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Nubes sobre el Mar

Nubes sobre el Mar
Cuadro pintado por mi hija pequeña
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sábado, 14 de febrero de 2015

La gota que colma el vaso

Esta expresión la utilizo mucho. Sucede cuando estás soportando una situación pacientemente esperando que cambie, pero en lugar de mejorar empeora. Las personas como yo que solemos aguantar demasiado siempre tenemos un límite de hasta ahí hemos llegado. Cuando se rebasa ese punto cambiamos de actitud. Creo que es muy propio de los cristianos poner la otra mejilla, pero hay quien se aprovecha de esa circunstancia. Estamos acostumbrados a que nos critiquen en los medios de comunicación, a que todo el mundo opine de nuestras creencias y nuestro libro sagrado. Por eso, hay quien lo ha tomado por costumbre.

Por ejemplo, en los carnavales siempre hay gente que se viste de cura o monja y salen a emborracharse, bailar o incluso hacer gestos obscenos. Eso es lo más contrario que puede existir a la actitud de la inmensa mayoría de los religiosos, que cumplen escrupulosamente sus tres votos de pobreza, castidad y obediencia. Por eso, cuando veo esas imágenes de gente disfrazada a mí me sienta muy mal. Me acuerdo de los misioneros perdidos en lugares donde nadie quiere ir, viviendo con lo mínimo y jugándose la vida y me parece la gota que colma el vaso. Ya sé que hay gente que no lo entenderá nunca, pero hay cosas con las que no se debe jugar.

miércoles, 4 de febrero de 2015

La cabra siempre tira al monte

Hay algo que me choca mucho desde que circulo por internet y es la idea tan equivocada que tienen algunos grupos de personas sobre otros sectores de la sociedad. En el fondo todos somos cabras y tiramos al monte, caramba. Cuando tenía comentarios anónimos me he hartado de recibir críticas donde se me acusaba de vivir al margen de la realidad, de no tener experiencia de la vida, de no haber salido nunca de mi círculo personal. ¿Quién les ha dado esa idea?. Que yo sea una hija del baby boom de los sesenta no quiere decir que haya vivido en una urna de cristal, sino más bien al contrario. Soy una joven de los ochenta.

Parece que algunos piensan que han inventado la pólvora (otra expresión) y que hace cincuenta años todos íbamos en pañales y vivíamos en cuevas. Lo cierto es que toda la modernidad de que tanto presumen se inventó hace mucho tiempo, incluso antes, con los viejos rockeros. Pero es que hay cosas de la vida que sucedían igual en la antigua Grecia o en China. Cada generación se cree que ha descubierto América (otra expresión). Mis hijos se quedan asombrados cuando les cuento las cosas que hacíamos nosotros de jóvenes, y eso que no cuento ni la cuarta parte, por razones obvias. Pero eso no significa que la cabra no tirara ya al monte.

miércoles, 7 de enero de 2015

De cara a la galería

Se dice de algo que se hace para que lo vean los demás. También hay quien vive de cara a la galería, es decir, para que le admiren. Eso ocurre mucho con los personajes de televisión, por ejemplo. Yo no entiendo esa actitud porque soy todo lo contrario. Mi natural es pasar desapercibida, cuanto más mejor. Siempre me he vestido con ropa amplia, cómoda y discreta, precisamente porque no me gusta llamar la atención y que me miren. Tengo tan poca autoestima que siempre pienso que es para criticarme. Por eso, tengo también un blog anónimo, porque no quisiera que mis familiares lo leyeran y hablaran de mí a mis espaldas.

Se puede decir que en el blog soy más yo que nunca. Aquí vierto mis pensamientos más íntimos y profundos. Creo que la gente que los lee me conocen en cierto sentido mejor que mis seres queridos. Es como una puerta a mi mente que siempre mantengo cerrada. Para los demás soy una persona muy reservada, salvo para mi marido y mis hijos. Mis sentimientos los guardo bajo cinco candados, porque soy demasiado sensible y todo me hace daño. Pero cuando me siento delante del ordenador puedo sacar a la persona que se esconde dentro y decir exactamente lo que pienso sin miedo de las reacciones. En esta página vive la verdadera Susana. Por eso supongo que no la cierro.


lunes, 8 de diciembre de 2014

Como gato panza arriba

Dice una canción: me defiendo como gato panza arriba. Cuando un gato se pone así es para poder usar todas sus garras y sus dientes. Estar como gato panza arriba es estar a la defensiva. Ha habido épocas en mis blogs en que yo también me sentía así, cuestionada y atacada por todos los flancos. Ahora me parece mentira con la tranquilidad de que disfruto desde que quité los usuarios anónimos. Era tan fácil. Tenía que haberlo hecho antes. Sin embargo, me temo que perdí mucha audiencia al no alimentar ya debates ni tener que contestar a las críticas. Eso le daba una cierta vidilla al blog, pero desde luego no quiero volver a esa etapa.

