Cuando se escribe sobre temas diversos y se comenta en otros blogs es fácil tener problemas al poner el límite entre lo que es dar una opinión o lo que supone recriminar a otro. Yo creo que existe un mínimo moral exigible por el que me guío y es éste: que la actitud de uno no dañe a terceras personas. Por eso no admito el aborto, donde evidentemente al feto no se le pide su opinión, ni la eutanasia, donde muchos ya no pueden opinar tampoco. Por eso mismo estoy en contra de todo lo que sea maltrato personal o animal, regímenes corruptos que empobrecen a los pueblos, guerras injustas y sobretodo los muchos males que pueden afectar a los niños y jovenes incluso en nuestro país. Asimismo, nunca aceptaré el terrorismo.
No soy partidaria del divorcio, aunque entiendo que en ciertos casos es inevitable; pero entonces hay que intentar que no haya vencedores ni vencidos y que los niños sufran lo menos posible. Tampoco acepto las drogas, sin excepción. Aquellas que llaman blandas a la larga son tan dañinas como las otras y eso de que "yo controlo" no se lo cree ya nadie. Por tanto, no puedo quedarme callada cuando veo que alguien escribe a favor de uno de estos temas que yo considero intocables, cuando se trata de la vida, la salud y el futuro de las personas, de cosas que han destruido multitud de familias. Para mí sería mejor no decir nada, pero entonces mejor cierro el blog y me dedico a otra cosa. Los principios mínimos irrenunciables están por encima de todo.
Tienes toda la razón, los principios de uno mismo deben de primar por encima de lo demás. Y comparto contigo todos esos principios, soy de tu misma opinión.
ResponderEliminarBesines
Me estás describiendo a mí. Pienso exactamente igual. Besos
ResponderEliminarAna
Vane. Me alegro de no ser tan rara.
ResponderEliminarAnazulada. No sé si felicitarte o darte el pésame. Trae muchos problemas pensar así.
Besos.
Yo también estoy totalmente de acuerdo contigo y comparto esos principios. Efectivamente da muchos problemas ser así, en resumen, que no es mas que ser buena persona.
ResponderEliminarSusana. Yo no resto ni una coma a tu declaración de principios. Apostando por la vida, que es el primer bien que se nos ha concedido; sin él no caben todos los demás. Apostando por la dignidad del ser humano siendo consciente de todo aquello que lo denigra. Apostando por el amor que puede hacerse nuevo cada día y que recibe la fuerza del sacramento. Me gusta enfocarlo así, en positivo. Y apostando por el regalo que nos hace ser "imago Dei": la libertad por la que la persona apuesta con todas las consecuencias, sabiendo que conlleva riesgos y exige también el respeto. A veces es difícil luchar distinguiendo ideas de personas, batallar sin juzgar... Ser cristiano nos lleva a una reflexión diaria frente a la mirada amorosa de Nuestro Padre Dios. Ojalá nos agrande el corazón hasta que se asemeje un poco a su medida.
ResponderEliminarUn beso solidario, Susana
Los principios en la vida que vivimos tienen que llevarnos necesariamente a un escenario, el de la coherencia. A estas alturas de mi vida, las palabras en estos asuntos de moral, se me han quedado cortas. He visto tanta hipocresía...
ResponderEliminarPienso que por encima de cualquier principio está la persona, el ser humano que tenemos delante. Si no es así, todo eso que pensamos son principios, puede quedar en puro palabrerío.
El centro de la cuestión está cuando nos empeñamos en darle una "única" posibilidad al mismo principio, cuando somos sectarios, cuando la vision de los demás y su perspectiva nos importa un comino.
En fin... menos mal que la vida nos coloca necesariamente a todos.
Saludos.
Sunsi. Yo creo que ser cristianos nos obliga también a no permanecer indiferentes.
ResponderEliminarAna. Los principios sólo tienen una posibilidad. Son únicos. Otra cosa es que se pueda comprender a las personas que no los siguen. Comprender pero no justificar. Mis ideas se basan en no hacer daño a otro ni permitir que nadie le haga daño. No creo que eso sea discutible. Un beso.
