Algunas veces me pongo a pensar en la cantidad de problemas que se hubieran ahorrado mis hijos si siguieran mis consejos. Pero, como dicen mis padres, cada cual tiene que cometer sus propios errores. Sin embargo me da rabia. Recuerdo cuando eran pequeños y les decía aquello de: te vas a caer; y me contestaban: pues no me he caído; para volver a hacer lo mismo y acabar cayéndose. La experiencia te enseña cuáles son las consecuencias de los actos pero, por desgracia, no suele servir más que la propia y no la ajena. Yo, al menos, no he conseguido nunca que me hagan caso. Se ve que no tengo capacidad de convicción. Supongo que no soy la clase de persona que inspira confianza; alguien que sirva de referente para los demás.
A menudo la vida se me presenta como un puzzle donde todas las piezas acaban encajando antes o después. Ya he dicho alguna vez que no sé si eso es una suerte o una maldición. No sé si preferiría que la vida me sorprendiese más a menudo, a ser posible con sorpresas agradables. Pero el caso es que se suele cumplir la norma de que todo tiene una causa y una consecuencia. Cuando ves venir los hechos y no puedes hacer nada para evitarlo, te gustaría tener una varita mágica para arreglarlo todo como en los cuentos de hadas. Pero la vida real no funciona así y no te queda más remedio que quedarte esperando y rezar para que todo salga lo mejor posible para todos. Nuestra vida no es perfecta, pero puede ser que ahí esté su encanto.
No os lo vais a creer: se ha muerto un primo mío a los cincuenta y cinco años. Otra vez tengo que ir de funeral y de entierro. Vaya racha. Descanse en paz.
Sí Susana llevas una rachita fina fina. En fin te mando un beso y ¡no pierdas nunca la capacidad de sorprenderte!
ResponderEliminarAprovecho para pasar por aquí, que hace siglos que no lo hago.
ResponderEliminarYo creo que sí inspiras confianza. Lo de las madres que "adivinan" lo que va a ocurrir es un clásico, los hijos no hacen caso y acaba pasando. Es ley de vida. Siento lo de tu primo.
Saludos.
Winnie. Pero que sea por algo bueno, para variar...
ResponderEliminarAlanrulf. Supongo que sí, que es parte del oficio de madre. Gracias.
Besos.
Susana, lo siento muchísimo por lo de tu primo, mi más sentido pésame, hay rachas que parece que venga todo junto! Mucho ánimo!
ResponderEliminarUn besazo enorme
Gracias. Tampoco tenía casi trato con este primo, pero es una pena. Un beso.
ResponderEliminarNo se que pasa que últimamente se muere mucha gente: este año llevo más funerales que ninguno.
ResponderEliminarUn abrazo¡¡¡¡
Siento lo de tu primo.
ResponderEliminarEn cuanto a eso que dices de que eres una persona que no inspira confianza, es una suposición tuya. Lo que sí eres -si me permites y de buen rollo- es un pelín pesimista. ¡Ánimo!
Y respecto a lo de que tus hijos no te hacen caso, debe ser más una sensación que otra cosa. A saber lo de veces que -interiormente- piensan aquello de "¡qué razón tenía mi madre cuando me decía ...!"
Ah, y habría que haberte visto a ti cuando tus padres te decían algo ;-)
Un abrazo
Susana siento lo de tu primo ¡qué joven!
ResponderEliminarLo de tener una bola de cristal nos pasa a todos los padres, por si te sirve de consuelo, también les pasaba a los tuyos. Todos cometemos errores, podemos aconsejar a nuestros hijos pero nadie escarmienta en cabeza ajena. Siempre digo que tenemos que dar a nuestros hijos caña para pescar no el pescado en la mesa. Educamos a nuestros hijos como mejor sabemos y luego ellos con los mimbres que les hemos dado tejen su propio cesto. Un beso.
Hija, vaya racha que lleváis, espero que no os vuelva a pasar, siento mucho lo de tu primo. En cuanto a lo que dies de que tus hijos no te hacen caso, eso siempre pasa, y más si tienen un carácter fuerte, Parece que todo lo saben y ni aún cuando se equivocan son capaces de reconocerlo. Sólo te queda tener paciencia, porque algún día se darán cuenta de que tenías razón-. Besos
ResponderEliminarAna
Modestino. Es que cuando se llega a cierta edad aparecen los problemas. Yo soy la pequeña de la familia.
ResponderEliminarPaterfamilias. Supongo que la historia se repite.
Besos.
Superwoman. Es que mi primo llevaba enfermo muchos años. A todas las madres nos gustaría evitarles los problemas a nuestros hijos, pero no es posible.
ResponderEliminarAnazulada. Espero que luego vuelva la racha de bodas y la de nacimientos... No sé si veré el día en que reconozcan sus errores. Un beso.
Siento lo de tu primo Susana, ahora mismo tienes otra oración...
ResponderEliminar...yo nunca me caí por tener los cordones desabrochados de los zapatos y ahora exijo que se los aten, tampoco recuerdo ese resfriado por ir descalzo :) bss!
Un beso Susana.
ResponderEliminarQue edad tienen tus hijos?
Tomae. Gracias. Es cierto. Hay cosas que por más que las he repetido cientos de veces, nunca he conseguido que las hiciera mi hijo, como no ir descalzo.
ResponderEliminarChus. Veinte, dieciocho y quince.
Besos.
Lo que ocurre es que se pasa mal viéndoles equivocarse... Un beso.
ResponderEliminarSusana siento la muerte de tu primo, cada días son único y todos tienen su sorpresa feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn cordial saludo desde…
Abstracción textos y Reflexión.
Gracias. Pequeñas alegrías hay siempre, gracias a Dios. un beso.
ResponderEliminarVaya, siento lo de tu primo. Descanse en paz, Winnie.
ResponderEliminarNo es que no tengas poder de convicción es que todos tenemos que aprender a tomar nuestras propias decisiones. Las equivocaciones traen, como todo, consecuencias, pero son muy instructivas y humanas. Sin ellas, nos creeríamos dioses.
Tienes razón. Se aprende por la experiencia. Un beso.
ResponderEliminarMis condolencis por la muerte de tu primo.
ResponderEliminarA la mayoria de padres nos pasa eso, "Yo te lo dije". Pienso que si nos ponen caso, pero hasta que no se les pase la edad del "desafio", no lo admiten. Ahora que mis hijos estan mayores he tenido la satisfaccion de escucharlos decir, "si me hubiera llevado de ti". Es ley de la vida, nuestro rol el aconsejar.
Siento haberte llamado Winnie, Susana. Estos días he andado un tanto aturdida, trabajando mucho y decansando apenas unas horas diarias. Un lapsus.
ResponderEliminarMarilyn. Gracias. Espero que algún día me pase como a ti. Un beso.
ResponderEliminarZambullida. No te preocupes. Con lo despistada que soy yo, seguro que lo he hecho ya varias veces. Un beso.
ResponderEliminarLa vida es así;todos cometemos errores,este mundo no es un paraíso.Queremos tanto a los hijos que a veces sufrimos por ellos...Besos,tienes un blog muy interesante.Muakkss Elssa Ana
ResponderEliminaralsamolina. Me alegro de que te guste. Un beso.
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