Ojeando las revistas en estas fechas me quedo alucinada de la cantidad de dinero que la gente es capaz de gastarse en regalos navideños. Yo siempre he pensado que se trata de tener un detalle. Entre otras cosas porque todos tenemos las casas llenas de objetos que no sabemos donde guardar, muchos fruto precisamente de regalos de Navidad y, yo por lo menos, ya no tengo hueco por ninguna parte. Además a la hora de regalar afortunadamente todo el mundo tiene de todo ya y es imposible hacer un regalo original. En los últimos años yo optaba por regalos solidarios. Así al menos ya servían para algo de antemano.
En las páginas de algunas ongs. como Manos unidas o Intervida tienen tiendas de regalos todo el año y especialmente para estas fechas. Ahí se pueden encontrar desde ropa y objetos de adorno a productos de alimentación, todo ello de comercio justo. Cuando aún no tenía más remedio que contribuir a este ritual social aprovechaba estas oportunidades. Pero gastarse varios cientos de euros en regalarle algo que no necesita a alguien que no lo va a apreciar (por le sobra de todo), me parece uno de los grandes pecados de nuestros tiempos que han adulterado completamente el sentido que deberían tener estas fiestas.
El tema del consumismo. Todo nos sobra, ya nada dura (la obsolescencia programada), queremos lo último aunque lo penúltimo funcione.... Tanto dinero tirado, y sin embargo no debemos dejar de consumir si queremos que la economía funcione...... Todo un absurdo
ResponderEliminarPues sí. Así funcionan las cosas. Un beso.
EliminarCreo que hoy día se regala más por la novedad que por la necesidad. Ahora quieres algo que te apetece y hace 50 años te regalaban lo que necesitabas, te gustara ó no. :P
ResponderEliminarBesazo
Hemos pasado de un extremo al otro. Un beso.
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