Hola Susana, en algunos puntos no estoy de acuerdo contigo, ya que cai en ellos, pero no por ello me enfadare contigo, todos tenemos derecho a decir lo que pensamos y no por ello quemar a nadie,si estas casada y eres feliz te felicito de corazón, pase por dos matrimonios a cada cual peor y se sufre mucho, no te lo puedes imaginar,en el primero habia hijos de por medio, me quede con ellos, les crie sola, porque el no quiso saber nada de ellos, hoy son adultos y estoy muy orgullosa de criarlos sola y de ver lo buenos que son, en fin que respeto tus principios, al igual que tu tambien respetas a todos los demas, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarUna cosa es haber tenido que pasar por dos divorcios y otra que te parezca algo positivo. A veces simplemente es algo inevitable. Y todo el mundo puede cometer errores, pero otra cosa es hacer apología de ello. Por eso yo no culpo a los que abortan, por ejemplo, sino a los que promueven el aborto. Un beso.
ResponderEliminarComparto tu opinión. Todo lo que atente contra el ser humano es reprochable. Drogas, maltrato infantil, Divorcio (salvo algunas excepciones) aborto, etc.
ResponderEliminarSusana yo creo que todos tenemos opiniones y darlas a conocer siempre es positivo, siempre y cuando tengamos en cuenta que por darlas a conocer "no tenemos derecho" a que esa otra persona que no comparte ni tus principios ni tus opiniones, modifique su conducta o tenga que sentir que sus "valores" son peores que los de nadie. Siempre y cuando nos movamos dentro de un margen "legal". El margen moral es mucho más amplio y ni siquiera los que mayores valores morales obstentan son capaces de estar a la altura de lo que creen, mucho menos de exigirle a nadie que cumplan con lo que ellos no son capaces de cumplir, ya lo decía Cristo cuando invitiba a "tirar la primera piedra".
ResponderEliminarLo que me resulta curioso es eso que dices sobre "promover el aborto". ¿¿¿!!!Promover el aborto!!!???. Cachis, perdóname que te diga que no es lo mismo promover leyes de aborto que promover el aborto. Una ley de aborto no te obliga a abortar, que yo sepa, una ley de aborto no te obliga a decir pestes de las religiones que promueven la vida. Una ley de aborto lo único que intenta es "preservar la vida" de la mujer que "decide" hacerlo. Porque abortar, Susuna, no es algo moderno, es algo que las mujeres han decidido desde que están en este mundo, con hiervas, con curanderos, con matasanos, con lo que tuvieran a su alcance. Hoy en día lo único que pretende una ley de aborto es evitar que haya personas que practiquen abortos sin ser médicos, que haya médicos que practiquen abortos cobrando cifras desorbitadas y se trafique con la placenta para temas cosméticos.
Yo soy católica y por supuesto que no estoy de acuerdo con el aborto, faltaría más, si en lo más básico no estuviera de acuerdo, ya tardaría en apostatar. Pero a mi la ley de aborto no me obliga a apostatar de mis creencias, no me obliga a abortar si no lo deseo. En cuanto a los jóvenes, pues estoy convencida que cualquier niña que esté educada en principios cristianos ni se le ocurriría hacer uso del derecho de no contar con sus padres ante semejante problema como la ley que hoy tenemos le ofrece.
De igual modo estoy segura, que cualquier niña que carezca de los más elementales modales de convivencia y principios familiares no necesita de esta ley para "hacer de su capa un sayo" en cualquier asunto. Esta ley ni le da ni le quita autonomía en cuanto a su posible comportamiento inadecuado.
Lo que sí me parece del todo incoherente es que todos los que se rasgan sus vestiduras por una ley de aborto, y mucho más en concreto nuestra Iglesia, jamás ha dicho nada de lo que está ocurriendo en China. Un país donde el "Estado" te obliga a abortar cuando así lo considera. Esto es promover el aborto y no he visto yo que esto escueza a nuestra iglesia.
Pero bueno, yo tampoco voy a irme a China a arriesgar mi vida y enfrentarme a sus gobernantes....ajjajaja, el Papa pensará lo mismo....jajaja.
Amaranta.
¿Los principios sólo tienen una posibilidad?
ResponderEliminarBueno, yo no lo veo así. Sería un debate precioso. Apelo a la libertad que tengo como ser humano para conseguir que mi tiempo creador, basado en el principio del amor al prójimo, pueda estar adaptado a quien yo soy, a mi sensibilidad, a mi conocimiento, a mis capacidades, a mi circunstancia y escenario de paso por la tierra. Te aseguro que en nada se parecerá a tu propio tiempo creador.
