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Nubes sobre el Mar

Nubes sobre el Mar
Cuadro pintado por mi hija pequeña

miércoles, 31 de agosto de 2011

Vendedores ambulantes

Como ya dije en otra ocasión, en el lugar donde veraneo hay muchos africanos que venden sus mercancías sin permiso. Parte se trata de artesanía que realizan ellos mismos y otra parte son productos de imitación. Venden bolsos parecidos a los de marcas famosas y polos similares a los Lacoste. Naturalmente, la gente que los compra sabe perfectamente que no son originales. No engañan a nadie. Por otra parte, los clientes habituales de esas mercancías originales no comprarían jamás una imitación por buena que sea, así que tampoco se puede decir que les hagan la competencia. Sin embargo, la policía los persigue continuamente.

Existen ciertos productos en el mercado cuyos precios son de verdadero escándalo. No me explico como alguien puede pagar un sueldo medio (2000 euros) por un bolso y marcharse a casa tan fresco. Tampoco que estén pidiendo por un trozo de tela cosido cerca de cien euros. Si tuvieran precios más razonables, venderían mucho más, pero no quieren, porque precisamente su negocio se basa en la exclusividad; digamos que en el afán de demostrar riqueza de algunas personas. No digo que no sean muy libres de actuar así y otros de venderlos, pero la verdad es que no me parece tan grave que gente necesitada quiera ganarse la vida con las imitaciones.

lunes, 29 de agosto de 2011

La cultura de los pueblos

He realizado un pequeño viaje de fin de semana por La Mancha. En este periplo por preciosos paisajes y pueblos ha habido cosas que me han agradado especialmente. Por ejemplo, comprobar cómo se siguen manteniendo los nombres de las localidades y de muchas calles con referencias religiosas. Así como ver las hornacinas y otros símbolos que conservan muchas casas particulares. También he visto tres camiones aparcados. Uno llevaba un cartel de "Dios me guíe", otro "Dios es mi guía" y el tercero "Todo se lo debo a Dios". La religiosidad sigue estando muy presente en la vida de las personas, aunque viendo la televisión y viviendo en una gran ciudad a veces nos dé la impresión de que ha desaparecido.

Sobretodo existe un gran respeto hacia ese legado cultural por parte de aquellos que no comparten creencias. Cuidan con esmero sus monumentos religiosos y no se avergüenzan de sus raíces cristianas, de más de veinte siglos de historia. Sin embargo, leyendo algunos diarios nacionales se llega a la errónea conclusión de que toda esa cultura ha desaparecido y ha sido rechazada categóricamente por los ciudadanos. Es cierto que las iglesias ya no se llenan como antes, pero creo que es más por falta de costumbre que por animadversión a lo religioso. Viajar por el interior de España supone ponerse otra vez en contacto con nuestra historia que ha estado ligada a lo largo de los siglos a la religiosidad del pueblo español.

Estos son los tolerantes amantes de la libertad

Javier dijo...
"A los ultra católicos como tú habria que clavaros en cruces y dejaros desangrar para que os sintiérais más cerca del cabrón de vuestro Dios. Al menos así haríais algo útil para la humanidad".   Ante esto, sobran palabras. El odio se masca en el aire. Qué pena de gente.

viernes, 26 de agosto de 2011

Antes y ahora

Estaba conduciendo con el aire acondicionado en marcha, cuando se me ocurrió pensar en cómo era viajar hace no tanto tiempo. Cuando yo era pequeña, mi padre tenía un Seat 1500 donde entrábamos ocho personas. No me preguntéis cómo. Tres delante y cinco detrás. Los viajes en verano duraban diez horas. Incluso con las ventanillas abiertas, apenas entraba aire. Por suerte, cuando nos regalaron el perro, mi hermano mayor ya conducía su coche. Aún así, el perro solía viajar de pie sobre nuestras rodillas, asomando la cabeza por la ventanilla del coche grande. Aquellos viajes eran una verdadero odisea, por carreteras con un carril por sentido con un tráfico de camiones tremendo.

