respondido afirmativamente a la pregunta “
¿Crees que las mujeres tienen la obligación de mantener sus piernas depiladas?
” de la página web de citas OkCupid. Para mí es una medida
muy fiable para determinar cuánto respeta un hombre a las mujeres, según
si opinan que
ellas tienen la obligación de tener un aspecto que les agrade solo
para satisfacerlos. Cuando le pregunté a un chico por qué había
respondido que sí a esa
pregunta, me contestó: “Dormir con una chica sin depilar me resulta
desagradable e incómodo”. Todavía pienso en ello: si le parece incómodo
estar con
alguien que tiene pelo en el cuerpo, ¿por qué no se afeita él?
En realidad, el vello de las piernas no es molesto al tacto. En todo
caso, es más incómodo entre cada afeitado, cuando pincha. Si no fuera
así,
escucharíamos muchas más quejas del vello corporal de los hombres.
Además, el vello de las piernas no hace que el cuerpo huela mal, como
ocurre con las
axilas. En mi opinión, y en la de todas las mujeres que vivieron antes
de que afeitarse las piernas se convirtiera en una tendencia en el siglo XX,
no tener las
piernas depiladas no es necesariamente poco atractivo. Afeitarse las
piernas es una decisión subjetiva que solo concierne al dueño de las
mismas.
De más está decir que depilarme no significó la entrada mística al
culto a la feminidad que yo esperaba. En cambio, dejar de afeitarme sí
que me hizo
sentir más madura porque elegí lo que tenía más sentido para mí y
rechacé un doble estándar ilógico pero muy arraigado.
Significa estar muy unidos. No hay unión más real que la familiar, especialmente la de los padres con los hijos, ya que comparten los mismos genes al cincuenta por ciento. Por eso no me explico que esté tan de moda ahora tener hijos de padre desconocido por inseminación artificial. Aunque te den todas las garantías no dejas de compartir un niño con una persona que no conoces de nada y a saber qué vicios ocultos tiene. Tampoco debe ser muy normal si se dedica a vender su esperma. Aparte de que por supuesto no es justo para un hijo ser privado de la figura del padre voluntariamente porque una mujer quería ser madre y no tenía pareja.
Para colmo, ahora dicen que también se puede comprar a la carta por internet y te lo envían en una especie de nevera portátil. Así que tu futuro hijo, carne de tu carne, viene envuelto para regalo y sólo tienes que introducírtelo. La verdad es que sería cómico si no fuera tan trágico. Que algo tan bonito y tan importante como la maternidad pueda ser reducido a una transacción económica y un negocio para algunos. Luego no es de extrañar que existan tantas familias desestructuradas y que las consecuencias sean a veces nefastas. Si ya puede salir mal utilizando el conducto habitual, cuánto más con estos experimentos sociológicos.