He vuelto de mis vacaciones y os dejo una reflexión melancólica. Ya he contado alguna vez que tengo unos sueños muy intensos y además los recuerdo. Eso es un problema cuando uno intenta olvidar los sentimientos que tuvo en otra época de su vida. Esta noche me he sentido otra vez como un patito feo, fuera de lugar, inservible, sin interés, un desecho. Durante muchos años de mi vida no encontraba mi lugar, sin amigos, sin relaciones, sola con mis libros, me preguntaba para qué estaba yo en el mundo. Ahora que vivo la crisis de la madurez, a veces pienso que me gustaría poder recuperar esos años y llenarlos de experiencia, de ilusión, de vida. Pero no se puede dar marcha atrás.
Días y meses enteros sin nada que hacer, pasando el tiempo que se deslizaba perezosamente, interminable. Veranos de soledad deseando que volviera el curso para estar con más gente, aunque fuera también sola en la multitud. Cuando parecía que nada tenía sentido, que nada iba a cambiar nunca. Y ahora que el tiempo corre como caballo desbocado yo quisiera olvidar que desperdicié todos esos años. Pero no puedo, porque me persiguen en mis sueños. Cuando vuelvo a sentirme la hermana tonta, fea y tímida, a la que casi nadie presta atención; la niña detrás de un libro con tanto que dar y nadie a quien dárselo todavía.
Hoy he publicado dos posts.
¿Y que tal si cierras tu pasado y te centras en tu futuro?
ResponderEliminarEl futuro es posible, el pasado es imposible. Si sigues pensando en lo que pudo haber sido y no fué, te garantizas a tí misma que tampoco en el futuro será.
El mañana te depara cosas maravillosas, alegrías, tristezas, novedades, en definitiva, vida.
Besazo
Pero no puedo evitar pensar en los años perdidos. Un beso.
EliminarQuerida Susana, cuanto más te leo, más te comprendo y más me identifico.
ResponderEliminarSólo que yo he podido salir adelante sin mirar dermasiado atrás, claro que lo recuerdo y me apena pero ya no me hace daño, quizás porque tengo alrededor la valiosa presencia de mis hijas, ellas fueron mi clavo ardiendo.
No pienses en negativo.
Besos
Mi marido y mis hijos han sido mi nuevo comienzo en la vida, pero sólo me gustaría haberlos tenido antes. Un beso.
EliminarSiempre hay tiempo para llenar la vida de ilusión. Ahora mismo, por ejemplo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias. Lo intento. Un beso.
EliminarMenos mal que una crece. Yo le hablo a la niña en mí que se sintió sola, y le digo cosas bonitas, le doy cariñito: hago por mí lo que necesité antes: eso no cubre lo que haya quedado vacío o desacomodado, pero me deja en paz y me hace estar bien con todo y los "huecos".
ResponderEliminarPor otra parte, aunque me sé joven, hace no mucho me impacté de pensar "¿qué he hecho mientras 'todo el mundo' se ocupó de tener una casa, un coche, o de viajar por el mundo?" Sentí que perdí el tiempo porque me dediqué a pasarla bien, y porque luego tuve un par de años muy difíciles, con mucho tiempo de drama y pesar; pero fui repensando/recordando mi camino y me resitué: ¡si pasarla bien estuvo fenomenal! Si no coseché lo mismo que otros, coseché lo mío, y todavía puedo sembrar; casi todos, en cualquier momento, podemos sembrar. En cuanto a pasarla mal: no lo pude evitar: hice lo que pude; no podía tener mayor madurez que la que tenía, ¿qué se le va a hacer?
Un abrazo afectuosos, Susana.
Al menos lo pasaste bien y eso es algo que nadie te puede quitar. Yo estuve dejando la vida pasar. Diez años detrás de un libro y otros diez perdida. Pero, bueno, no supe hacerlo de otra manera y ahora no se puede volver atrás. Un beso.
EliminarLo importante es que lo que somos es consecuencia de lo que fuimos, para bien o para mal, y pongo de nuevo un ejemplo, hasta la adolescencia yo fui una niña solitaria, tímida hasta grados enfermizos, sin amigos, lo que me llevó a distraerme leyendo, leyendo y leyendo ¿crees que ahora me arrepiento? Seguramente si hubiera sido una niña mas "normal" no me hubiera aficionado nunca a la lectura. Creo que hay que tratar de buscar siempre las consecuencias positivas de nuestros momentos negativos.
ResponderEliminarBesos
Nadie diría que eras así, como yo. No digo que me arrepienta de haber leído tanto, pero hubiera querido vivir un poco más. Un beso.
ResponderEliminarPues sí que teníamos mucho en común...
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