Supongo que algunos se aburrieron y se fueron pero los que quedaron valían más la pena. Yo soy una persona muy tranquila y educada y, quien me conoce no se imaginaría que soy capaz de sacar tanta agresividad para defender aquello en lo que creo. En ese sentido yo también soy un poco gata, o más bien leona, especialmente si se trata de proteger a mis cachorros. Cuando eran pequeños, por desgracia, tuve que hacer uso varias veces de mis garras. Los tres sufrieron bulling en algún momento y el colegio no me fue de ayuda. Como me dijo alguien, yo también tengo un lado muy oscuro, pero no me gusta tener que usarlo.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Capeando el temporal

Estáis perdidos. :). He pasado de los refranes populares a las expresiones españolas y he encontrado un filón sin explotar. Así que ahora me voy a dedicar una temporada a este nuevo hobby. Como siempre, aprovecho la expresión como introducción para el tema que deseo tratar. Capear el temporal se refiere a entenderse con una situación difícil, más bien en el sentido de esperar a que pase por sí mismo. Así que se puede decir que es lo que hace Rajoy habitualmente en España. Cuando surge algún conflicto procura mantenerse aparte y dejar que las aguas sigan su curso. Esto provoca que a menudo le acaben criticando los suyos.

Yo no sé si es una buena política, pero desde luego le va a costar muchos votos, especialmente en lo que se refiere a la reforma del aborto. Porque capear el temporal tiene que ver con intentar quedar bien con todo el mundo y el resultado suele ser que no se contenta a nadie. En el tema del referendum de Cataluña puede que haya sido una postura sensata, pero también está dejando que algunos se hagan ilusiones respecto a sus posibilidades reales. A corto plazo, puede que funcione, pero a largo plazo puede ser peor el remedio que la enfermedad. La verdad es que yo no soy de ponerme de lado. Yo siempre encaro el temporal de frente.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Cría fama y échate a dormir

O unos cardan la lana y otros se llevan la fama. Puf, la justicia es un tema peliagudo. Yo no sé por qué nací con un sentido justiciero muy desarrollado y no hay cosa que más me fastidie que ver que alguien se queda con un mérito que no le corresponde. Así que me cuesta mucho ver debates políticos, donde ya se sabe que el juego sucio está en primera línea. Muchas veces los que saben de qué va el tema son desbancados por otras personas con más labia y habilidades sociales. Me da la impresión de que detrás de cada uno de esos grandes hombres o mujeres hay siempre un empleado anónimo que es quien realmente debería recibir las alabanzas.

Pero la cosa no funciona así, ni en política ni en la vida. Hay personas que de algún modo casual tal vez y poco merecido alcanzan una posición y, a partir de ahí, todo va rodado. Como esos modelos o deportistas a los que les surgen continuamente contratos de publicidad; y resulta que a partir de ser ricos por su trabajo, lo son también por la representación. Como se suele decir: dinero llama a dinero. Mientras, otras personas probablemente mejor preparadas no consiguen esos contratos, o si lo hacen desde luego no cobran esas sumas de dinero. Además al ser famosos son por añadidura intachables. Nadie puede criticarles. Me parece muy injusto.

martes, 17 de julio de 2012

Curiosidades

El mundo de internet tiene algo de claramente aleatorio. Si no no se explica que, cuando escribo un post inofensivo desde mi punto de vista, me encuentre furibundas contestaciones; y, sin embargo, cuando escribo una bomba explosiva, la gente se calle o me conteste con moderación. No sé si precisamente porque les intimida el artículo, o por simple casualidad. El caso es que un día me levanto sin ganas de polémicas y decido poner un post sin grandes pretensiones filosóficas que, teóricamente, no debería molestar a nadie; y justo es ese día el que me entran todos los extremistas aburridos del lugar a ofrecerme imágenes ofensivas o comentarios desabridos.

Total, que como esto es una lotería, ya decía yo el otro día que, puestos a que me critiquen igual, prefiero decir claramente lo que pienso. Al fin y al cabo, qué sentido tiene publicar un blog anónimo si no es para no callarse nada... También hay quien me reprocha que cuento mis intimidades o mis miserias. Un blog tiene algo de terapéutico y si sólo sirviera para contar cosas agradables, entonces no serviría de mucho al que escribe. Como en internet hay para elegir y más, el que quiera oir sólo cosas positivas puede encontrarlo en otros muchos sitios. Ahora bien, lo que más me ha chocado siempre y me sigue chocando son aquellos que me critican pero están absolutamente al día con mis escritos. Eso tiene algo de patológico, sin duda.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Los blogs y las revistas del corazón

Hay personas que piensan que es lo mismo. Supongo que son aquellos que siguen habitualmente en televisión programas como sálvame y se permiten opinar encarnizadamente a favor o en contra de los personajes que participan. Un blog es un escrito público, pero gratuito. Como nadie nos paga  no tenemos obligaciones tampoco de contar absolutamente todo, sino que nos podemos reservar una cierta intimidad. Tampoco tenemos por qué soportar críticas destructivas o insultos. No me explico cómo alguien se puede considerar capaz de juzgar a otra persona a la que no ha visto nunca, de quien sólo conoce sus escritos, y a veces ni siquiera todos ellos. Si es conociéndola personalmente, y a veces te equivocas.

Yo no escribo para crear debate, ni para pasar las horas (que no tengo), ni para provocar a nadie. Escribo como desahogo, porque soy de letras y siempre me ha gustado escribir y para compartir opiniones con gente amigable. Por suerte, sí que cuento con un grupo de comentaristas estupendo, que saben respetar  al prójimo, incluso cuando no están de acuerdo. Pero, de vez en cuando, tiene que entrar alguno que se cree con derecho a descalificarme, a dirigir mi vida o a reñirme por unas conclusiones habitualmente falsas que ha sacado de algunas de mis palabras.  A ver cómo lo explico que se entienda: yo soy mucho más que Susana del blog.. Soy una persona con sentimientos y vida fuera de internet. No es tan fácil clasificarme.