Es decir, no diversificar. En este mundo intercomunicado en que vivimos estamos perdiendo la privacidad y lo peor es que muchos no se dan ni cuenta. Las redes sociales ya nos tienen absolutamente localizados, no sólo geográficamente, sino por amistades, gustos y trabajo. De este modo, hemos puestos todos los huevos en la misma cesta, porque a través de facebook, twitter u otras nos tienen controlados para bien y para mal. Si falla perderíamos nuestros contactos y, si alguien quiere perjudicarnos, tiene todas las herramientas a mano. Internet más que darnos libertad nos la arrebata y no nos importa.
Yo apenas uso las redes de vez en cuando para promover mis blogs, pero hay gente que está absolutamente enganchada, empezando por mi propia familia, y cada segundo les suena un mensaje de entrada, lo cual no les deja hacer vida normal. Esta nueva esclavitud invisible les impide estudiar, ver la tele o incluso comer tranquilos pero lo aceptan sin más. Yo me niego a tener un gran hermano controlando todos mis movimientos. Ya tengo bastante con los blogs donde vuelco mis pensamientos, pero que además son anónimos y poca gente que me conozca los lee. Creo que conservar la privacidad es algo esencial en la vida.
El límite lo pone uno. A mí sí me gustan las redes sociales pero hay que decidir qué se publica y qué no. Un besote.
ResponderEliminarLo malo es que hagas lo que hagas te tienen localizado y controlado. Un beso.
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