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Nubes sobre el Mar

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Cuadro pintado por mi hija pequeña
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martes, 26 de agosto de 2014

El famoso colesterol

Inma me dió la idea el otro día para un post sobre anuncios. Yo los que no soporto son los del colesterol, así en plan paternalista, con toda la familia y amigos alrededor de la mesa, con el famoso diciendo: yo antes no le daba importancia al colesterol... Es verlo y me entran ganas de hincharme de embutido... Que no dudo que eso del colesterol tenga su importancia pero con tanto insistir lo que van a conseguir es que sospeche que no es para tanto, como cuando decían que no comiéramos huevos y ahora dicen todo lo contrario; que si el cerdo era malo, que bebamos dos litros de agua al día, y luego no; lo del bífidus activo y tantas cosas más...

Además hasta han conseguido que le coja manía al famoso que me caía bien. Y también andan con lo del Omega tres que parece ser que es la panacea de todos los males, hasta que salga un informe diciendo lo contrario. Tiempo al tiempo. Total, que aquí de lo que se trata es de comer pescado sin comerlo, comer verdura sin comerla tampoco y todo ello para beneficio de los fabricantes de complementos alimenticios que no está demostrado que sirvan para nada, pero, eso sí, valen mucho más caros. Pero bueno, allá cada uno lo que quiera hacer con su dinero, pero por favor, que dejen de darnos la murga con los anuncios y de tomarnos por tontos.

martes, 9 de abril de 2013

La buena educación

El otro día mi hija estaba comiendo en una convivencia con sus compañeros, cuando les pusieron una paella delante y le preguntaron qué quería. Ella contestó que le gustaba todo, y la señora le dijo: qué niña tan bien educada. Cosa que me llena de orgullo como madre suya. No es que en mi casa ahora se coma de todo, la verdad, porque a mí me sientan mal la verdura y las legumbres; pero, cuando mis hijos eran pequeños me puse como obligación acostumbrarlos poco a poco a todos los sabores. Así que en casa han comido de todo, aunque unas cosas les gusten más y otras menos. Bueno, de todo, menos riñones y sesos, que yo no los puedo ni ver...

Sin embargo, esto que a mí me parece tan normal no sucede igual con sus compañeros de clase, que rechazan sistemáticamente todas las verduras y la mayoría de los pescados. Es una cuestión muy seria porque va su salud futura en juego. Como les suelo decir, el cuerpo cuando eres joven aguanta cualquier cosa, pero luego te pasa la factura. En mi casa, nunca se ha tirado comida; lo que sobra lo tomamos en las cenas. Ocurre igual con toda la educación que les hemos dado. La ropa se utiliza hasta que no sirve y sólo les damos caprichos en ocasiones especiales. Ahora alguno dirá que soy una tirana. Bueno, hasta ahora no se me han quejado y en cambio les felicitan fuera de casa.

viernes, 27 de enero de 2012

La alimentación de los niños

Parece ser que ahora venden una especie de magdalena de chocolate que contiene los nutrientes esenciales que debería tomar un niño; así que me imagino que está hecha con pescado, verduras y alguna cosa más para disimular. No me parece nada bien. Los niños deben acostumbrarse cuanto antes, no sólo al sabor, sino al aspecto y la textura de todo tipo de alimentos. Lo ideal es que antes de los tres años ya hayan probado de todo, si no tienen ninguna alergia alimentaria. Ya sé que es más cómodo tirar la toalla y darles de comer macarrones y filete todos los días, o procurar que en el colegio coman correctamente y luego no darles en casa más que caprichos, pero eso no funciona así.

No digo que todos los días tengamos que torturarlos con cosas que no les apetecen tampoco..., pero de vez en cuando conviene seguir insistiendo y no disfrazar las comidas de lo que no son. El paladar acepta habitualmente con agrado los dulces y el tomate frito, pero le cuesta más encontrarle el gusto a sabores  diferentes. Pero ese aprendizaje es cuestión de tiempo. Todos lo hemos seguido de pequeños cuando la palabra "no" no se admitía en casa. Yo procuro evitar alguna cosa en particular que alguno detesta, pero como excepción a la norma de que lo que se pone en el plato se come; más cantidad, o menos, pero no se deja sin probar. Es la única manera de educar el apetito. En mi casa no tiramos comida.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Desmontando mitos

Cuando se ha vivido lo suficiente, acabas por descubrir que la mayoría de las teorías de moda pueden ser refutadas. Por ejemplo, si hace años se aseguraba que no debíamos comer huevos ni cerdo, ahora ya no se afirma de forma tan rotunda. Luego, les dio por decir que debíamos comer mucho pescado. El anisakis y la contaminación por mercurio han puesto en duda también esto. Llevan años insistiendo en que bebamos ocho vasos de agua al día, mejor si es mineral. Pero otro estudio ha demostrado que el exceso de agua puede ser incluso peligroso para algunas personas y perjudicar al cerebro. También las bebidas energéticas tienen efectos secundarios, pero eso es algo que a algunos no les interesa que se sepa.

Han criminalizado el consumo de carne, aunque la humanidad lleve millones de años comiéndola. Luego, se considera que una persona obesa lo es porque tiene malos hábitos alimenticios. En algunos casos puede ser cierto, pero el problema suele ser mucho más complicado. Yo tengo una amiga que llegó a pesar más de cien kilos, hasta que la operaron hace unos años. En mi vida he visto a nadie comer tanta verdura y pescado. Pero, es que a ella la engordaba hasta el agua (literalmente) porque acumulaba líquidos. Su metabolismo lo aprovecha absolutamente todo. No se puede culpar a una persona por sus genes. En todo caso, una cosa es cuidar la salud otra obsesionarse con ella. Todo tiene un término medio.