Ahora ya no apreciamos esas cosas, ya que nos hemos acostumbrado a las comodidades que disfrutamos hoy en día. El aire acondicionado en el salón lo puse hace dos años y ya no podemos vivir sin él; o mejor dicho, ya no queremos. En la casa de mis padres, abríamos todas las ventanas para hacer corriente y estaban las puertas desconchadas de los portazos consiguientes. Nuestros hijos no se hacen idea de lo que era ir al colegio cogiendo dos autobuses cuatro veces al día, como hacía mi marido, para volver a comer a casa. Yo iba y venía andando casi un kilómetro. Hay cosas que se cuentan y no se creen, pero muchos podemos atestiguar que sucedieron así. Y antes de eso, todavía era peor, pero nadie se quejaba.

jueves, 25 de agosto de 2011

Post eliminado

He suprimido el último post ya que estaba basado en un error (confundir laico con aconfesional) , y además en este momento prefiero relajarme un poco y no darle más vueltas a los problemas de la semana pasada. De todos modos, lo he copiado y guardo los comentarios. Gracias por vuestras opiniones.

miércoles, 24 de agosto de 2011

La escritura

Tengo que decir que estoy impresionada de lo bien que escriben mis comentaristas. Esto me acompleja un poco, porque yo sólo soy capaz de escribir como hablo, en tono coloquial; mientras otros hacen literatura. Entonces me pregunto que hago yo en el mundo de los blogs y si tengo realmente algo que aportar. No quiero que penséis que digo esto para que me adulen. Yo sólo escribo cosas poéticas cuando estoy triste y ya se encargan mis medicinas de evitarlo. Sin embargo, cuando me deprimo, pierdo la inspiración y no me sale ni una línea. Así que, me temo que en este nuevo blog no voy a hacer ningún alarde de escritura de momento. Espero no decepcionar demasiado a los lectores.

Si se quedan con ganas de calidad, tengo que recomendar que visiten mis enlaces. Lástima que ya no están la mayoría de los que empezaron conmigo, donde también había cosas muy interesantes, pero estoy encantada con mis nuevas adquisiciones. Además tienen una fertilidad productora digna de mis mejores tiempos. No doy abasto. Así que, tres meses después de abrir este nuevo blog, estoy muy ilusionada y satisfecha. Dios quiera que no se me estropee. El número de visitas es un poco bajo, pero estamos de vacaciones y espero que poco a poco vaya aumentando, y también los comentarios. Gracias por darme esta oportunidad de empezar una nueva vida.

lunes, 22 de agosto de 2011

Operación salida

Me temo que me he confundido y he suprimido un comentario sobre interpretación de mis sueños. Agradezco la sugerencia. Un saludo.
He podido comprobar con estupor cómo, en la carretera Madrid-Valencia, existen más de veinte tramos en obras. La mayoría de las cuales, además, incluyen cambios de carril y de rasante bastante peligrosos. Todo lo cual, unido a la densidad de vehículos propia de estas fechas, supone un aumento del riesgo de accidente considerable. Supongo que dejan las obras para el verano pensando que habrá menos tráfico. Pero no es cierto en muchos tramos, donde creo que circulan más coches en unos pocos días que en el resto del año. De manera que luego nos agobian con las estadísticas de la siniestralidad en carretera, como si toda la culpa fuese nuestra, pero la administración tampoco está facilitando las cosas.

