No tengo muchas ganas de escribir y me falta inspiración, así que he vuelto a los refranes.
Este refrán es una realidad, como aquel que dice: donde hay confianza da asco. También hay otra frase que es algo así como: Dios me libre de las buenas personas, que de las malas ya me ocupo yo solo. Y es que muchas veces son los que consideras tus amigos los que más daño te hacen. Tal vez porque no sabemos distinguir a los amigos, porque tomamos por amistad lo que no es más que compromiso o circunstancias. Tal vez porque las personas cambian y el momento también y a veces surgen prioridades que te dejan a ti de lado. El caso es que tendría anécdotas de este tipo para dar y tomar pero no me gusta airear los trapos sucios.
Así que supongo que lo mejor es ser un poco desconfiado incluso con los que consideras personas afines. Tampoco se me da bien a mí eso de desconfiar. Suelo abrirme demasiado a la gente, quizás porque siempre he estado escasa de contactos. Luego vienen las decepciones más dolorosas, aunque con el tiempo uno aprende a no esperar demasiado de nadie y así no sufre tanto. Es algo triste, pero eso es lo que nos toca a los que no hemos sido bendecidos con la varita mágica de la amistad verdadera. El caso es que un amigo siempre tiene armas para hacerte más daño porque te conoce mejor. De ahí que resulten ser peores que los enemigos.
Todo queda resumido en tu última frase Susana: "El caso es que un amigo siempre tiene armas para hacerte más daño porque te conoce mejor. De ahí que resulten ser peores que los enemigos." Un amigo es alguien en quien hemos depositado confianza, confidencias, conoce nuestros puntos más débiles, de ahí que si se rompe esa amistad nos sintamos vulnerables. No obstante una amistad se puede romper y eso no significa que vayas a ser traicionado, te pueden seguir respetando, lo otro ya es ser un mal bicho, lo que se explica en modo confidencia debe quedar siempre ahí, es una regla no escrita. Ten en cuenta que aquella persona que va luego cascando de los demás cuando se ha enfadado no obtendrá nunca la confianza de nadie, porque si hoy me hablas mal de aquella, mañana puedes estar hablando mal de mí. Yo lo veo así al menos.
ResponderEliminarBesitos
Sólo faltaba que además fueran soltando tus confidencias. Ya es bastante malo que alguien te diga que te aprecia y luego resulte ser mentira. De todas maneras, los que tienen por costumbre criticar a unos y a otros saben guardarse muy bien para que no les pillen. No soy tan optimista sobre que cada cual cargue con las consecuencias de sus actos. Un beso.
EliminarNo hija mía, no, el optimismo no es lo tuyo, está claro
EliminarLa experiencia, la experiencia...
EliminarEso es difícil de clasificar, hay amigos que lo son para siempre, otros que a la primeras de cambio te abandonan, pero también hay personas en las que pones toda la confianza del mundo y son las que más daño hacen. Todas las personas somos cajitas de sorpresa.
ResponderEliminarBesos.
Los que vamos de inocentes por la vida nos llevamos todos los golpes. Pero, qué le vamos a hacer, cada cual es como es. Un beso.
EliminarLas decepciones, me temo, son inevitables. Todos, además, decepcionamos seamos o no conscientes de ello. Por otro lado, es lógico que te hieran más aquellos a los que más aprecies; los otros provocarán indiferencia y, como mucho, algún pequeño disgusto. La vida es así. Para todos. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarAl final llegas a la conclusión de que es mejor no ilusionarse con nadie. Un beso.
EliminarEs la vida misma, Susana. Pero los buenos amigos siempre vuelven, y perdonan y piden perdón.
ResponderEliminarOjalá. Un beso.
Eliminar¿"Donde hay confianza da asco"? Eso es un poco fuerte ;)
ResponderEliminarEs una expresión común en España. Un beso.
EliminarHaces muy bien. Gracias. Un beso.
ResponderEliminarEl tema de la amistad es muy complicado. Creo que es difícil encontrar un amigo de verdad.
ResponderEliminarBesazo
Yo creo que es un don. Un beso.
EliminarEs que los amigos que nos fallan a lo bestia no son amigos, son manipuladores.
ResponderEliminarAna