El otro día vi a una pareja con dos niños pequeños, de cuatro y dos años, aproximadamente, hablando con ellos en inglés. No sería extraño si no fuera porque los padres eran españoles y su nivel de inglés no era muy alto. De hecho, el acento del padre era nulo. Me dió lástima de esos niños obligados a ser bilingües por unos padres demasiado ambiciosos. Una cosa es que un hijo aprenda dos lenguas maternas de sus padres de forma natural y otra que estén forzando la situación. En todo caso, se trata de un esfuerzo extra que supone que esos niños tarden más en aprender a hablar, pero en este caso además ni siquiera estaban aprendiendo un inglés correcto. Incluso una persona que se considere a si misma bilingüe, no llega nunca a alcanzar el nivel de naturalidad de un nativo y puede que, enseñando así a sus hijos, les estén haciendo un flaco favor, ya que tendrán que reaprender el idioma.
Al día siguiente, otra escena, vi a un niño pequeño de unos tres años de paseo con sus abuelos ya mayores. La abuela le estaba reprendiendo porque no pronunciaba bien la erre de "barrio". No te entiendo porque hablas muy mal, le decía. Es un buen método se lo que se quiere es que el niño no hable más. El aprendizaje del lenguaje es una etapa apasionante en la vida de los hijos, donde se les puede animar y estimular, pero dentro de un orden. Aprender a hablar nunca debe ser algo forzado, sino algo natural. Por eso lo ideal es que aprendan a su ritmo la lengua materna de sus padres. Esos experimentos modernos me parecen una equivocación, pero también hay que tener cuidado de a quién se encarga el cuidado de los hijos y si están preparados para una labor tan importante.
Totalmente de acuerdo. Ya sé que no es lo mismo, pero nuestros hijos son bilingües (catalán y castellano) de una forma natural. Su madre les habla en catalán y yo en castellano porque éstas son nuestras lenguas maternas propias. Podríamos haberlo hecho al revés, hablarles yo en catalán y ella en castellano (los dominamos también), pero por muy bonito que fuera (mira, qué monos, él lo hace por ella y ella por él), nos parecía una absoluta tontería.
ResponderEliminarBueno, me he alargado demaasiado
El bilingüísmo natural es positivo pero no si hay que forzarlo. Un beso.
ResponderEliminarDiscrepo en algo, Susana.
ResponderEliminarLos padres que ponen a sus hijos en colegios bilingës, lo hacen porque saben que es un bien para ellos, los niños desde pequeños aprenden a expresarse en inglés y español y cuando terminan sus estudios, alcanzan un nivel de inglés a la altura de cualquier país que, quizás en otros casos no lo logran.... pero eso no quiere decir que haya que forzarlos ni mucho menos tengan que hablarlo en casa con sus padres si éstos no están preparados suficientemente, más bien al contrario, los pueden confundir y retrasar el aprendizaje escolar.
yo estoy a favor de colegios bilingües, es la mejor manera de que salgan con valores añadidos y buenos niveles en idiomas.
Besos, Susana.
A mí no me gustan mucho los colegios bilingües porque creo que descuidan las otras asignaturas. La cuestión también está en que, si la profesora que da la clase en inglés no es nativa, también están recibiendo un inglés muy limitado. En todo caso, siempre será mejor que intentar forzarlo dentro de la familia. Un beso.
ResponderEliminarForzado, no.
ResponderEliminarMe temo que lo hagan para prepararlos a ir a un colegio bilingüe. Un beso.
EliminarDesde que escribí el artículo he visto al menos dos casos más. Un beso.
ResponderEliminarEstoy totalmente a favor del bilingüismo que no es tal pero por lo menos un conocimiento decente del idioma que se escoja.
ResponderEliminarLo que me parece mal es que padres que no tienen idea del idoma, pretendan enseñarlo a sus hijos por pequeños que sean.
Besazo
Es que aquí el más tonto hace relojes.:) Un beso.
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