Me parece demencial elegir precisamente el verano para desviar tramos de carretera. Más aún, teniendo en cuenta que esta autovía tiene ya muchos años y ha habido tiempo de sobra para pensar en mejoras. Además realmente no parece que estén haciendo nada. Luego cuelgan el cartel de "tramo de acumulación de accidentes", como si por ello se pudieran evitar todas las contingencias. Nadie se accidenta por gusto, sino por circunstancias difíciles, errores, cansancio o despistes. Las autopistas son más seguras porque facilitan la conducción mediante tramos rectos, curvas abiertas, arcenes amplios y viaductos. Todo ello cuesta mucho dinero, naturalmente, pero, ¿dónde estaría mejor empleado el presupuesto del estado que en mejorar la seguridad de las personas?.

jueves, 18 de agosto de 2011

No valen la pena

Anoche estuve tentada de escribir un post contando cómo me sentía ante los incidentes de Sol. Lo escribí y lo dejé en borrador. Me levanté por la mañana y lo borré. No se merecen siquiera que se nombre a esa clase de personas. No pienso entrar a discutir de nuevo con gente que no razona porque están ideologízados y hace mucho que perdieron la capacidad de pensar libremente. No voy a caer de nuevo en la trampa de publicar comentarios, contestar y volver a contestar. Ya lo dije hace unos días: es absolutamente inútil pretender que este blog se convierta en instrumento para la difusión de bulos, difamaciones y comentarios desagradables. No voy a permitir que acaben otra vez con mi paz de espíritu. Vale mucho más que ninguna polémica. Si sintieran lo que yo siento estarían deseando convertirse al cristianismo, en lugar de envenenarse con proclamas del siglo pasado.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Una canción con sentido

Me gusta Melendi como cantante porque sus canciones son frescas, originales y les encuentro mucho sentido. No sé si es cosa mía y tal vez no han sido escritas con esa intención. Últimamente, ronda por mi cabeza esa que dice: "No conozco mandamientos más allá de mis narices, por eso tengo remiendos en el alma y cicatrices; y mi corazón ya viejo, maltratado y con estrías, de tanto mezclar las penas con tan pocas alegrías..." Todo esto me hace pensar que la gente que vive sólo para sus deseos, sus placeres y sus gustos, no son felices. Puede que sí en el momento o durante unos años. Pero, a la larga, se encuentran con que la juventud pasa, el placer cansa y se echa de menos esos compromisos y obligaciones que anteriormente se eludían.

Pero las experiencias vividas van dejando una huella indeleble en nuestras vidas. El otro día vi un trozo de un episodio de la serie Sexo en Nueva York (que no suelo ver), donde las protagonistas se preguntaban precisamente si el exceso de experiencia sentimental no sería un obstáculo a la hora de encontrar al hombre de sus sueños. Yo creo que realmente es así. Cada momento vivido nos cambia para bien o para mal. Es difícil mantener un alma pura, cuando se lleva media vida ignorando las limitaciones y las convenciones morales. Un alma con remiendos y cicatrices se puede llegar a reparar con mucho amor. Pero sería mejor haber evitado llegar a esa situación, aceptando la existencia de mandamientos en nuestra vida.

martes, 16 de agosto de 2011

El mundo con la JMJ

He vuelto de vacaciones y, aunque no pensaba tocar este tema, siento que tengo que escribir sobre lo emocionada que me siento con la Jornada mundial de la juventud. He tenido ocasión de ver a cientos de jóvenes en mi lugar de veraneo celebrando juntos este encuentro, haciendo turismo y luciendo sus distintivos sin miedo ni vergüenza. Estando acostumbrada a que aquí te miren mal sólo por llevar una cruz, es como una bocanada de aire fresco que nos llega de todo el mundo para hacernos ver que no estamos solos, que el cristianismo ha llegado a todos los lugares del planeta y cada vez que se celebra la eucaristía, millones de personas lo hacen en toda la Tierra.

