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Nubes sobre el Mar

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Cuadro pintado por mi hija pequeña

viernes, 6 de julio de 2012

Sobre el saber universal y el cristianismo

Dedicado a los que no acaban de entender dónde reside la verdadera sabiduría




EUROPA CLAUDICARÁ

Juan Manuel de Prada - ABC, 1 de agosto de 2005
ESCRIBÍA hace unas semanas que Europa ha perdido la confianza en los valores y principios que fundaron su fuerza; este naufragio en las aguas del relativismo la torna más predispuesta a la claudicación. Leo en estos días un suculento libro de George Weigel, Política sin Dios (Ediciones Cristiandad), que fervorosamente les recomiendo. En él me tropiezo con una cita de Solzhenitsyn que logra designar sucintamente la razón del mal que corroe Europa: «Los fallos de la conciencia humana, privada de su dimensión divina, han sido un factor determinante en todos los mayores crímenes de este siglo, que se iniciaron con la Primera Guerra Mundial, a la que se remontan la mayor parte de nuestras desgracias. Esa guerra [...] se produjo cuando Europa, que por entonces gozaba de una salud excelente y nadaba en la abundancia, cayó en un arrebato de automutilación que no pudo más que minar su vitalidad a lo largo de, por lo menos, todo un siglo y quizá para siempre. Esa realidad sólo puede explicarse por un eclipse mental de los líderes de Europa, debido a la pérdida de su convicción de que, por encima de ellos, existía un Poder Supremo».

Las palabras de Solzhenitsyn, que explican la progresiva decrepitud de Europa a lo largo del siglo XX, adquieren una significación aún más nítida y dolorosa en los albores del siglo XXI. Una civilización sólo es grande cuando la animan ideas trascendentes. La magnitud de los logros culturales alcanzados por un pueblo depende de la altura de sus aspiraciones espirituales. Basta contemplar el páramo espiritual de la Europa contemporánea, donde un día floreció la más elevada forma de civilización, para entender que su fin está próximo. No hará falta que ningún ejército islámico la invada y conquiste; bastarán unas cuantas bombitas, sabiamente dosificadas aquí y allá, para que Europa se entregue definitivamente a «ese arrebato de automutilación» al que se refería Solzhenitsyn. Europa capitulará porque ha renegado de Dios, porque cada vez un mayor número de europeos, desgajados del patrimonio que la historia les ha confiado, carecen de raíces espirituales. Este vacío interno se plasma en un desdén por la ética y la correspondiente obsesión por los privilegios y los intereses personales. Una sociedad cuyo único objetivo es su propia satisfacción acaba destruyéndose a sí misma.

Existe un vínculo directo e indisoluble entre la fe y la voluntad de futuro. Sin fe no hay futuro. Habiendo renegado de Dios, Europa carece de recursos imaginativos y morales para mantener su civilización; carece, incluso, de razones convincentes para perdurar. La relativización del Derecho (convertido en mero instrumento legal para la satisfacción de caprichos, sin fundamentos inmanentes), la fascinación por el suicidio y la eutanasia, las cifras industriales de abortos, el estancamiento demográfico, etcétera, son fenómenos automutiladores que revelan una profunda crisis moral, una descomposición acelerada de los cimientos sobre los que durante siglos se ha sostenido nuestra civilización. El hombre europeo ha llegado al convencimiento de que, para ser moderno y libre, tiene que ser radicalmente secular. Esa convicción ha tenido consecuencias letales para la vida pública europea y para su cultura, convertida hoy en un aguachirle relativista. Los padres fundadores de la Unión Europea -Konrad Adenauer, Alcide de Gasperi, Robert Schumann, Jean Monnet- eran todos hombres religiosos que concebían la integración europea como un proyecto de civilización cristiana. Hoy, ese soñado proyecto ha degenerado en una burocracia cristofóbica. Como decía el salmista, «si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los constructores». Europa claudicará, salvo que salga de su eclipse mental. 2005-08-01

8 comentarios:

  1. De nada. Tengo un comentarista empeñado en que es más importante conocer el último hito de la tecnología que tener un mínimo de cultura general. A ver si con esto lo entiende... Lo dudo. También va para los que no comprenden cómo el cristianismo explica y justifica todos los avances conseguidos hasta ahora en occidente. Un beso.

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  2. Europa ya ha claudicado. El futuro es claro y nítido como el agua.
    Movimiento pendular: laicismo desacerbado en todos los sentidos. Ateismo como religión obligaroria.
    Movimiento pendular:Religiosidad exacerbada en todos los sentidos.
    Pero esta vez el cristianismo tiene las de perder, porque no es una religión extremista y para el movimiento pendular se necesita exceso.
    Blanco y en botella...
    50 años quedan ó menos
    Besazo

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  3. Dolores. La ciencia no es en absoluto incompatible con el cristianismo. De hecho la mayoría de los científicos son cristianos.
    Dolega. Estamos en plena decadencia pero muchos ni siquiera se han dado cuenta aún.
    Besos.

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  4. Entiendo clarísimamente el movimiento pendular del que habla Dolega (¿el TAS-TAS-TAS de Marx?). El artículo es muy claro también, pero yo me pregunto, ¿cómo un pueblo educado por padres creyentes acaba siendo ateo? (claro, la respuesta es el péndulo: tesis-antítesis-síntesis... y vuelta a empezar).
    No soy europea y quizá por eso lo que diré no sea muy exacto. Desde aquí lo que se ve es que la crisis económica afecta a: Portugal, Irlanda, Grecia y España. Pero no vemos lo mismo en Suecia, Suiza, Alemania, Inglaterra.
    ¿No se refiere el autor al colapso de Europa como Unión?

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  5. Anónimo. Sobre el origen del universo no hay más que teorías. Y te aseguro que de ciencia sé mucho más que tú, no por mi misma sino por mi marido que domina el tema. Pero volvemos a lo mismo, que no pillas de qué va el texto, lo cual confirma mis palabras sobre que la gente ya no sabe analizar ni sacar conclusiones sobre ningún tema.

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  6. Marga. Es una buena observación la que haces. Supongo que se debe al carácter latino. Los nórdicos en general son más comedidos en su manera de ser y más responsables. De ese modo, no han despilfarrado tanto dinero ni han aprovechado la buena racha para trabajar menos.
    Sin embargo, el artículo no trata únicamente del tema económico sino más bien de la crisis de valores. En ese sentido, los países nórdicos sin embargo creo que la han sufrido con mayor intensidad. El aborto, la eutanasia y las familias desestructuradas son más habituales allí. Un beso.

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  7. Anónimo. Tú sí que no sabes nada sobre mí y has sido el primero en venir a juzgarme, así que ahora no te las des de ofendido. Para ver lo que sabes basta con tus propias palabras que no pienso publicar porque son pura basura.

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Espero vuestras opiniones siempre que vengan con educación y respeto.