Como bien dice la canción de Cecilia, hay gente que va por la vida queriendo ser la novia en la boda, el niño en el bautizo y hasta el muerto en el entierro. Así que si no tienen nada que aportar, se lo inventan y se meten a opinar de temas que no conocen. Me he acordado de eso esta mañana cuando he ido a misa y me he encontrado a la misma señora de siempre. Llega tarde, se queda detrás y luego, a la hora de comulgar sale antes que nadie para intentar ponerse la primera de la fila. Y no es porque tenga prisa, porque luego se queda un rato... Hoy además se me ha puesto al lado y se sentaba cuando había que estar de pie y se arrodillaba cuando había que sentarse.
Vaya afán de notoriedad. Me estaba poniendo de mal humor y he tenido que hacer un esfuerzo para no prestarle atención, que es justo lo que quieren esa clase de personas. Se ve que tiene un complejo de inferioridad porque su madre no le prestaba atención de pequeñita. Cuántas madres debe de haber por el mundo que no atienden a sus hijos... Se ve que nunca ha oído la lectura de Jesús de "el que quiera ser el primero que sea el último". Y todas las veces se pone en el pasillo incluso antes de que el sacerdote acabe la bendición. En fin, supongo que es una prueba más que tengo que pasar para aprender autocontrol y paciencia.
Naturalmente yo soy la protagonista de mi propio blog. Aconsejo a todos los anónimos que creen el suyo propio y dejen de querer monopolizar otros sitios.
ResponderEliminarDe este tipo de personas las hay en todos los sitios, y en todos los ámbitos. En el fondo son gente que ha sido ninguneada. Muchos de ellos creo que ni se dan cuenta de su aptitud y comportamiento. En cuanto a los anónimos, borra sus mensajes y ni les contestes. Les pasa como a la protagonista de tu entrada, quieren llamar la atención. Besos
ResponderEliminarAna
Como de costumbre tengo que darte la razón, pero eso no impide que me siga molestando esa actitud. Ya sé que no gano nada con ello y que es precisamente eso lo que buscan algunos, molestar. Un beso.
EliminarDesde crío tenía manía a esas viejas pedorras que iban a misa a dar gracias por lo buenas que eran y a pedir por el resto de miserables pecadores. Seguramente cuando leían la parábola del fariseo y el publicano no se darían por aludidas.
ResponderEliminarBesos.
Bueno, esta mujer es joven todavía. Un beso.
EliminarYo trato de que mi actitud refleje respeto cuando permanezco sentada mientras los demás se arrodillan o se ponen de pie.
ResponderEliminarSaludos :)
Pero supongo que luego no pretendes colarte en la fila de comulgar. Un beso.
EliminarNo :D Un beso.
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