O como dice el refrán: más vale caer en gracia que ser gracioso. No sé cómo será en otros países, pero en España siendo guapo o simpático tienes todo ganado. De modo que la gente encumbra a personajes que no se merecen en absoluto el lugar que ocupan. Incluso llegan a calificar como guapos a chicos y chicas de lo más comunes. O como inteligentes a personas que apenas tienen cultura general. Si tienes éxito, dinero o poder ya no importa por qué medios lo has logrado. Una legión de desconocidos estarán dispuestos a defenderte a sangre y fuego. Así hemos creado una élite de famosos que viven del cuento y al margen de las normas.
Pero yo creo en la ley, todavía, y supongo que cuando a alguien le acusan de algo y resulta culpable es porque tenían pruebas suficientes. Otras veces las acusaciones quedan en nada, lo cual demuestra que eran simples campañas de desprestigio. Creo que la gran mayoría de los jueces son imparciales, aunque las excepciones clamen al cielo. Soy una persona anti ídolos. La idolatría me parece algo absurdo. Las personas podemos ser mejores o peores en un campo de la vida, pero eso no nos hace santos. Encumbrar a alguien porque ha destacado en algo supone cometer una injusticia con todos aquellos que lo merecen más desde el anonimato de sus vidas.
Esto va por los casos de dopping en el deporte y otros escándalos parecidos.
Valiente post, Susana.
ResponderEliminarGracias. Luego nuestros hijos piensan que para triunfar en la vida basta con caer bien. Un beso.
EliminarEncumbrar ya de por sí es una estupidez absoluta, puedes destacar en algo y ser un completo inútil y un impresentable en otras facetas.
ResponderEliminarNadie se merece ser idolatrado, pero la culpa es de los que idolatran, que hay que ser idiotas, la mitomanía es para tontos sin personalidad.
Besos
Los medios de comunicación españoles tienen mucha culpa en esto. Un beso.
EliminarVivimos en un mundo en el que muchas personas han llegado a creer que el hecho de haber estado haciendo el cateto un mes en un Gran Hermano, por poner un ejemplo, da derecho a vivir del cuento el resto de la vida. El problema es que algunos lo consiguen y son el ejemplo a seguir por muchos jóvenes poco familiarizados con el esfuerzo.
ResponderEliminarHoy en día cualquiera puede ser una estrella y cuanto más descarado se sea tanto mejor. Un beso.
EliminarEstoy totalmente de acuerdo. En los medios de comunicación han conseguido crear del mal gusto, una virtud. No hay mas que ver, ciertos programa o series de televisión. Besos
ResponderEliminarAna
Además ahora cualquiera puede opinar sobre cualquier tema en televisión aunque no sepa de lo que habla. Un beso.
EliminarY a veces, eso es francamente peligroso. Todos podemos opinar de lo que sea, pero debe quedar claro quién opina desde el conocimiento, quién opina desde la experiencia profesional, quién opina desde su derecho ciudadano a expresarse, etc.
EliminarEs cierto. Yo cuando se trata de gente mayor les sigo la corriente. Un beso.
EliminarEs normal que los adolescentes se vuelvan "fans", les permite liberar algunos procesos de manera relativamente segura, pero luego hay gente de 20, 30, 40 y cualquier edad, con una visión bien adolescente de "la gente que sale en la tele". Creo que lo peor es que eso contribuye a no ver lo valioso de las personas "comunes": la iniciativa de una oficinista, la creatividad de una madre de familia, la magia que todas las mañanas hacen las educadoras, la generosidad de un compañero.
ResponderEliminarLas personas comunes a menudo tienen mucho más que ofrecer que esos personajes. Es cierto, lo preocupante no son los adolescentes, sino los que actúan como tales. Un beso.
EliminarLos medios de comunicacion nuestros hoy en día dejan MUCHO que desear.....Se crean idolos y luego ellos mismos los hunden...En fin Buen finde Susana
ResponderEliminarYo creo que los crean para luego hundirlos. No sé cómo hay gente que se presta a eso. Un beso.
EliminarExcelente publicación Susana. Es una realidad que no sólo se vive en España. En Chile estamos saturados de estos personajes elevados a la categoría de "ídolos" juveniles a los que lamentablemente se les da tribuna por sus líos amorosos, por sus escándalos en discotecas o por su encierro por meses en los famosos y sin sentido reality show, que de real no tienen nada si está todo libreteado. Es un descaro lo que llegan a cobrar por estar sentados en programas de TV por hablar estupideces. Es algo que no debería estar permitido habiendo tanta gente de bien que deja sudor y lágrimas en su trabajo por ganar unos pocos pesos. Yo creo que no es culpa de estos personajes, sino del público que los sigue y les da de comer. Así funciona, lamentablemente eso es lo que hoy vende. Y para qué decir los llamados opinólogos que descueran en cámara a medio mundo sin importar las consecuencias. El mundo está al revés! Menos mal que no soy la única que opina lo mismo jeje Un abrazo
ResponderEliminarAquí incluso se idolatra a gente del extranjero. Es el caso por ejemplo de Amstrong, a quien han quitado sus medallas por dopaje, y no veas cómo se pone cualquiera aquí por defenderlo como si fuera de su familia. Un beso.
EliminarEso de defender a un famoso como si fuera de la familia, me ha llamado la atención hace tiempo. A veces es penoso; hay gente mayor que verdaderamente deposita cariño sincero en "algo" que es mucho más "figura" que "persona".
EliminarLos medios necesitan ídolos, curiosamente a más baratos mejor, porque son desechables, descartables ante el primer giro de la fortuna. La fortuna da más vueltas que un ventilador de Film Noir. Pero la gente consume ídolos, parece que les gusta encumbrarlos y luego despreciarlos. Es mjor apagar la TV, dejar de comprar revistas de moda y corazón; o quizá sea mejor disfrutar el viaje, no comprar a los ídolos y que el mundo gire, mientras cada uno disfruta de lo que naturalmente ofrece la vida. Saludos. Buen post que me dejó reflexionando un rato.
ResponderEliminarRealmente es mucho más sano no seguir esa clase de programas y publicaciones. Pero me temo que la gente llega cansada a casa y prefieren no pensar. Un beso.
EliminarYo soy partidaria de los tiempos para no pensar :) pero hay que hacerlo en zona segura y con el cinturón de seguridad puesto.
EliminarSusana, tú sí que generas que una se ponga a pensar ;) creo que escribiré una entrada a partir de este comentario...
¡BESO!
Los ídolos, sobre todo los deportivos, están por encima del bien y del mal, si nos caen bien ya pueden darnos mil razones que los defenderemos, y si nos caen mal usaremos cualquier cosa para en nuestra propia justicia, condenarlos.
ResponderEliminarEl caso Armstrong es claro ejemplo, para unos fue culpable desde mucho antes de empezar su proceso, para otros será inocente siempre, independientemente de lo que se decida, que aun no se ha decidido nada.
Pero cambia Armstrong por cualquier otro nombre y el resultado de la ecuación es el mismo.
Besos.
La verdad es que yo siempre sospeché de Armstrong, aunque no siga el ciclismo. Tanto éxito en un hombre que ha pasado por quimioterapia me pareció poco creíble. Un beso.
ResponderEliminarLos ídolos los construyen los medios de comunicación y ellos mismos los tiran abajo para poner a otros. En todos los ámbitos, el artístico, el deportivo,el cultural en todos.
ResponderEliminarBesazo