Este sentimiento de pertenencia me da fuerzas para seguir adelante con esta lucha diaria en contra de los prejuicios que se han extendido en nuestro país contra la Iglesia, a favor del reconocimiento que merece por sus continuas obras sociales y en defensa de los religiosos y los católicos practicantes. Creo que realmente España es una excepción. En ningún otro sitio se cuestiona tan abiertamente la fe ni se menosprecia tanto a los creyentes. Comprendo que muchas personas no han tenido la suerte de recibir una preparación religiosa, pero eso no justifica que se declaren contrarios a algo que ni siquiera conocen. Sólo pedimos libertad para celebrar nuestra fe en comunidad.

domingo, 14 de agosto de 2011

Nostalgia

No lo puedo evitar. Es verano, estamos de vacaciones. He ansiado con fuerza estos momentos. Intento ser feliz y disfrutar pero mi recuerdo regresa a ratos a casa de mis padres, sabiendo que ellos no pueden ya salir de vacaciones; apenas pueden salir de casa, se encuentran mal y yo no puedo hacer nada. Me repito a mí misma que no es mi culpa y que mi lugar está junto a mi marido y mis hijos, pero me cuesta. No me parece justo que a mis 45 años tenga ya unos padres ancianos y desválidos. Sin embargo, podría ser peor, podría ser huérfana. Por desgracia, mucha gente muere joven por accidentes o enfermedades. Sé que no tiene sentido sentirme así, pero no lo puedo evitar. A veces siento que debería estar con ellos, aún sabiendo que no serviría de nada.

Veo familias en la playa que viajan con los abuelos y los nietos. La verdad es que yo también lo hice alguna vez cuando mis hijos eran pequeños. Ahora es imposible. Los miro con nostalgia, a pesar de que yo siempre he preferido viajar de forma más independiente. Esas relaciones multigeneracionales provocan muchas tensiones también. Pero, ahora que ya no podemos, todo parece de color de rosa. Es cierto aquello de que aprendes a valorar lo que tienes cuando lo pierdes. La vida es así. Mis padres han disfrutado una larga existencia sin muchos contratiempos. Yo tengo ahora que procurar que mis hijos atesoren buenos recuerdos. No puedo dejarme llevar por la nostalgia de lo que pudo haber sido. Realmente, necesito todavía psicoterapia.

viernes, 12 de agosto de 2011

Sueños

Últimamente tengo unos sueños muy vívidos y los recuerdo cuando me despierto. La mayoría tratan sobre que he perdido el bolso, las llaves o tengo que hacer la maleta y no me da tiempo. Soy muy despistada y esas cosas me preocupan mucho. También suelo soñar que no sé dónde he aparcado el coche o que he salido a la calle descalza. Me pregunto lo que diría un psicólogo de esta clase de cosas. Supongo que soy un poco obsesiva. También sueño a veces que es la hora de la comida y no he preparado nada o que llego tarde y se me va el tren.

Otras veces, sin embargo, tengo sueños más entretenidos, tipo novela o serie policiaca y me da la impresión de que llevo soñando toda la noche, aunque seguramente no es verdad. El caso es que el otro día tuve un sueño muy extraño. Soñé que estaba en el coche y mi marido salía de una tienda cargado con un montón de barras de uranio enriquecido que brillaban de lejos. Entonces yo me enfadaba mucho porque ni siquiera se había puesto un traje especial para cogerlas. Además, las guardaba en el maletero del coche, donde iban nuestros hijos en el asiento de atrás. No sé qué interpretación darle a eso.:)

Sólo para que conste

He abierto otro blog buscando la tranquilidad de espíritu que perdí por varios motivos. Uno de ellos fue tener que lidiar con comentarios desagradables. Por tanto, en esta página no voy a admitir esa situación, ni voy a aprobar ninguno, ni tan siquiera pienso leerlos. Me temo que voy a pasar una semana muy larga en internet hasta que se vaya Su Santidad, pero no voy a permitir que esto me afecte. Es absolutamente inútil seguir insistiendo en ese tema.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Compartida la vida es más

No soy de Movistar pero me gustan sus anuncios. Especialmente el último donde sale una mujer con un bebé y le dice que lo único que pide es que esté con ella. Ése es el trato. Con ese espíritu da gusto ver la publicidad y es que parece mentira pero, cada cual desde su vida o desde su trabajo, puede estar haciendo algo en favor de un mundo mejor o al contrario, de un mundo más desagradable. Un publicista puede promover actitudes egoístas e interesadas o, como en este caso, una llamada a la amistad y la concordia, a la familia y la vida. Se agradecen mucho esta clase de anuncios entre tantos de los otros.

