La falta de cultura religiosa hace que mucha gente piense que Jesús sólo fue un agitador que finalmente fue ajusticiado por los romanos en Jerusalem. Pero la historia nos cuenta que vivió como hombre anónimo hasta los treinta años. A partir de ahí buscó unos discípulos y empezó a predicar por los pueblos. Además curaba a los enfermos y perdonaba a los pecadores. Sus palabras muchas veces servían para criticar a los dirigentes de su época, a los poderosos y los sacedotes judíos. Por ello empezó a ganarse enemistades. Pero en cualquier momento pudo haberse vuelto a su pueblo sin más consecuencias.
Sin embargo siguió adelante "provocando" con sus discursos y poniendo en duda la interpretación de Dios que hacían los judíos. En sus últimos días esto se hace muy patente. Aún así, hasta el final podría haberse retirado y escondido y nadie hubiera sabido más de él, pero ese no era su objetivo. Su plan era hacerse ejecutar, hacerse voluntariamente reo de muerte, teniendo incluso la posibilidad de haberla evitado por intercesión divina. Porque era la única manera de hacernos ver que su amor estaba por encima de todo y que su poder era infinito, hasta el punto de resucitar entre los muertos. La clave del cristianismo está en esa entrega voluntaria de Jesucristo a la muerte.
Me quedo con la parte humana y revolucionaria del personaje, la otra me cuesta más, no todos podemos tener fe, que le vamos a hacer.
ResponderEliminarUn beso grande Susana
Para mí, la "otra" parte -divina- es figurativa.
Eliminar¡Un beso!
Sólo la parte humana ya merece la pena. Un beso.
ResponderEliminarEs algop que deberíamos pensar y agradecer muchas veces, y yo al menos me olvido demasiadas.
ResponderEliminarNo es lo mismo morir como consecuencia de tus actos, a que la causa de tus actos sea precisamente buscar la muerte. Un beso.
EliminarMe quedo con él sin duda, sea parte humana o divina....Me acompaña en mi andar Un besote
ResponderEliminarLos que sentimos esto somos muy afortunados.:) Un beso.
EliminarHola querida Susana! Siento de la misma forma que Winnie0 :D
ResponderEliminarQue tengas una muy buena semana! Besos.
Buena semana para ti también. Un beso.
ResponderEliminarBonita y maravillosa reflexión. Estás tan de acuerdo conmigo que no me queda nada más que añadir. Con tu permiso le paso tu texto a un amigo bloguero que es sacerdote, al que por cierto te invito a visitarle. Te gustará su blog.
ResponderEliminarhttp://berbellin.wordpress.com/
Besos
Ana
Gracias. Claro que puedes pasarsela a un sacerdote, pero me temo que no estará a la altura. Un beso.
EliminarVengo de parte de Ana y es gusto saludarte.
ResponderEliminarPara mí la clave de la identidad de Jesús ve de la vida de Jesús está en la carta a los Efesios:
"Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
8se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Saludos. Pásete por mi blog si lo deseas. Siempre serás bien venida.
Gracias. Un saludo.
ResponderEliminarCreo que Jesus nos enseñó algo que nos sirve a todos los seres humanos religiosos ó no.
ResponderEliminarEl amor incondicional. La entrega a los demás sin poner peros, condiciones ó excusas.
Esa creo que es una enseñanza universal y es el secreto del éxito de esta religión a través de los tiempos.
Besazo