Amaremos al prójimo con la misma intensidad, Susana, pero tu vida y la mía no se parecerán en absoluto. A eso me refería. Pero si a los principios les estás dando un sólo camino, y ese camino válido es únicamente el tuyo, estás anulando la libertad. Y con ella, la riqueza de la mirada exclusiva que Dios ha puesto en cada ser humano. A esto yo le suelo llamar sectarismo. No sé... quizá esté equivocada. Sólo puedo decir que no estoy de acuerdo contigo. Lo siento.
Saludos.
Ana. Los principios de cada uno por definición sólo tienen una lectura. Luego cada cual tiene los suyos. Yo aquí sólo hablo de mis principios y mi defensa de los mismos. Cada cual puede defender los suyos con la misma intensidad. Si a eso le consideras sectarismo es que no he conseguido que me entiendas. Un beso.
ResponderEliminarMarilyn. Veo que tú si me has entendido. Un beso.
ResponderEliminarSusana en fin respeto tus principios pues en esta vida tenemos que pasar por tantas actitudes y conductas que nos desagrada.
ResponderEliminarGracias por su visita.
Un cordial saludo desde…
Abstracción textos y Reflexión.
"Los principios sólo tienen una posibilidad." Mi comentario iba en relación a esto que leí. Si sólo es una posibilidad, supongo que la propia será la única válida. ahí estamos anulando a los demás.
ResponderEliminarOtra cosa es "Los principios de cada uno por definición sólo tienen una lectura". Efectivamente, lo que yo entiendo por cada principio es algo concreto, personal y único (aunque a menudo encontremos gente que tenga la misma percepción, entonces es cuando surge el reconocimiento... la amistad es uno de ellos, el reconocimiento del otro por haber entendido lo mismo...) y lo normal es que tenga una sola lectura, la mía. Es mi perspectiva.
Gracias por dedicarme este tiempo. Espero haberme hecho comprender. Es difícil el debate aquí. Saludos.
Amaranta. Creía que quedamos en que no comentarías más... Me das un trabajo tremendo.
ResponderEliminarVamos a ver, los principios se fundamentan en los valores, pero son valores incuestionables para una persona determinada.
Promueven aborto aquellos que tienen intereses en ello. El aborto es un negocio enorme para las clínicas abortistas. A nadie se le obliga a abortar pero si no le dan alternativas se ven obligados a hacerlo aunque no lo deseen. La mayoría de los abortos se producen por causas económicas o por falta de apoyo familiar. Existen fundaciones de ayuda a la mujer embarazada sin recursos que solucionan el 90 por ciento de esos casos y lo harían probablemente con el cien por cien si tuvieran ayuda estatal.
Que la Iglesia no ha dicho nada sobre China. Se pasan el día hablando de los países donde no se respetan los derechos fundamentales y cuando rechazan el aborto lo hacen con todos los lugares donde se produce. No hace falta que los nombren uno a uno. Además, apuesto a que sí han hablado también de China en alguna ocasión.
Con la ley del aborto que tenemos los restos humanos se están utilizando incluso en alimentación. Que hubiera abortos clandestinos antes no justifica una ley. También ha existido siempre la pederastia y eso no quiere decir que haya que legalizarla. Etc... En fin que podría estar dando razones toda la noche, pero mejor buscas tú misma la información por que yo no tengo más tiempo. Un beso.
José Ramón. Pues sí, pero creo que cuando es algo básico no debemos permanecer callados. Un beso.
ResponderEliminarPor cierto, para quien desee información sobre el aborto, tengo otro blog repleto de testimonios y artículos de expertos que explican todas y cada una de las cuestiones al respecto. Se llama sigoacontracorriente.blogspot.com.
ResponderEliminarY por supuesto vivimos en un mundo donde "los intereses" económicos intentan gobernar la vida de la gente, pero esto siempre ha sido así, sino de qué iba a decir Cristo aquello de al césar lo que es del césar. La cuestión religiosa no trata de poner límites a esos intereses sino de que aunque estén ahí no seguirles el juego. Y por supuesto respetar a aquellos a quienes les interese ese juego, sobre todo si son adultos.
ResponderEliminarNo sé muy bien cómo interpretar este comentario.
ResponderEliminarAmaranta. El problema no es que comentes sino que prácticamente te adueñas del blog pretendiendo que me dedique sólo a contestarte a ti, y yo no tengo tanto tiempo libre. Ya te he dicho alguna vez, creo, que si no te gusta mi manera de ser nadie te obliga a venir por aquí.
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