Cuando salgo de compras me relaciono casi siempre con las mismas personas y, a lo largo de los años, he llegado a una relación de confianza con la mayoría de las dependientas. Aún así, cuando aparece alguien nuevo yo siempre procuro ser agradable, educada y sonreir, que una sonrisa es gratis y te alegra el día. Sin embargo, a diario veo mucha gente que va con cara de pocos amigos y considera que los demás están para servirle sin recibir nada a cambio. Esa clase de personas crean un mal ambiente y no se dan cuenta de que, además, son menos felices. Compartir te alegra la vida.

lunes, 8 de agosto de 2011

Dichos populares

Soy una gran aficionada a las frases hechas. Se podría decir que quien recurre a ellas es porque no tiene ideas propias, y es posible que sea verdad. Pero yo encuentro mucha sabiduría en esa clase de expresiones. Por ejemplo: éramos pocos y parió la abuela. Quiere decir que, cuando hay problemas, siempre surgen más. Algo parecido a: al perro flaco todo son pulgas. Pero luego hay otras más optimistas: no hay mal que cien años dure. Pero ya se sabe que: quien mal anda, mal acaba o dime con quien vas y te diré quién eres. Según las regiones españolas también se pueden encontrar dichos que sólo se conocen por allí. Me encantaría que me dijerais alguno más para añadir a mi colección.

Me gusta también: no se puede repicar e ir en la procesión. Se refiere a la gente que siempre quiere quedar bien con todos. Pero yo soy más de: no por mucho madrugar amanece más temprano. Es decir, que por más que me agobie con el futuro no lo voy a cambiar: lo que sea sonará. Ya se sabe que: quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija, que se refiere a la gente que se te acerca por interés. Al pan pan y al vino vino. Claro que siempre están los que: van con los de la feria y vuelven con los del mercado. Es decir, los que no tienen opinión propia. Sin embargo: unos nacen con estrella y otros nacen estrellados. Porque la suerte también tiene mucho que decir en la vida. Nada como la sabiduría popular.

sábado, 6 de agosto de 2011

La saga de Harry Potter

Recuerdo que, cuando le compré el primer libro de Harry Potter a mi hijo mayor, esta novela apenas era conocida en España. Empecé a leerlo para ver si estaba bien y ya no pude dejarlo. Mi marido también lo leyó y le gustó. Cuando compramos el tercero, creo que mi hija mayor ya se había enganchado también a la saga. Para cuando salió el quinto, toda la familia compartíamos la afición a Harry Potter. El sexto y el séptimo los descargamos antes de comprarlos. No podíamos esperar. Fuimos a ver las primeras películas todos juntos y no nos decepcionaron. Después, ya cada uno las ha ido viendo con sus amigos. Sin embargo, la última la hemos vuelto a ver en familia, porque estábamos en la playa. Así Harry Potter se ha convertido en algo que nos ha unido durante diez años. Sólo por eso ya tengo que estarle agradecida a la autora.

Cuando salió la primera novela la consideraron lectura infantil, y realmente estaba más dirigida a los niños. Pero a lo largo de la saga los libros se vuelven cada vez más profundos, con personajes llenos de matices y una trama más siniestra. Los últimos yo creo que deberían ser considerados para adolescentes, y también las películas. Aunque ya se sabe que ahora los niños ya no se asustan de nada. Tal vez nos haga más impresión a los mayores que entendemos el fondo moral de la historia. La lucha entre el bien y el mal, el valor del amor y la amistad, la aceptación de cada persona con sus defectos, y otras muchas enseñanzas que se desprenden de la lectura de esta saga, que recomiendo a todos, mayores y pequeños, y mejor en familia.

