Aunque mis resultados hayan sido desiguales a largo plazo, puedo presumir de que mis hijos fueron unos niños modélicos durante años. Esto se debe en parte, yo creo, a una serie de hábitos adquiridos desde la primera infancia. Por ejemplo, los horarios. Durante todo el año yo bajaba todas las persianas de la casa hacia las nueve de la noche, con la intención de hacerles ver que ya era hora de ir pensando en retirarse, hora para la relajación y el descanso. Solía decir: se ha declarado la noche. Otra cosa, mis hijos salían bien abrigados aunque no tuvieran frío. Otra frase mía: cuando mamá tiene frío todos tienen frío. No poseen capacidad todavía para decidir por sí mismos.
Mis hijos no rompían los juguetes. Parece muy obvio pero en conocido montones de niños que tenían la costumbre de destruir sus juguetes a veces nada más recibirlos. Cuando un juguete se rompía solo procurábamos arreglarlo o sustituirlo. Tampoco tenían muchos juguetes a la vez y naturalmente después de jugar tenían que recogerlos, aunque fuera con ayuda mía. Mis hijos han leído mucho. Eso no significa que fuera fácil porque tienen que encontrar la clase de libros que les atraen. Con la mayor no lo conseguí hasta la colección de los Cinco y con la pequeña con unos de cuentos exóticos. El mayor devoraba de todo pero me temo que ya ha perdido la costumbre.
Besos Silvita !!!
ResponderEliminarMe llamo Susana. Tal vez me confundes con Silvia Parque.
ResponderEliminarGracias !!!
Eliminar