Es una manera un poco chula de decir marcharse. Yo, con los años, me he hecho experta en ahuecar el ala. Será porque no me gustan nada las reuniones multitudinarias. No tengo problema en hablar de tú a tú incluso con desconocidos, pero en cuanto hay más de tres personas me agobio. Creo que es fobia social. Me bloqueo y no sé qué decir; yo que soy una fábrica de ideas. Así que de jovencita no tenía más remedio que asistir a esa clase de celebraciones, pero ahora que puedo elegir, eludo todas las que puedo. No me queda más remedio que seguir asistiendo a Nochebuena y Nochevieja, más que nada por las abuelas, que si no tampoco iría.
Yo soy de los que procuran quedarse en una esquina un poco al margen y, claro, así sucede que la gente suele tomarme por antipática, cuando la realidad es que sigo siendo tímida. Incluso en la clase de inglés procuro hablar lo menos posible a pesar de que no tengo problemas de expresión. Cerca ya de los cincuenta años, me temo que ya no tengo remedio. Si tengo que integrarme lo hago, pero prefiero evitarlo. Simplemente no me atrae, no me compensa. Será porque tampoco me entero muy bien cuando hablan varias personas a la vez, ni tengo voz para hacerme entender entre el ruido de fondo. Afortunadamente tampoco tengo una vida social intensa.
Se trata de un intento de volver a empezar en el mundo de los blogs. Pretende ser de nuevo un diario personal donde volcar reflexiones y compartir experiencias.
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Nubes sobre el Mar
Cuadro pintado por mi hija pequeña
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martes, 16 de diciembre de 2014
miércoles, 23 de octubre de 2013
Si naciste para martillo, del cielo te caen los clavos
Hay quien nace de pie, que se dice. Hay personas a las que parece que la vida tiene reservados los primeros planos y apenas necesitan esforzarse. Un buen aspecto físico es fundamental para esto aunque no deje de ser injusto. Un hombre o una mujer con buena planta tienen ya muchos puntos ganados de antemano, no sólo en las relaciones de amistad y de pareja, sino incluso en las laborales. Luego está el carácter. Las personas extrovertidas lo tienen mucho más fácil que las introvertidas y si encima tienen don de gentes, entonces todo va rodado. La inteligencia también ayuda pero no me parece que sea indispensable.
La riqueza o venir de "buena familia" también suma en esto. Cuando ojeo las revistas me pregunto cuánta gente tiene mérito realmente por lo que ha conseguido en la vida y cuántos nacieron ya con los boletos premiados en el bolsillo. Yo creo que algunos realmente nacen para martillo, y otros nacemos para clavo. En mi caso, mi timidez ha sido un handicap muy difícil de superar. Como suelo decir, no soy ni guapa ni fea, ni lista ni tonta, ni vulgar ni distinguida. Estoy en ese término medio de los peones de ajedrez que no me garantiza ninguna ventaja, aunque afortunadamente tampoco me supone ninguna desventaja añadida.
La riqueza o venir de "buena familia" también suma en esto. Cuando ojeo las revistas me pregunto cuánta gente tiene mérito realmente por lo que ha conseguido en la vida y cuántos nacieron ya con los boletos premiados en el bolsillo. Yo creo que algunos realmente nacen para martillo, y otros nacemos para clavo. En mi caso, mi timidez ha sido un handicap muy difícil de superar. Como suelo decir, no soy ni guapa ni fea, ni lista ni tonta, ni vulgar ni distinguida. Estoy en ese término medio de los peones de ajedrez que no me garantiza ninguna ventaja, aunque afortunadamente tampoco me supone ninguna desventaja añadida.
miércoles, 22 de mayo de 2013
Como ser un paria y contarlo
Existen algunas características que suelen convertir a las personas en marginados sociales, ya desde la infancia, donde entra en contacto con otros niños y empiezan las comparaciones. Sin embargo, afortunadamente no se siempre se cumple esta regla porque depende de muchos factores:
1. Acné y pelo grasiento. Existen granos y granos. Aquellos que son pustulentos o cubren la mayor parte de la cara producen un rechazo inmediato. Por fortuna se quitan con la edad.
2. Llevar gafas o aparato dental o ambos. Aunque últimamente creo que afecta menos.
3. Olor corporal. Esto sí que produce una reacción instintiva de apartarse del sujeto.
4. Dientes amarillentos. A pesar de no una cuestión de higiene sino de salud, una dentadura oscuro no ayuda a hacer amigos.
5. Barriga, celulitis. Incluso en las personas delgadas , existen defectos muy evidentes que acomplejan y alejan a los demás.
6. Nariz grande, larga, picuda o aguileña.
7. Demasiado altos, bajos, delgados, gordos. Sobresalir de la media en cualquier sentido puede ser otro motivo para ser relegado del grupo.
8. Leer o ver películas de ciencia ficción. Es lo que se conoce por un friki.
9. Ser un estudiante corriente. Tanto los excelentes como los pésimos suelen tener un club de fans. No así los que van aprobando por los pelos.
10. Estar en un entorno social distinto. Tener más o menos posibilidades económicas que el resto también hace difícil que te acepten.
