Ayer estuve visitando a mis padres. Están bien dentro de lo que se puede esperar con ochenta y seis y ochenta y tres años. Apenas pueden ya caminar y tienen varias patologías graves, pero el caso es que siguen aquí. Con eso me basta. Me ha costado mucho asumir el paso del tiempo y sus consecuencias. La psicóloga tuvo que dedicarle varias sesiones a eso. Es fácil de comprender cuando se trata de otras personas, pero no de tus padres. Todavía ahora se me saltan las lágrimas al escribir esto. Pensar que mi padre era un hombretón de uno noventa y noventa kilos, que todavía sobre los cincuenta años era capaz de levantarnos a mi hermana y a mí del suelo, una con cada brazo.
Y mi madre estuvo decenas de años preparando comida para ocho personas, más mi abuelo que hacía dieta aparte; haciendo la compra todos los días y trayendola a casa ella misma... Que mi padre se conducía mil kilómetros seguidos por carreteras de dos sentidos llenas de curvas sin darse ni cuenta. Que mi madre limpiaba la casa y luego se daba una paseo con mi padre por el monte del Pardo de varios kilómetros. Pensar que mis padres se estuvieron bañando en aguas de Galicia hasta casi los ochenta años, soportando la temperatura y las mareas; y luego se daban paseos a todo lo largo de la playa. Quién diría que son esos ancianos desválidos. Qué dura es la vida a veces.
Si yo te contara.....Se les echa de menos!!! un beso
ResponderEliminarA veces no, siempre. La vida es dura desde que nacemos, que hasta tenemos que llorar para sobrevivir.
ResponderEliminarDa gracias a Dios, porque tienes la suerte de disfrutar de ellos todavía. Yo perdí a mi padre con 2 años, la primera vez que celebré el día del padre, en mi vida, fue cuando tuvimos nuestro primer hijo.
Animo y mucha fuerza. No regatees esfuerzos en dar todo el cariño que puedas a tus padres. OJALÀ YO pudiera hacerlo. Mi madre murió 28 años. Besos
Winnie. Chus. Ahora me siento fatal de quejarme. Realmente tengo suerte de haberlos disfrutado tanto tiempo. Un beso.
ResponderEliminarHola Susana, precioso escrito, claro que nos entristece verlos envejecer y que van perdiendo facultades, es ley de vida, pero cuesta- Pero son afortunados de tener tanta energía y vitalidad, y salud, y seguir juntos tantos años-
ResponderEliminarLos mios tambien viven aún, con sus achaques .
Les deseo mucha salud- Gracias por tus comentarios, Perdona no te visite más a menudo. Un abrazo.
Pasa cuando puedas. Mis padres ya apenas pueden caminar, pero el caso es que todavía están y ya es bastante. Un beso.
ResponderEliminarLa vida es dura, es complicada ... pero tenemos que aprender a vivir conscientes de que es así, ... es ley de vida.
ResponderEliminarUn saludo¡¡¡
Creo que es lo más complicado que me ha tocado aprender.Un beso.
ResponderEliminarLa vida es dura pero tus padres afortunadamente han vivido muchos años y aún están juntos. No podemos estar en esta vida eternamente, asi que lo mejor es vivirla hasta que somos ancianos. Espero que sigan juntos por mucho tiempo. Besos
ResponderEliminarAna
Gracias. Un beso.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarte he leído varias veces y es la primera vez que te comento.Verás,sí,duele ver que se hacen mayores,pero por otra parte,piensa que tus hijos han tenido la suerte de crecer con sus abuelos,y ver tu dedicación hacia ellos..piensa en la alegría que os han dado todos estos años,y alégrate porque es un día más. A mis 34 años tengo 8 sobrinos,mi sobrina mayor,de 23 años,ya es mami,y mi abuela,a sus 90 años,es tatarabuela y puede contarlo con una sonrisa...Somos afortunadas.Un beso,leti.
Hola Leti. Tienes razón. Qué suerte es tener cuatro generaciones en la misma familia. Un beso.
ResponderEliminarMi padre está también muy mal y tan sólo tiene 72 años. La vida es asi, pero sí da pena. Te entiendo muy bien. No obstante, por lo que cuentas, parece que, pese a los disgustos que hay en todas las familias, han disfrutado y, te aseguro, no todos pueden decir lo mismo. Ánimo.
ResponderEliminarEso le digo yo a mi madre, pero no creas que la consuela mucho... Un beso.
ResponderEliminar