Churros con sacarina

No es una receta. Es lo que suele pedir mucha gente en los bares: el café con sacarina y luego un par de churros. Teniendo en cuenta que un sobrecito de azúcar debe tener unas cincuenta calorías, mientras que cada churro tiene por lo menos cien, no deja de ser un síntoma de lo contradictoria que puede llegar a ser una persona. Porque además el churro y las porras están hechos de hidratos de carbono, grasas y azúcar, precisamente. Así que resulta de lo más absurdo estar privándose del azúcar del café si luego lo compensas con el otro. Pero hay mucha gente que lo hace y se quedan tan contentos. Además suele ser gente subida de peso, con razón.

Y todo esto me recuerda la clásica contradicción de nuestra sociedad, que por una parte mima a los minusválidos con ayudas y preferencia a la hora de conseguir un puesto de trabajo; pero por otra parte les dicen que su vida no vale tanto como la de cualquiera. Porque de hecho, según la ley Aído de plazos del aborto, en caso de problemas de salud del niño se podía abortar en cualquier momento del embarazo; incluso el día antes del parto. Una auténtica barbaridad. Entonces resulta que antes de nacer un minusválido es un producto de desecho y después de nacer es un ciudadano respetable, depositario de todos los derechos. ¿Cómo se come eso?.