Nubes sobre el Mar
Cuadro pintado por mi hija pequeña
jueves, 9 de mayo de 2013
Homosexualidad
De las cien personas que leyeron mi post anterior sobre el tema sólo diez comentaron, a la contra. Lo cual confirma mi sospecha de que un noventa por ciento están de acuerdo conmigo y no se atreven a hablar en contra de la opinión políticamente correcta. Eso es una dictadura del pensamiento.
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Susana... También se puede dar la posibilidad de que ese 90% no esté completamente de acuerdo con el enfoque de la entrada y/o con las formas. No hubiera comentado si hoy no hubieras escrito este post.
ResponderEliminarSuelo evitar generalizaciones por sistema. En lo que respecta a este tema, te cuento que comparto mesa y mantel cuando están en España con dos chicos homosexuales que tienen la edad de mis hijos. Los quiero como si fueran míos y el cariño es recíproco. Ellos saben cómo pienso y no nos hemos enfadado nunca... Es fácil sacar conclusiones. Tratar un tema como "colectivo" tiene lo que tiene. Es preferible personalizar y ahí entra el profundo respeto que merece la persona sin que uno tenga que renunciar a sus ideas.
Solo te pediría que no anticipes el juicio de las razones que puedan tener los que entran y no comentan. A veces es cuestión de falta de tiempo; al menos yo necesito mucho espacio para explicarme casi siempre y más este caso.
Un abrazo
Rechazo el pecado, no al pecador. Vuelvo a insistir en que yo no hablo de casos aislados. Hablo del colectivo homosexual porque es ése lobby gay el que está impulsando las leyes que pretenden igualar sus derechos con los del matrimonio natural, incluido el de adoptar niños, que me parece una aberración. Porque ya no se trata de los derechos de dos personas adultas, sino de los de un niño indefenso.
EliminarTal vez debería haber empezado por distinguir entre homosexuales dominantes y sumisos. Los maricas de toda la vida le caen bien a todo el mundo y resultan inofensivos. El problema son los demás, que suelen ser bisexuales y bastante agresivos. Ellos son los protagonistas del orgullo gay y de todas las campañas de promoción de la homosexualidad.
Un abrazo
Un "quien calla otorga" en toda regla. Susana, eso de "si no comentas es que estás de acuerdo conmigo" es bastante precipitado. Yo te leo a menudo, prácticamente NUNCA estoy de acuerdo contigo y eso no significa que comente en TODOS los posts, sólo lo hago muy puntualmente. Hay gente que simplemente piensa que no vale la pena tomarse la molestia o el esfuerzo de discutir con alguien que no va a cambiar de opinión... Ergo el 90% que no comenta te ha dado por perdida. Porque yo lo digo, exactamente con el mismo argumento que aportas tú para decidir que están de acuerdo con lo que dices: ninguno.
ResponderEliminarEs posible lo que dices. Pero yo llevo mucho tiempo en este mundillo y te puedo decir una cosa: la primera vez que escribí contra el aborto nadie se atrevió a decir nada, la segunda, ya opinaban algunos; y ahora que ya ha pasado la moda de aceptación, gracias a Dios, opinan muchos como yo. Quiero decir, que cuando el tema está candente los que se callan suelen ser los que están de acuerdo conmigo.
EliminarDas por sentado que todos los que leyeron la entrada y no comentaron es porque estaban de acuerdo contigo? qué moral!
ResponderEliminarTe digo lo mismo que a Griselda. Psicología aplicada por la experiencia...
EliminarEn el trabajo no puedo entrar en blogspot, desde hace tiempo me da error y desde entonces he disminuido mis comentarios en otros blogs por falta de tiempo.
ResponderEliminarMe identifico con lo que dice Sunsi y valoro tu valentía y honestidad, Susana.
Nunca ha sido mi intención atacar a aquellos que viven su tendencia sexual con discreción. Bastantes problemas tienen ya. Mi crítica va contra el colectivo y sus campañas de imagen. Un beso.
Eliminar"El 90% calla porque está de acuerdo conmigo", "psicología aplicada a la experiencia"... ¡Toma ya! Normalmente no estamos de acuerdo en temas que son opinables, pero hoy se te ha ido la olla del todo, Susana, con cariño te lo digo.
ResponderEliminarPues menos mal que va con cariño. Tú pregúntale a cualquiera si le gustaría tener un hijo homosexual, en la intimidad, no en público, y luego hablamos.
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