Es algo que se dice como comienzo de una frase que contiene una conclusión. A fin de cuentas, quién soy yo para aconsejar a nadie, por ejemplo. Tiene un sentido como de resignación, sobre algo que se ha dado por imposible. Es como si al terminar las cuentas de un negocio ves que no es realmente rentable. Ése viene a ser el sentido. Yo también ando dándole vueltas como sabéis a si seguir con el blog o dejarlo definitivamente. A fin de cuentas, la verdad es que nunca he sabido ni sabré la repercusión real que tiene. Puede que sólo esté aquí desgañitándome virtualmente para cuatro personas, aunque las estadísticas digan lo contrario.
Porque internet es un mundo muy engañoso. Nunca sabes si los datos son reales o dependen de otros factores. No sabes tampoco si las personas con quienes hablan son quien dicen ser. Incluso, cuando recibes un correo, no puedes estar seguro de que no sea un timo. Habitualmente lo son. Así que, aunque el ciberespacio me ha dado muchas satisfacciones, no puedo hacerme ilusiones. Soy muy consciente de que si desaparezco pocos me echarían de menos. Después de todo es lo mismo que me ocurriría en el mundo real, así que no me extraña. Supongo que haciendo cuentas me ha compensado hasta ahora.
Como te decía en el post anterior, creo que lo que tienes que sopesar es si a ti te apetece hacerlo o no, sin tener tanto en cuenta la gente que haya al otro lado. Un besote!!!
ResponderEliminarEs cierto. Pero es como un trabajo sin sueldo y me pregunto si vale la pena. Un beso.
EliminarQue en internet hay muchas cosas engañosas, es verdad, y a veces la gente dice ser cosas que en realidad no son, eso también es verdad pero la liberación y satisfacción que da el escribir en el blog es real, o al menos eso pienso yo
ResponderEliminarSaludos!!
Escribir siempre me ha llenado mucho. Un beso.
EliminarEso es lo que importa, según yo :)
EliminarGracias Silvia por el esfuerzo que has hecho comentando en tantos posts. No hacía falta. Un beso.
Eliminar¡Si es que me gusta! :D Un beso, Susana.
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