11. Alergias, catarros repetitivos. Ir con el pañuelo en la mano tampoco es buena idea.
12. Ser tímido en general. A menudo se confunde con soberbia.
13. Ser negado para el deporte.
14. Si es chico no hablar de deporte, si es chica no hablar de moda.
15. No beber, no fumar, no tener relaciones esporádicas. Esto va en aumento.
16. Ir a misa.
17. Cualquier interés por el arte o la música no actual.
18. Quemarse con el sol en lugar de ponerse moreno
19. Hablar castellano en algunas comunidades autónomas.
20. .Ser conservador.
Así que, con un noventa y nueve por ciento de los motivos me declaro una paria de por vida.
1. Acné y pelo grasiento. Existen granos y granos. Aquellos que son pustulentos o cubren la mayor parte de la cara producen un rechazo inmediato. Por fortuna se quitan con la edad.
2. Llevar gafas o aparato dental o ambos. Aunque últimamente creo que afecta menos.
3. Olor corporal. Esto sí que produce una reacción instintiva de apartarse del sujeto.
4. Dientes amarillentos. A pesar de no una cuestión de higiene sino de salud, una dentadura oscuro no ayuda a hacer amigos.
5. Barriga, celulitis. Incluso en las personas delgadas , existen defectos muy evidentes que acomplejan y alejan a los demás.
6. Nariz grande, larga, picuda o aguileña.
7. Demasiado altos, bajos, delgados, gordos. Sobresalir de la media en cualquier sentido puede ser otro motivo para ser relegado del grupo.
8. Leer o ver películas de ciencia ficción. Es lo que se conoce por un friki.
9. Ser un estudiante corriente. Tanto los excelentes como los pésimos suelen tener un club de fans. No así los que van aprobando por los pelos.
10. Estar en un entorno social distinto. Tener más o menos posibilidades económicas que el resto también hace difícil que te acepten.
11. Alergias, catarros repetitivos. Ir con el pañuelo en la mano tampoco es buena idea.
12. Ser tímido en general. A menudo se confunde con soberbia.
13. Ser negado para el deporte.
14. Si es chico no hablar de deporte, si es chica no hablar de moda.
15. No beber, no fumar, no tener relaciones esporádicas. Esto va en aumento.
16. Ir a misa.
17. Cualquier interés por el arte o la música no actual.
18. Quemarse con el sol en lugar de ponerse moreno
19. Hablar castellano en algunas comunidades autónomas.
20. .Ser conservador.
Así que, con un noventa y nueve por ciento de los motivos me declaro una paria de por vida.
sábado, 5 de mayo de 2012
What you see is what you get
Lo que ves es lo que hay (lo que consigues). A veces me da cierto reparo porque quien lea este blog me conoce mejor que algunos de mis familiares. Son seis años de desnudar mi alma en internet, hablando de las cosas que me ocurren y de los tema que me preocupan. Afortunadamente, soy anónima, o de otro modo por la calle me parecería que todo el mundo sabe todo de mí, y sería muy incómodo. Mi intención era hablar de mi misma en este blog y de temas generales en el otro, pero al final no soy yo quien decide. La inspiración me dicta cosas diferentes cada día. A veces siento que es algo más allá de mi propia voluntad. Es una necesidad casi física. Así que, acabo plasmando todo lo que me pasa por la cabeza, como si llevara acoplado un lector de cerebro y todo acabara en el blog.
Si de algo puedo presumir es de ser una persona sin doblez. Hablo igual que escribo y digo lo que pienso. Lo más que he aprendido con los años es a callarme cuando no vale la pena seguir con el tema. Sin embargo, soy consciente de que por escrito doy una imagen de seguridad en mí misma que estoy muy lejos de sentir. Realmente soy una persona tímida y poco sociable. Así que, cuando me llaman prepotente, en el fondo tiene gracia para cualquiera que me conozca de verdad. Si yo no puedo ser más amable y más inofensiva; eso sí, siempre que no se trate de defender a los míos o las causas que considero justas. Por eso, de pequeña me solían decir eso de: caray con la mosquita muerta, cosa que, por cierto, me molestaba mucho. Y es que ser una persona educada y cariñosa no debería estar reñido con tener personalidad y carácter. O eso pienso yo.
Si de algo puedo presumir es de ser una persona sin doblez. Hablo igual que escribo y digo lo que pienso. Lo más que he aprendido con los años es a callarme cuando no vale la pena seguir con el tema. Sin embargo, soy consciente de que por escrito doy una imagen de seguridad en mí misma que estoy muy lejos de sentir. Realmente soy una persona tímida y poco sociable. Así que, cuando me llaman prepotente, en el fondo tiene gracia para cualquiera que me conozca de verdad. Si yo no puedo ser más amable y más inofensiva; eso sí, siempre que no se trate de defender a los míos o las causas que considero justas. Por eso, de pequeña me solían decir eso de: caray con la mosquita muerta, cosa que, por cierto, me molestaba mucho. Y es que ser una persona educada y cariñosa no debería estar reñido con tener personalidad y carácter. O eso pienso yo.
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