Si me dieran un euro por el esfuerzo que hago algunos días para levantarme de la cama, o al llevar a mi hija al colegio, al colgar la ropa, al hacer la compra o la comida... No es que haga muchas cosas sino que me cuesta mucho hacerlas. Ahora, con el buen tiempo, debería sentirme más animada, pero mi enfermedad es tan terca que parece que la primavera me provoca más melancolía. No tengo remedio. Dos euros tendrían que darme por ir a clase de inglés o a la gimnasia, si fuera proporcional al esfuerzo de voluntad que tengo que hacer, pero afortunadamente no es así o iba a arruinar a alguien y a hacerme millonaria.
Hay días que me cuesta un mundo comer, ducharme, cambiarme de ropa. Quien no lo haya vivido no lo puede entender. Me siento una inútil. Generalmente el ordenador me ayuda a ponerme en marcha pero existen temporadas en que no quiero ni verlo, ni mucho menos escribir. Así llevo ya unos cuantos años y supongo que no tiene solución, pues ni las pastillas consiguen que mantenga el ritmo. Sólo me hacen arrancar por las mañanas. Me consuelo pensando que lo poco que hago tiene más mérito al costarme más; así que supongo que irá sumando en mi cuenta de resultados, o eso espero. Pero eso no evita que me sienta culpable.
Ánimo, seguro que un día te levantas con mucha energía deseando comerte el mundo!!!!
ResponderEliminarDe vez en cuando me ocurre, pero se me pasa rápido. Un beso.
EliminarTe doy 3 euros si te ríes.
ResponderEliminar:)
Me río bastante con mi familia, pero cuando estoy sola no tengo ánimos. Un beso.
EliminarSusana, te comprendo y por eso te digo que aceptes tu enfermedad, forma parte de ti, por eso mismo amala y veras como entonces se va alejando, empezaras a estar mejor. No creas que las palabras son pura teoría, que no, que sé bien de lo que hablo. Un abrazo y dile a tu mente que tu energía es más fuerte que ella.
ResponderEliminarEso espero, porque los años van pasando y no quiero seguir siempre así. Un beso.
EliminarLo que haces tiene mérito y va sumando en tu cuenta de resultados: te lo aseguro.
ResponderEliminarPues gracias por ese esfuerzo que me ha permitido conocerte y leerte. No lo he vivido, pero no por eso no voy a valorar lo que cuentas. Debe ser muy duro. Asi que de nuevo muchas gracias.
ResponderEliminar"Hay días que me cuesta un mundo comer, ducharme, cambiarme de ropa." Da mucho miedo leer ésto Susana porque da una idea de la verdadera dimensión de una depresión, como tú misma has escrito a veces, una cosa es estar "depre", bajita de ánimos, desanimada, tristona, y otra es ésto. Creo que es una enfermedad muy dura, y además incomprendida, la gente piensa que con un - venga, anímate, sal un poco - se puede arreglar, ojalá fuera así de fácil.
ResponderEliminarBesos
Llevo ya años intentando animarme y es muy desesperante. Un beso.
EliminarSusana, cielo... Culpable ¡nunca! ¿Te sentirías culpable del tiempo que emplearías si tuvieras sesiones de diálisis... o si no pudieras comer determinados alimentos e hicieras comida distinta para ti...? Pues esto es lo mismo... Bueno, no es lo mismo. Es peor porque, demasiado a menudo, los demás no lo entienden. Si te sirve de algo, yo sí sé de qué va. Es duro. Y tu esfuerzo... titánico.
ResponderEliminarUn beso, Susana.
Pero está todo en mi mente, no es algo que se pueda cuantificar. Un beso.
Eliminar¿Cómo puede escribir una "Guía para la vida" una persona que necesita pastillas para enfrentarse a su vida? una persona que no encuentra fuerza para salir de la cama, ¿de verdad puede sentirse capacitada para dar instrucciones a otros sobre lo que deben hacer con su tiempo o energía?
ResponderEliminarEscribí todo eso antes de la depresión. Pregúntale a Griselda que me sigue desde hace años.
EliminarNo entiendo porque te tienes que sentir culpable. La depresión es una enfermedad como otra cualquiera y no entendería a nadie que se sintiera culpable por sufrir del riñón ó del corazón.
ResponderEliminarBesazo
Porque se supone que quien tiene Fe no pierde nunca la fuerza. Un beso.
EliminarYo entiendo mucho esta sensación de culpa. Por supuesto que nadie es culpable de cursar con una enfermedad; nadie se tiene o se debe sentir culpable; pero es común que suceda, hay mil razones para eso (por ejemplo, la que mencionas, Susana).A mí sí me hace mucha falta repetirme que no hay "culpa" que adjudicarme cuando caigo en mi locura.
EliminarLa responsabilidad es muy diferente de la culpa, pero a menudo las tenemos liadas. ¡Un beso!
Es cierto. Un beso.
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