Este refrán invita a no fiarse de las apariencias. Además se refiere especialmente a las personas con un aspecto irreprochable, como los monjes. Generalmente cuando vemos a alguien con aspecto formal tendemos a pensar que se trata de una persona responsable y la verdad es que suele ser lo cierto, mientras que los que llevan un aspecto más descuidado suelen ser gente más informal. Sin embargo, no por el hecho de llevar una ropa determinada o pertenecer a un estamento esto garantiza, por desgracia, el buen comportamiento. De todo hay en la viña del Señor. Hay quien se arregla o desarregla por distintos motivos.
Tomando literalmente el refrán, en este blog estoy acostumbrada a recibir críticas a la Iglesia Católica, algunas realmente surrealistas, por cierto. No puedo negar que hay gente que no es digna de vestir hábitos, pero lo raro sería que todos fueran incuestionables. Estamos hablando de personas como los demás, con unos votos determinados, pero no de santos en vida. Así que es inevitable que algunos fallen a veces gravemente. Sin embargo yo sigo defendiendo que la inmensa mayoría tienen un comportamiento ejemplar y, por tanto, compensan sobradamente las malas costumbres que puedan tener unos pocos, aunque eso no les disculpe.
Antes, te fiabas de las apariencias. El alcalde, el médico, el militar, el sacerdote..... eran lo que parecían y parecían lo que eran.
ResponderEliminarCon el tiempo, y la gran información que tenemos de cualquier persona en cualquier lugar del mundo, hemos aprendido que ellos, antes aparentemente intachables, han cometido errores que sentimos más graves que en el resto puesto que deshonran sus "uniformes" y lo que ellos significan. Todos somos muy humanos y nuestra condición no nos exime de errar. Lo cual, absolutamente de acuerdo contigo, no les disculpa
Antes había un sentido del honor que por desgracia se ha perdido. Un beso.
EliminarSegún amarga experiencia, este refrán es de los más ajustados a la realidad que conozco...
ResponderEliminarUn besote
A
Aun así, a mí los uniformes me siguen dando cierta confianza. Un beso.
EliminarEs muy cierto el refrán. Hay mucha gente que arma todo un personaje.
ResponderEliminarBesos
En el fondo los envidio. Yo soy incapaz. Un beso.
EliminarLamentablemente, y mira que soy bastante crédula, he ido aprendiendo a no fiarme absolutamente de nadie.
ResponderEliminarEn cuanto al significado literal del refrán, siento discrepar contigo. No Susana, no son personas como los demás, demasiado poder tiene la Iglesia como para serlo. Aunque es cierto que muchos tienen un comportamiento ejemplar, como muchos políticos...
Un besote!
No sé cuál poder real crees que tiene la Iglesia hoy en día. Lo que tiene es un estado propio y poco más. Un beso.
EliminarEl hábito no hace al monje, pero llevarlo es parte de serlo.
ResponderEliminarComo siempre has dado en la clave. Un beso.
EliminarLas apariencias son eso, simples apariencias y hay mucho disfraz por ahí suelto.
ResponderEliminarBesazo
Lo mejor es ser uno mismo sin más. Un beso.
EliminarSupongo que muchas veces lo que se critica, no es tanto que personas concretas pertenecientes a la Iglesia cometan barbaridades o actos incorrectos, sino que la Iglesia como Institución no responda con contundencia ante ésto, tomando medidas y desmarcándose. El corporativismo Susana siempre termina perjudicando a la Organización, sea cual sea.
ResponderEliminarBesitos
Eso es cierto. Ocultar los problemas sólo los empeora. un beso.
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