viernes, 5 de agosto de 2011

El precio de la popularidad

Parece ser que Lady Gaga tiene problemas psicológicos. También Catherine Z. Jones, Angelina Jolie, Britney Spears y muchos otros que no recuerdo en este momento. Tener dinero y fama o ser el objeto de la admiración de un público inmenso no es precisamente la receta de la felicidad. Basta esperar unos años para verles caer de sus pedestales y tengo que confesar que algunos sentimos un cierto alivio, que tiene su lado de envidia. Pero no se trata sólo de eso, sino de la confirmación de nuestra noción de la vida, de los fundamentos que tiene y las bases de la verdadera felicidad. Y es que yo siempre he pensado que una vida sencilla con las necesidades básicas cubiertas y poco más es lo más sano para el ser humano.

A veces se quejan mis hijas porque alguien de su colegio viaja mucho al extranjero, o tiene una agenda electrónica, o le dan mucha paga semanal. Otras veces sufren porque hay gente que es popular sin que se sepa muy bien la razón y ellas, por más que se esfuerzan, no consiguen serlo. Yo siempre les digo que el tiempo acaba colocando a cada cual en su lugar. Los que tienen mucho éxito en la escuela, no suelen ser precisamente aquellos a los que les van mejor las cosas a la larga. El exceso de vida social perjudica a sus estudios y el exceso de dinero malogra su carácter. A menudo son los raros, los frikis o los empollones los que realmente acaban por conseguir lo que buscan en la vida. Claro que eso no les sirve de consuelo a mis niñas.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Idiomas

Como ya saben mis antiguos lectores, soy una apasionada del estudio de las lenguas extranjeras. Es lo que más me gusta y lo que mejor se me da desde siempre. Así que llegué a tener un buen nivel de inglés, medio de francés y un nivel básico de alemán; así como conocimientos de árabe. En los últimos años decidí apuntarme a la Escuela de idiomas para repasar mis estudios. Así conseguí aprobar el ciclo elemental de alemán, equivalente a cuatro años. El año pasado cursé segundo de francés y ahora me he matriculado en tercero para el próximo curso. Realmente, yo ya tengo un título del Instituto francés, pero me gusta ir a clase y repasar con calma, sin agobiarme demasiado.

Sin embargo, me temo que mi nivel de alemán es más bien teórico y no podría manejarme muy bien en ese idioma. Creo que para dominarlo necesitaría vivir al menos un año por allí. Es un idioma muy difícil. En cuanto al inglés, tengo la intención también de volverme a matricular más adelante para repasar, aunque yo ya aprobé el First certificate hace veinte años, pero se me ha olvidado mucho. En todo caso, debería hacer esto antes de cumplir los cincuenta años, porque mi cabeza ya no es la que era. He podido comprobar en el Instituto que, con la edad, resulta cada vez más difícil seguir las clases de idiomas. La memoria es una de las cosas que primero van fallando. Es una pena.

lunes, 1 de agosto de 2011

Una vez al año

Llevo cuatro años veraneando en el mismo apartamento alquilado. Es una sensación muy agradable cuando volvemos a entrar por la puerta y todo sigue casi igual. La misma playa, la misma terraza, la misma heladería italiana donde acudimos cada tarde a tomar el café. El clima no demasiado caluroso con una brisa muy agradable y el supermercado de siempre. Lo único que falta este año son los vendedores ambulantes porque los han prohibido. Me da lástima porque se trataba de africanos que vendían figuras de madera hechas por ellos mismos.

Es decir, que no le hacían competencia al comercio local, la mayoría de ellos. Me parece bien que no les dejen vender gafas o camisetas de imitación, pero la artesanía de madera no hacía mal a nadie, y a mí me gustaba mucho. Todos los años me he llevado alguna figurita pequeña, porque no tengo sitio para mucho más. Pienso que, si de alguna manera les hemos animado a venir a Europa jugándose la vida en el mar, lo menos que podemos hacer es permitirles trabajar, y además eran una atracción más del paseo marítimo.